Ajuste de cuentas políticas estaría detrás de captura del expresidente Rodrigo Duterte en Filipinas, ¿qué ocurrió?

hace 4 horas 39

Esta semana, el expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte se convirtió en el primer líder asiático en ser capturado bajo investigación efectiva de la Corte Penal Internacional (CPI) por cometer crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, expertos consultados por este diario advierten cómo el caso expone las difíciles condiciones que requieren las cortes internacionales para hacer justicia.

Enrique Prieto-Ríos, profesor asociado de la Universidad del Rosario, señala que, aunque el país del sudeste asiático no hace parte desde 2019 del Estatuto de Roma –el tratado fundacional de la CPI–, la captura de Duterte solo pudo hacerse efectiva porque el actual presidente Ferdinand Marcos Jr., hijo del fallecido dictador Ferdinand Marcos, que gobernó el país entre 1965 y 1986 junto con su esposa Imelda, la autorizó.

Protesta

Protestas contra Rodrigo Duterte por cuenta de la violenta guerra contra el narcotráfico que libró. Foto:EFE

“Esto demuestra que un presidente solo puede comparecer ante la justicia internacional bajo la condición de que haya un cambio o un movimiento político adversario en la balanza electoral de su propio país”, menciona Prieto-Ríos al destacar que el de Duterte será un estudio de caso susceptible a generar un precedente.

En lo que respecta a Filipinas, una disputa entre dinastías políticas sería una de las razones de lo ocurrido esta semana.

En 1986, cuando Ferdinand Marcos padre fue derrocado por una revolución pacífica y toda su familia se vio forzada a huir en un avión militar a Hawái (EE. UU.), donde el dictador murió tres años más tarde, las riendas del país fueron asumidas por Corazón Aquino, quien se convirtió en un ícono de la democracia filipina.

Soy yo quien se puso al frente de nuestras fuerzas del orden y del Ejército; les dije que les protegería y que asumiría la responsabilidad de todo

Rodrigo Duterte
Expresidente de Filipinas

Para 1992, cuando Aquino dejó el poder, Imelda Marcos trató de recuperar la presidencia, pero solo obtuvo el 10 por ciento de los votos. Sin embargo, desde entonces, ella y sus hijos han ocupado posiciones de poder en el Congreso, el Senado y su feudo regional que les permitieron rearmarse para que, 30 años después, su único hijo varón regresara al poder.

En el medio, Rodrigo Duterte –que ya había ocupado cargos locales– se hizo con la presidencia entre 2016 y 2022 con la promesa de ejercer “mano dura” contra la delincuencia y el narcotráfico que azotaba el país. Aunque fue muy popular –terminó su mandato con un 50 por ciento de aprobación–, también recibió duras críticas por comentarios sexistas, acusaciones de abuso sexual y múltiples violaciones a los derechos humanos que le valieron la apertura de una investigación en la CPI.

“Estaría feliz de masacrar a millones de drogadictos” fue una de las frases más célebres del expresidente cuando llegó a compararse con Adolf Hitler.

Expresidente filipino Duterte arrestado por su sangrienta guerra contra el narcotráfico

Expresidente filipino Duterte arrestado por la CPI Foto:

Pero cuando Duterte decidió alejarse de la política en 2022, al ver que las encuestas de opinión colocaban a su hija Sara por delante de él, Ferdinand Marcos Jr. aprovechó el momento y se alió con la heredera de Duterte haciéndola su fórmula vicepresidencial, al tiempo que afirmó que no cooperaría con la CPI en el caso que salpicaba al entonces presidente.

Pero la alianza se deshizo poco después de su victoria en las urnas por una abrumadora mayoría.

De ahí que la detención de Duterte en Filipinas fuese “facilitada por el colapso” de la alianza entre ambas dinastías, después de que el gobierno de Marcos Jr. le “cortó sistemáticamente las fuentes del apoyo político y financiero de Duterte”, dijo a la agencia Efe Sol Dorotea Iglesias, profesora de Ciencias Políticas de la U. de Filipinas.

Justamente, el martes, Sara Duterte calificó la aprehensión de su padre como una “opresión y persecución”. Por su parte, el abogado defensor consideró que la extradición se realizó “de forma coordinada por adelantado” como parte de lo que llamó un “ajuste de cuentas políticas” en Filipinas.

Ante los cuestionamientos, el fiscal general de la CPI, Karim Khan, subrayó que las investigaciones son “independientes e imparciales” y consideró el arresto como “un avance significativo en la búsqueda de justicia” en Filipinas.

¿Qué precedente sienta la captura de Rodrigo Duterte?

Según Prieto-Ríos, este caso envía “unos mensajes complejos” sobre cómo funciona el derecho internacional. Pues la Corte demostró ser efectiva en un país poco relevante geopolíticamente, pero ineficaz en otros casos más relevantes. “¿Por qué no lo hace frente a líderes de países políticamente más ‘fuertes’ como Israel y Rusia?”, cuestionó el académico con relación a los crímenes perpetrados en medio de las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza cuando tanto el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tienen en su contra órdenes de arresto emitidas por la CPI.

