La oleada de calor que experimenta el país desde hace algunos meses, el atraso en la llegada del fenómeno de la Niña con sus lluvias, el cual ya no será tan intenso como se esperaba en un comienzo; la mayor demanda de energía, y la falta de operación de proyectos de generación y transmisión de energía están llevando a Colombia a afrontar un escenario de racionamiento el próximo año, según se desprende de un reciente informe que el operador del este mercado XM le hizo llegar al (Centro Nacional de Operaciones (CNO), donde están presentes los agentes, el Ministro de Minas y Energía, y el director de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME).
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La situación es más compleja de lo que se pensaba, toda vez que, de persistir la actual situación el nivel de los embalses del país corre el riesgo de caer a niveles más bajos a los observados el año pasado y que obligó a imponer un drástico racionamiento en el consumo de agua.
"Ante la baja cantidad de lluvias, los embalses podrían llegar a mínimos históricos, lo cual y tiene implicaciones sobre la operación de las presas y no son escenarios sostenibles en el tiempo. Como referencia, en el 2024 el nivel más bajo (de dichos embalses) estuvo en 31,51 por ciento y, según un escenario, se podría llegar a menos de 13 por ciento el próximo año", advierten desde XM.
No es el único factor que están viendo los analistas de XM y que estarían elevando los riesgos de un racionamiento energético en el país el próximo año. Señalan, por ejemplo, que se debe evaluar las ventas que Colombia le hace cada mes a Ecuador, pese a que esa exportación se hace con energía producida por las térmicas.
En ese sentido, precisan desde el operador, que "Colombia puede exportar hasta 10 GWh/día y, casi de manera sostenida durante agosto, se alcanzó ese nivel, que si bien es atendido con plantas térmicas, genera un desgaste sobre esas plantas, necesitando realizar mantenimientos con mayor regularidad y, por lo tanto, con un impacto en la oferta cuando estos sucedan".
Y advierten, además que de mantenerse el ritmo al que se usan las reservas de los embalses, los niveles de estos podrían caer por debajo de la senda entre 21 y 27 días.
Para controlar precisamente el nivel de los embalses, el Gobierno, a través de la Comisión de Regulación de Energía, Gas y Combustibles (Creg) estableció la llamada 'senda de referencia', la cual indica cuánta agua se debe ahorrar para evitar que los embalses caigan a niveles críticos que obliguen a imponer medidas como los racionamientos de energía.
Según datos proporcionados por XM, Colombia pasó de tener unas reservas hídricas del 70,2 por ciento en diciembre del 2022 a otras de 31,51 por ciento, mínimos observados en marzo del año pasado, que obligaron a adoptar medidas como los racionamientos en el consumo del preciado líquido y de esta forma mitigar un posible apagón por la baja capacidad para generar energía por la vía hídrica. Hasta agosto pasado, dichas reservas estaban en 54,52 por ciento, pero ese nivel se ha venido reduciendo, luego de estar cercano al 60 por ciento, apenas un mes atrás.
Salidas a la crisis
Desde inicios de septiembre XM puso en conocimiento del Gobierno esta situación, así como las posibles salidas que se tienen para mitigar los riesgos que podrían conducir a un eventual apagón en el país en el corto plazo.
Y es que la meta prevista era que en agosto el nivel de los embalses retornada al observado en diciembre del 2022, esto es más del 70 por ciento, con lo cual se podría conjurar no solo la escasez de agua sino también el riesgo de un racionamiento eléctrico en el país.
En ese sentido, desde el operador energético XM recomienda revisar los planes y la ejecución de proyectos que permitan solucionar aquellos cuellos de botella que en la actualidad impiden nuevos proyectos energéticos a la red nacional de energía eléctrica.
En esa misma dirección proponen que los proyectos de generación y transmisión eléctrica entren a operar de una vez por todas sin importar las tecnologías que se empleen porque ante la coyuntura actual cualquier iniciativa es necesaria para reducir los riesgos de un apagón.
"Necesitamos diversificar el parque de generación eléctrica, es decir, hoy más que nunca necesitamos que nunca requerimos que entren en operación los proyectos eólicos, pero también que los proyectos hidráulicos y térmicos puedan contar con incentivos para operar", insisten los expertos.
Otro de los temas claves en el que se debe trabajar de cara a esa crisis energética es en garantizar el suministro de combustibles, especialmente de gas natural, para lo cual es necesario incentivar la exploración y producción a nivel nacional, aspectos fundamentales para lograr que la transición energética sea una realidad.
También es importante realizar un monitoreo permanente al comportamiento de la demanda, pues se hace necesario que el país entero trabaje por un consume de energía responsable, hogares, empresas y Gobierno.
Por último, precisan que es indispensable que se levanten las restricciones ambientales que tienen los embalses, especialmente en una planta como Hidroituango; además, se debe reducir la incertidumbre por medidas que pudieran limitar el uso del agua en la generación de energía, insisten.
Expertos del sector también consideran que se deben apurar las inversiones que requiere el sector energético del país y que se destraben y se pongan en operación esos proyectos que en la actualidad están paralizados.