Alerta por cierre de camas para la atención de partos en Medellín, 'ya no es negocio'

El anuncio de la Clínica de las Américas de no prestar el servicio de atención del parto a partir del primero de marzo del 2025 en la sede de la 80, prendió las alarmas por la falta de camas para este servicio en Medellín.

"En Clínica Las Américas Auna, nos enfocaremos en fortalecer la experiencia en nuestros servicios dirigidos a la población pediátrica y a la mujer", informó la entidad.

Hay déficit

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, indicó que, no es sostenible financieramente para las instituciones de salud prestar este servicio debido a la crisis financiera en el sistema de salud.

En el caso de la ciudad, dijo el mandatario que, con el cierre de estas cinco camas de obstetricia, Medellín cuenta con 245 camas para este servicio, lo que no es suficiente de acuerdo con los cálculos realizados.

Del total de camas, 158 están en instituciones privadas y 87 en la red pública de salud de Medellín.

"Nosotros estamos haciendo cuentas, de acuerdo con la tasa de natalidad, que lo que necesita hoy la ciudad son 315 camas de obstetricia. Desafortunadamente, debido a la crisis financiera generada en el sistema de salud, las instituciones públicas y privadas se han visto en la necesidad de cerrar camas", expresó el alcalde.

Gutiérrez indicó que, aspectos como: el no pago de las EPS, la baja tasa de lo que pagan por la UPC (Unidad de Pago por Capitación) y la tarifa del tema de obstetricia han influido para llegar a esta situación.

Acciones ante la problemática

El mandatario distrital anunció que se espera que para julio de año esté lista la Unidad Hospitalaria de Manrique, lo que aportará 49 camas más para atender partos en la ciudad.

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Menor natalidad

Según un reciente informe de Medellín Cómo Vamos, Medellín viene presentando una baja considerable en la natalidad y, en 2035 será la segunda ciudad principal más envejecida del país, después de Cali.

De acuerdo con el documento, la tasa de natalidad de Medellín se ha reducido a la mitad en las últimas dos décadas, pasando de 16,2 nacidos por cada mil habitantes en el 2006 a una tasa preliminar de 7,6 nacidos vivos por cada mil habitantes en el 2023. 

“Esta disminución en los nacimientos año tras año, ha llevado a que se reduzca la población joven y aumente la población adulta mayor, ocasionando así el envejecimiento de la población”, dice el informe publicado. 

Frente a este cambio poblacional que está teniendo la segunda ciudad más importante del país, Oliver Tabares, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Medellín, explicó que se debe a que el modelo de familia tradicional está cambiando, además porque la ciudad no tiene a dónde más crecer y, por el contrario, el Oriente antioqueño seguirá en proceso de expansión demográfica.

“El problema del decrecimiento de la ciudad es un dilema del querer y se debe a que el estilo de vida y la forma en cómo la gente joven se proyecta en el futuro no contempla la idea de una familia tradicional donde hay hijos. Entonces el modelo de familia se desdibuja, se transforma a un modelo muy cercano a la individualidad”, explicó el docente de la Universidad de Medellín.

Tabares argumentó que desde el 2010 Medellín ha venido teniendo un freno en el crecimiento poblacional debido también a los límites topográficos que impiden que la ciudad crezca en una lógica expansiva.

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