Alerta en Nueva York por nueva modalidad de estafa en este trámite migratorio

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El presunto letrado prometía soluciones rápidas para trámites migratorios complicados, aprovechando el desconocimiento de sus víctimas para montar una red de estafas que le permitió embolsarse miles de dólares.

El fraude comenzó a principios de este año, cuando entre feligreses de iglesias evangélicas se empezó a hablar de un abogado que ofrecía resolver todo tipo de casos migratorios. Desde obtener asilos y residencias hasta permisos de trabajo a precios accesibles y en tiempos inusualmente cortos. La historia de Cortez era convincente, hablaba español con un marcado acento inglés y se disculpaba humildemente por ello, generando confianza entre sus clientes.

La metodología de Cortez era simple, pero efectiva. Primero, abrumaba a sus clientes con documentos oficiales falsificados con logotipos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés), el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia. A cambio de estos trámites, las víctimas pagaban entre US$300 y US$1.000.

Rusbelys Robles, quien supuestamente estaba avanzando en su proceso migratorio, se preparó para su audiencia virtual con un “juez de inmigración” de Arizona, lo que significaba su último paso para la obtención de su residencia.

La audiencia, que duró unos 20 minutos, era completamente ficticia, en el video, al que pudo acceder Univision, se notaba que el juez tenía un acento forzado y se parecía físicamente al propio Cortez, eran en realidad la misma persona, y la corte, junto con los trámites, era puro montaje.

Captura de pantalla de la falsa audiencia de Robles, a la derecha, Cortez, el estafador.

Captura de pantalla de la falsa audiencia de Robles, a la derecha, Cortez, el estafador.

Foto:Univision.com

Robles, venezolana enfermera de profesión, llegó a Nueva York tras cruzar 13 países hasta solicitar asilo político en EE.UU. En busca de mejorar su situación migratoria, recurrió a Cortez en quien empezó a confiar. Pagó un total de US$3.365 al estafador, dinero que consiguió prestado o trabajando como limpiadora.

Nivida Yolanda Green, otra víctima hondureña, también cayó en la trampa de Cortez. Después de una supuesta audiencia virtual con una jueza de inmigración, pagó US$1.115, con la promesa de obtener asilo legal en ocho días. Igual que Robles, su situación migratoria no cambió, y ahora enfrenta deudas que adquirió para pagarle al estafador.

El estafador de migrantes de Nueva York y su vínculo con el Tren de Aragua

La red de estafa funcionaba a través de intermediarios que recibían los pagos vía Zelle en cuentas bancarias de Estados Unidos. Sin embargo, una revisión más detallada de los documentos permitió descubrir la verdad. Los correos electrónicos no eran oficiales y contenían errores de traducción. Palabras como "audiencies" en lugar de "hearings" delataban la falsificación.

Fue así que el pastor Sandro Martínez, al revisar los documentos de sus feligreses estafadas, se dio cuenta de que no provenían de agencias federales, sino de GMail. Luego, al intentar confrontar a Cortez, este optó por hablar en español, pese a haber pretendido anteriormente tener dominio del inglés.

Tanto Robles como Green presentaron denuncias ante la policía de Nueva York, proporcionando los nombres y teléfonos de los intermediarios que participaron en la estafa. Sin embargo, hasta el momento, no han recuperado ni un solo dólar y continúan esperando una resolución a sus trámites migratorios.

Pero lo más llamativo es que Cortez llamó al director del equipo investigativo de Univision, luego de que el medio le haga diversas llamadas y admitió fríamente que todo era una estafa. El hombre dijo que había estado en las estafas durante muchos años, por lo que se puede suponer que hubo más víctimas.

Además, el estafador dijo llamar desde el penal de Tocuyito, en Venezuela, donde cumple una condena de 55 años, y se jactó de haber engañado a las víctimas utilizando una tela verde para simular sus audiencias falsas, y dijo ser miembro de la banda criminal Tren de Aragua, la violenta organización que opera desde prisiones venezolanas y que está involucrada en narcotráfico, secuestros y extorsión en varios países.

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