La avena y la granola son elecciones frecuentes para el desayuno, pero a pesar de su aparente similitud, tienen características que las hacen adecuadas para diferentes objetivos nutricionales. Su elección dependerá de sus necesidades específicas y estilo de vida.
Avena: una alternativa natural y versátil
La avena, conocida por ser rica en nutrientes, se distingue por contener más proteínas que muchos otros granos, además de una variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes únicos como las avenantramidas. Según WebMD, la fibra soluble beta-glucano presente en la avena ofrece múltiples beneficios:
- Salud intestinal: los beta-glucanos mejoran la digestión al promover bacterias beneficiosas y combatir problemas como el colon irritable.
- Reducción del colesterol: este tipo de fibra puede disminuir los niveles de colesterol en hasta un 23 por ciento.
- Protección cardiovascular: los antioxidantes exclusivos de la avena contribuyen a reducir la inflamación y favorecen la salud arterial.
- Control del azúcar en sangre: con un índice glucémico bajo a medio, la avena ayuda a estabilizar los niveles de azúcar, siendo ideal para personas con diabetes si se evita la avena instantánea.
- Manejo del peso: la fibra que contiene brinda saciedad prolongada, reduciendo la probabilidad de comer en exceso.
Además, este alimento destaca por su bajo contenido calórico y de azúcares, convirtiéndose en una opción práctica para quienes desean cuidar su salud sin comprometer el sabor.
La avena es baja en azúcar y rica en fibra, ideal para el corazón y controlar el peso. Foto:iStock
Granola: energía y sabor en un solo bocado
Por otro lado, la granola combina avena con ingredientes como nueces, semillas y frutas secas, usualmente endulzada con miel o jarabes. Según WebMD, sus beneficios incluyen:
- Ayuda para bajar de peso: la fibra de la avena incluida en la granola promueve una sensación de llenura.
- Prevención del estrés oxidativo: las nueces y frutas secas aportan antioxidantes como la vitamina E, reduciendo la inflamación.
- Reducción de la presión arterial: ingredientes como la linaza y los granos enteros pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Niveles más bajos de colesterol: la avena en la granola también contribuye a disminuir el colesterol “malo”.
- Estabilidad en los niveles de glucosa: la fibra de los granos enteros ralentiza la digestión de azúcares y carbohidratos.
- Salud intestinal: contiene fibra prebiótica que favorece la proliferación de bacterias beneficiosas.
Además de sus ventajas nutricionales, la granola es una opción práctica y deliciosa, ideal para consumir con yogur o como refrigerio cuando se está fuera de casa.
La granola ofrece energía rápida, antioxidantes y beneficios para el sistema intestinal. Foto:iStock
¿Cuál elegir? Depende de sus objetivos
Si busca un alimento bajo en azúcares, alto en fibra y adaptable, la avena puede ser su mejor opción. Sin embargo, si necesita una fuente de energía rápida con un sabor agradable, la granola puede ser adecuada, siempre y cuando seleccione variedades con ingredientes naturales y bajo contenido de azúcares.
Según WebMD, al elegir granola saludable, es importante:
- Evitar productos con azúcares como primeros ingredientes.
- Preferir opciones con granos enteros y nueces.
- Seleccionar granolas bajas en sodio y grasas saturadas (menos de 4 g por 1/3 de porción).
- Optar por aquellas con menos de 5 g de azúcar por 1/3 de porción.
Ambos alimentos pueden complementar una dieta equilibrada si se consumen con moderación y prestando atención a las etiquetas nutricionales. Adaptarlos a sus necesidades le permitirá disfrutar de sus beneficios sin excederse.
Nutricionista explica cuál es la mejor forma de consumir avena | El Tiempo
GABRIELA CASTILLO
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.