“Si hipotéticamente hubiera un cambio en la forma como votan los israelíes y llegara al poder un partido opositor que considere que sí es necesario investigar a Netanyahu, entonces podría ser que la CPI lo capture (...). Lo mismo podría pasar en Rusia”, puntualiza.

Families of victims, lawyers and human rights defenders watch the initial appearance of Duterte before the ICC. The ICC did not accept the 2 motions filed by Duterte’s lawyer today. pic.twitter.com/Z2rOm0bnGs

— Renato Reyes, Jr. (@natoreyes) March 14, 2025

¿Por qué Duterte goza de gran popularidad pese a señalamientos?

De aspecto frágil y vestido con traje y corbata azules, Duterte –enviado a Países Bajos– compareció el viernes por videoconferencia a su primera audiencia ante la CPI en La Haya, donde habló brevemente para confirmar su nombre y fecha de nacimiento. El inicio oficial del juicio contra Rodrigo Duterte tendrá lugar el próximo 23 septiembre.

No obstante, su hija Sara –que se encuentra con él– les replicó a las decenas de seguidores de su padre que el expresidente prometió que habrá “un ajuste de cuentas”.

Esto demuestra que un presidente solo puede comparecer ante la justicia internacional bajo la condición de que haya un cambio o un movimiento político adversario en la balanza electoral de su propio país

Enrique Prieto-RíosProfesor de la Universidad del Rosario

Pese a que, según estadísticas oficiales, más de 6.000 filipinos fueron asesinados muchas veces sin pruebas contundentes sobre su relación con el tráfico de drogas, cifra que se eleva a 30.000, según grupos de derechos humanos, Duterte goza de amplia popularidad. Tanto así que para las elecciones legislativas y locales de mitad de mandato que tendrán lugar en mayo se iba a lanzar como candidato a alcalde.

Unos comicios vistos como un referendo sobre la gestión del presidente Marcos Jr., pero también servirán como una prueba de la popularidad de la familia Duterte.

Durante su mandato presidencial, los índices de popularidad se situaron en su mayoría de veces por encima del 70 por ciento. Analistas atribuyen esta confianza al populismo agresivo que lo caracteriza en un país donde la impunidad es común.

AFP

El expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte. Foto:AFP

Otros dicen que Duterte, a pesar de su larga carrera política, se proyectaba a sí mismo como un outsider, a diferencia del que fuera presidente filipino entre 2010 y 2016, Benigno Noynoy Aquino –artífice del mayor crecimiento económico de Filipinas desde la década de 1970– o la familia Marcos, que ha gobernado Filipinas durante décadas. No obstante, a nivel internacional, la gestión de Duterte fue condenada ampliamente y las denuncias llegaron hasta la CPI, que comenzó a investigarlo en 2021.

Pese a que el expresidente intentó eludir la jurisdicción internacional de la Corte al retirar al país del Estatuto de Roma en 2019, el organismo decidió continuar con la investigación argumentando que los crímenes denunciados ocurrieron cuando Filipinas aún era miembro de este.

Los jueces de la Corte creen que “existen motivos razonables” para creer que el exgobernante lideró un escuadrón de la muerte y utilizó su influencia para llevar asesinatos extrajudiciales. Además, se lo investiga por una “lista roja” elaborada por el Gobierno que incluía nombres de activistas y militares de izquierda perseguidos por la policía.

A pesar de los miles de víctimas que se conocen, el exmandatario es investigado solo por el asesinato de al menos 19 personas, identificadas como presuntos traficantes de drogas o ladrones, por el Escuadrón de la Muerte (DDS) en la ciudad de Davao y sus alrededores. Y con el de al menos otras 24, señaladas de ser delincuentes o consumidores de drogas, asesinadas por fuerzas del orden, en algunos casos con asistencia de individuos ajenos a la policía.

Duterte, CPI

Manifestantes piden justicia para las víctimas de la guerra contra las drogas en Filipinas. Foto:AFP

Y si bien, luego de su captura, Duterte asumió su responsabilidad “por todo lo sucedido en el pasado” en un video compartido en redes sociales en el que manifestó: “Soy yo quien se puso al frente de nuestras fuerzas del orden y del Ejército; les dije que les protegería y que asumiría la responsabilidad de todo”, su defensa apela a que, con 79 años y un estado de salud delicado, “no está en condiciones de aportar nada”.

Entretanto, defensores de derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW), señalan que el proceso judicial contra Duterte “marca un hito en la búsqueda de justicia para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales” en Filipinas. Y pese a que la sentencia final podría llevar años, como lo destaca Bryony Lau, subdirectora para Asia de HRW, “la comparecencia de Duterte ante la CPI es un testimonio del coraje y la determinación de las víctimas, sus familias y los activistas y periodistas filipinos en su lucha por la justicia, sin importar cuánto tiempo tome”.

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