La empresa Air-e Intervenida continúa su ofensiva contra el robo de energía en la región Caribe, tras detectar diez casos relevantes en establecimientos comerciales de Atlántico, Magdalena y La Guajira.
Los fraudes, identificados durante la última semana, representan pérdidas económicas superiores a $580 millones, según reportó la compañía.
Uno de los casos más destacados ocurrió en el municipio de Suan, Atlántico, donde un establecimiento dedicado al sacrificio de animales mantenía una conexión ilegal a la red eléctrica. La intervención permitió evidenciar que el lugar evadía el pago real del consumo de energía, lo que agravaba las pérdidas económicas.
En Barranquilla, las irregularidades también salieron a la luz. En un taller del barrio Montes, ubicado en la calle 38 con carrera 27, técnicos de Air-e hallaron un medidor manipulado.
Situaciones similares se encontraron en un gimnasio del barrio Me Quejo, donde una de las fases estaba conectada fuera del medidor, y en una IPS del barrio Boston, que perforó su medidor detrás de la carcasa con el objetivo de alterar su funcionamiento.
La empresa también reportó un hallazgo en el municipio de Soledad, Atlántico, específicamente en el barrio Las Gaviotas. Allí, un billar tomaba energía directamente de las redes eléctricas para alimentar equipos como refrigeradores, aires acondicionados y sistemas de iluminación.
El camión de la empresa Air-e trabajando en el suroccidente de Barranquilla. Foto:Prensa Air-e
Esta práctica ilegal no solo genera pérdidas económicas, sino que compromete la estabilidad del servicio en sectores cercanos.
En el departamento del Magdalena, las acciones de Air-e se concentraron en los municipios de Pivijay y Ciénaga. En el barrio La Bonga de Pivijay, una clínica aumentó su consumo mediante un transformador no autorizado, mientras que en el centro de Ciénaga, un local de calzado tenía un medidor manipulado, fuera del rango permitido por las normas.
Por su parte, en La Guajira se detectaron tres casos. En Barrancas, un motel ubicado en zona rural operaba con una conexión directa y un medidor quemado, mientras que, en la vía a Papayal, un parqueadero de buses utilizaba un transformador ilegal sin contrato con la empresa.
Fachada de la sede de Air-e en la calle 77b con carrera 59b en el norte de Barranquilla. Foto:Vanexa Romero/El Tiempo
En San Juan del Cesar, Air-e identificó una vivienda que recibía el servicio de forma directa mediante un medidor irregular.
Fermín de la Hoz Torrente, gerente de Servicios Jurídicos de Air-e, expresó su rechazo frente a estas prácticas ilegales y aseguró que se emprenderán acciones legales contra los responsables.
“Estamos actuando con contundencia en estos casos. Cada uno de los hechos detectados los estamos analizando y, si es necesario, emprenderemos las acciones penales del caso”, afirmó.
La defraudación de fluidos sigue siendo un desafío para la compañía, afectando no solo sus finanzas, sino también la calidad del servicio para los usuarios que cumplen con la legalidad.
Air-e reiteró su compromiso de mantener operativos constantes en los tres departamentos para combatir el robo de energía y proteger la infraestructura eléctrica.