Se esperaba que este jueves se radicara la ponencia para tercer debate de la reforma laboral ante la Comisión Cuarta de Senado. Así se había anunciado. Sin embargo, la célula legislativa decidió posponerlo para el lunes.
Desde la Comisión se informó que el texto ya estaba listo y se está en etapa de correcciones. Como se corrió para sacar adelante la propuesta en menos de tres días, se está revisando el articulado para evitar posibles errores.
Aunque se podía radicar este viernes, se decidió que la acción se llevará a cabo este lunes. Esto debido a una calamidad doméstica de dos de los miembros de la célula legislativa. El único problema es que se aprietan los tiempos de discusión.
Como el proyecto fue radicado en el segundo semestre de 2023, ya cumple este 20 de junio los dos periodos legislativos que por ley puede tomarse para su aprobación. Por eso ha sido que la Comisión Cuarta se ha movido a marchas forzadas para tener la propuesta lista lo más pronto posible.
No obstante, aseguran desde la célula legislativa que los tiempos todavía dan. Entre los planes está que el lunes radiquen la ponencia y ese mismo día anuncie para que el día siguiente se debate. Incluso aseveran que han sido tales los acuerdos que en esa misma jornada se tendría aprobado el proyecto para su último debate en la plenaria del Senado.
Hasta el momento, la Comisión iba al día con el cronograma fijado para aprobar la propuesta. Se suponía que este jueves radicarían y el lunes anunciarían para que el martes se iniciara el debate. Ahora, se espera que radiquen y el mismo lunes anuncie. Adentro de la celular aseveran que no hay lío y que se puede hacer sin ningún problema.
De ser así, se pondrían al día, pues en la propuesta de agenda se dispuso que desde el martes comenzara la discusión y que se extendiera hasta máximo el viernes. Sin embargo, si se aprueba el mismo martes el texto, se ganarían hasta tres días frente a los planes originales.
¿Cómo están las cuentas en la Comisión Cuarta?
Para gobierno, la Comisión Cuarta es adversa, incluso así lo hizo saber el presidente Gustavo Petro en un trino. Este dijo que solo Aida Avella era gobiernista y el resto eran lejanos al proyecto. "Angélica (Lozano) ya expuso lo que quiere, entregó una de las reformas laborales más avanzadas de las últimas décadas, a la derecha, incluso extrema", dijo el mandatario.
Sin embargo, Lozano habló de grandes acuerdos en la Comisión y hasta aseguró que Aida Avella estaría a gusto con el texto. Si es así, la propuesta tendría mayorías. Además, contrario a lo dicho por el Ejecutivo, la propuesta siempre ha tenido un ambiente favorable en dicha célula.
Aunque en el papel, la filiación partidista de la comisión es contraria al Ejecutivo, en la realidad, el escenario es favorable al Ejecutivo. Por los conservadores, que tuvieron orden de votar no a la consulta, están Diela Liliana Benavides y Juan Samy Merheg. Aunque el último sí se puede identificar como contrario al gobierno, votó no a la consulta y no quiso expresarse en la apelación. Benavides es afín al Gobierno.
Benavides es una de las tres congresistas conservadoras de gobierno, del grupo de Carlos Andrés Trujillo. Ante la decisión de su bancada de no apoyar al gobierno en la consulta, prefirió no asistir a la sesión. De esta forma, sería un voto menos en la tesis del gobierno de que la oposición tiene mayorías.
En cuanto a ‘la U’, también se repartirían los senadores en uno por bando. Lemos, que es uno de los coordinadores ponentes, ha sido contrario al Ejecutivo y fue bastante crítico con la actitud que este asumió con la consulta. Sin embargo, apoyó la apelación, por lo que podría decirse que se abriría el margen para que diga sí a algunos puntos de la reforma.
Por otro lado, John Moisés Besaile, hermano del condenado Musa Besaile, es de los senadores de la U que son cercanos a la administración Petro. Siempre estuvo entre los que iban a apoyar la consulta y son los del bloque oficialista en esa colectividad.
Por el lado de los liberales, los senadores de la Cuarta son de la línea oficialista. Así se evidenció en todo momento en la sesión de este miércoles. Jhon Jairo Roldán es el segundo coordinador ponente y es muy cercano al Ejecutivo en sus propuestas. Claudia Pérez también está en el listado de los seis senadores rojos que le han caminado a los proyectos del gobierno, al igual que Laura Fortich, que incluso ha figurado en eventos públicos de la propia Presidencia.
Hay dos congresistas más que se posicionan como cercanos al Ejecutivo. La más clara de todas, como ya se dijo, es Aida Avella, del Pacto Histórico. El segundo es Paulino Riascos, de ADA –partido que hizo parte de la coalición de izquierda hasta hace unos meses-. Aunque este último ha sido crítico de la administración Petro, en la sesión del miércoles se le vio votando por las propuestas gobiernistas.
Por otro lado, están los casos de Richard Fuelantala y Angélica Lozano, ambos ponentes. El primero ha apoyado algunas propuestas del gobierno, como la reforma pensional –que le dio el sí a cambio de un artículo para que los indígenas se pensionaran de forma anticipada-. Sin embargo, en la jornada en la que se discutió la consulta prefirió no emitir ningún voto a favor del Ejecutivo, a pesar de que el ministro Benedetti lo tenía entre sus cuentas como apoyo seguro. Sin embargo, ambos parecieran apoyar la propuesta que ha salido de dicha comisión.
El resto de los congresistas de la Comisión Cuarta estarían claramente en la oposición. Ellos son: Enrique Cabrales y Carlos Meisel, de Centro Democrático, y Carlos Abraham Jiménez y Carlos Mario Farelo, de Cambio Radical. Sin embargo, no se ha dicho que estos presentarán una ponencia de archivo.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política