Una juez de control de garantías legalizó las capturas de Juana Perea Amud y de su hijo, Jhofran Orozco Perea, capturados como presuntos responsables del asesinato del profesor y gestor cultural, Armando Rivero Manjarrez, hecho ocurrido en la zona rural de Sampués (Sucre).
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Estas dos personas indiciadas en el asesinato, son la compañera sentimental y el hijastro de Rivero Manjarrez, personas con las que convivió durante 10 años en el barrio Villa Natalia de Sincelejo.
De igual manera la juez legalizó la captura de Osnaider Tapia Meza, quien tenía en su poder el celular de Armando Rivero. Su captura se hizo en el barrio de invasión Olaya Herrera, al sur de Sincelejo.
Previo a la legalización de las tres capturas, la juez de control de garantías legalizó también el proceso de allanamiento que se cumplió por parte de funcionarios del grupo Gaula de la Policía, la Sijín y el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación.
El allanamiento se realizó en dos viviendas, donde se hicieron las capturas de Jhofran Orozco Perea y de Osnaider Tapia Meza.
La juez le dio legalidad al material probatorio incautado, consistente en celulares, computadores portátiles, Tablet, memoria USB y documentos.
Las capturas
Durante las primeras audiencias, el fiscal de turno explicó que la captura de Jhofran Orozco Perea, hijastro del docente Armando Rivero Manjarrez se cumplió en la vivienda de su madre, Juana Perea Amud, del barrio Villa Natalia, noroccidente de Sincelejo.
De igual manera se precisó que la señora Juana Perea no se encontraba en la casa y que su detención se llevó a cabo en las afueras de un reconocido supermercado de la ciudad, por lo que en este procedimiento no hubo allanamiento.
El docente y gestor culturar Armando Rivero Manjarrez desapareció el 12 de julio del año en curso, después de dirigirse en su vehículo hacia el corregimiento de Gavaldá, zona rural de Guaranda (Sucre), en la región Mojana, donde trabajaba como rector del colegio local.
El 13 de julio su carro fue encontrada incinerada en la zona rural de Tuchín en Córdoba y el 17 de julio del año en curso, un campesino le dio aviso a las autoridades sobre un cuerpo que estaba debajo de un puente, entre los corregimientos de San Luis y La Ceja del Mango, en la vía que de Sampués comunica con La Villa de San Benito Abad (Sucre).
Seguimientos a llamadas del celular de la víctima
En el caso de Osnaider Tapias Meza, investigadores hicieron el seguimiento a uno de los números de celular de Armando Rivero, y así llegaron hasta la zona sur de Sincelejo, Ahí fue capturado.
El único material probatorio que encontraron en la vivienda fue el celular.
Osnaider Tapias Meza habría explicado a los funcionarios que lo detuvieron, y así lo precisó el fiscal, que el celular lo encontró cerca de un caño, en jurisdicción del corregimiento de ‘Bremen’, zona rural del municipio de Morroa, en la vía que lleva a Sincelejo.
El funcionario dijo que Osnaider Tapias se dedica a cortar madera, que así se gana la vida y que durante esa labor encontró el celular, se quedó con él y comenzó a utilizarlo.
Los abogados de la defensa, representantes del ministerio público y de víctimas acataron la decisión de la juez durante las primeras audiencias y hoy en horas de la tarde se lleva a cabo la legalización de imputación de cargos y la medida de aseguramiento.
Juana Perea Amud y Jhofran Orozco Perea son acusados de presunta desaparición forzada en concurso con homicidio agravado, mientras que a Osnaider Tapias lo sindican del delito de receptación.
Francisco Javier Barrios
Especial para EL TIEMPO
Sincelejo