En la costa del Caribe colombiano, Punta Roca se erige como un enclave natural de gran valor ecológico. Este pequeño tramo de litoral, conocido por su plataforma rocosa y su abundancia de moluscos, ha sido moldeado a lo largo de milenios por la interacción entre el mar y la tierra.
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Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad del Atlántico ha encendido las alarmas sobre una grave amenaza: la extracción indiscriminada de conchas para decoración está poniendo en peligro este ecosistema único.
El estudio, liderado por la profesora Adriana Gracia, reveló que las plataformas rocosas de Punta Roca albergan una impresionante diversidad de especies de moluscos.
“Hemos identificado 58 especies, de las cuales 30 son bivalvos y 28 son gasterópodos. Entre ellas destacan Anomalocardia flexuosa y Polymesoda arctata, que juntas constituyen más del 70% de la acumulación total”, explica Gracia.
Además, la presencia del gasterópodo exótico Naria turdus, una especie no nativa, genera preocupación por sus posibles efectos sobre la biodiversidad local.
Un ecosistema que está desapareciendo
El mayor hallazgo del estudio también resulta ser el más alarmante. Desde 2016, se ha observado un incremento en la recolección de conchas para fines ornamentales. Esta práctica, que a primera vista parece inofensiva, está alterando gravemente la dinámica de los ecosistemas costeros.
Las conchas no solo cumplen una función decorativa en el paisaje marino, sino que también desempeñan un papel vital en la ecología del lugar.
"Las conchas proveen refugio a muchas especies y ayudan a estabilizar los sedimentos en las costas. Al retirarlas, se exacerban problemas como la erosión y se pierde biodiversidad", señala el informe.
Punta Roca, famosa entre surfistas por sus olas y valorada por la comunidad científica por su riqueza biológica, está viendo cómo sus conchas son arrancadas para decorar jardines y locales comerciales. Pero la costa no solo enfrenta esta amenaza: la expansión urbana descontrolada agrava la situación.
La urbanización y sus consecuencias
El litoral de Punta Roca ha sido testigo de un crecimiento urbano sin una adecuada planificación.
"A medida que las construcciones avanzan, el hábitat natural se reduce, y la presión sobre los recursos aumenta. Si no se toman medidas inmediatas, el daño podría ser irreversible", alerta Gracia.
Las infraestructuras, tanto turísticas como residenciales, están fragmentando el ecosistema y limitando los espacios donde los moluscos puedan prosperar. Además, la extracción continua de conchas está generando un desequilibrio ecológico que podría tener repercusiones a largo plazo.
¿Qué medidas se están tomando?
Ante esta preocupante realidad, el equipo de investigación propone varias medidas para mitigar el impacto de la explotación de conchas. Entre las soluciones más urgentes destacan:
Creación de áreas protegidas: El establecimiento de zonas donde la recolección de conchas esté prohibida sería un paso clave para la conservación del ecosistema. Estas áreas podrían regenerarse y funcionar como refugios para la vida marina.
Alternativas decorativas sostenibles: Promover opciones de decoración que no involucren la extracción de conchas podría reducir la demanda de estos recursos naturales. El uso de materiales reciclados u otras alternativas menos invasivas es una vía viable para reducir la presión sobre el ecosistema.
Educación y concienciación: Las comunidades locales deben ser informadas sobre la importancia de preservar el conchal de Punta Roca. Iniciativas educativas pueden sensibilizar a los residentes y turistas sobre el valor de este tesoro natural y las consecuencias de su explotación indiscriminada.
La protección de Punta Roca no recae únicamente en manos de las autoridades o los científicos, indica García. "Todos podemos contribuir a la conservación de este ecosistema costero. Evitar el uso de conchas marinas como adornos y apoyar campañas de concienciación son acciones que están al alcance de todos", subraya par advertir que "este ecosistema es único y vulnerable. No podemos permitir que su riqueza desaparezca por la falta de regulación y conciencia", concluye Gracia.
LEONARDO HERRERA DELGANS -periodista EL TIEMPO-@leoher70