Aunque ya no es un estado crucial en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Florida enfrenta este año dos referendos en su boleta electoral que tienen la atención de muchos en el país: la posibilidad de ampliar el derecho al aborto y la legalización de la marihuana recreativa.
Conforme a los criterios de
En un estado con un marcado liderazgo conservador, hogar del expresidente y candidato Donald Trump y liderado por el gobernador Ron DeSantis y los senadores Marco Rubio y Rick Scott, los resultados de estas dos votaciones reflejarán si los floridanos buscan cambios progresistas en temas sociales o prefieren continuar con el rumbo actual que han venido marcando los republicanos.
Enmienda número 4: derecho al aborto hasta la viabilidad
La enmienda número 4, conocida oficialmente como “Enmienda para limitar la interferencia del gobierno con el aborto”, propone garantizar la interrupción del embarazo en la Florida hasta la viabilidad del feto (alrededor de las 24 semanas de gestación) o en situaciones donde el procedimiento sea necesario para proteger la salud de la madre.
Actualmente, el “estado del sol” cuenta con una ley que prohíbe los abortos después de seis semanas de embarazo, con excepciones limitadas. Esta restricción ha sido una de las más estrictas en la nación desde la anulación de Roe versus Wade –una sentencia que garantizaba el aborto en ese país-, y ha dejado a muchas mujeres sin acceso a este servicio.
La enmienda permite que el estado mantenga su autoridad para exigir la notificación a los padres en el caso de menores, aunque su redacción no elimina explícitamente el requisito de consentimiento parental, lo cual ha provocado interpretaciones diversas. Esta ambigüedad ha sido un punto de fricción en las campañas, y algunos expertos sugieren que, si la enmienda se aprueba, podría derivar en desafíos legales para determinar la constitucionalidad del requisito de consentimiento.
Además de esto, el proceso de recolección de firmas para esta propuesta también ha sido polémico. Un informe de la administración del gobernador republicano DeSantis afirma que hasta un 16 por ciento de las firmas recolectadas para respaldar la enmienda fueron fraudulentas.
Según el reporte, se revisaron alrededor de 13.000 de las casi un millón de peticiones recogidas, y los resultados se extrapolaron para concluir que aproximadamente 164.000 de las firmas no deberían haber sido aceptadas. Esto ha desencadenado una demanda para invalidar la enmienda en la boleta, presentada por cuatro mujeres de Florida, quienes argumentan que el supuesto fraude descalifica la legitimidad de la propuesta.
Un “ángel financiero” financia la oposición a la enmienda
Esta demanda está siendo financiada por un donante anónimo, descrito por el abogado Alan Lawson como un “ángel financiero”. Aunque Lawson se negó a revelar la identidad de este benefactor, señaló que el financiamiento permite a las demandantes avanzar en una estrategia legal compleja que incluye demandas presentadas en varios condados de Florida, lo que puede llevar el caso a la Corte Suprema estatal.
si la enmienda del aborto obtiene el 60 por ciento o más, la Florida adoptaría un cambio significativo en su Constitución, aunque es probable que los opositores intenten invalidarla a través de litigios, alegando el supuesto fraude en las firmas recolectadas.
De acuerdo con expertos legales, el uso de recursos externos para financiar demandas en temas políticos divisivos es un fenómeno cada vez más común, reflejando la intensidad del debate en torno a los derechos reproductivos en Florida.
La campaña en contra de la enmienda aprovechó la controversia sobre el consentimiento parental en su estrategia de comunicación. Uno de los anuncios televisivos resalta la aparente contradicción en la ley: una pediatra en Florida no puede recetar un analgésico de venta libre a una menor sin el permiso de los padres, pero esa misma menor podría, según la enmienda, acceder a un aborto sin notificación ni consentimiento parental.
Mientras tanto, otro anuncio muestra a una doctora en conflicto, expresando que podría perder su licencia si realizara un aborto en una situación de emergencia para salvar la vida de una paciente. Estas tácticas han puesto de manifiesto las tensiones actuales en las leyes del estado y su impacto en la vida cotidiana de las personas.
Enmienda número 3: marihuana recreativa para adultos
Por otro lado, la enmienda número 3 propone legalizar la marihuana recreativa para adultos mayores de 21 años, permitiendo que los ciudadanos de Florida compren, usen y posean marihuana y productos derivados. Sin embargo, la venta y distribución quedarían limitadas a los centros de tratamiento de marihuana medicinal ya autorizados en el estado.
Si se aprueba la enmienda, el mercado de marihuana recreativa en Florida podría convertirse en uno de los mayores del país, con un potencial de ingresos de miles de millones de dólares anuales. Estudios estiman que, dentro de los primeros años de implementación, el estado podría generar entre 1.500 y 2.000 millones de dólares anuales en ventas de marihuana recreativa, junto con ingresos fiscales significativos. Esto ofrecería una nueva fuente de financiamiento para el estado, que podría usarse en programas de salud, infraestructura y educación.
Florida sigue siendo uno de los estados con mayores barreras para la legalización del cannabis recreativo, y la enmienda 3 representa un intento significativo de poner al estado en línea con una tendencia nacional. En estas elecciones, Nebraska y las dos Dakotas también someterán esta cuestión a votación, lo cual pone de relieve cómo el debate sobre el cannabis continúa evolucionando en Estados Unidos.
El proceso de enmienda constitucional en Florida
Así las cosas, para que una enmienda constitucional sea aprobada en Florida debe pasar por un proceso riguroso: recolectar una cantidad considerable de firmas, obtener la revisión de la Corte Suprema estatal y, finalmente, asegurar al menos un 60 por ciento de aprobación en las urnas.
Este umbral, más alto que en muchos otros estados (usualmente de una mayoría simple, es decir 51 por ciento) refleja una cautela en el sistema para evitar cambios frecuentes a la Constitución estatal, especialmente en temas controvertidos. Esta barrera adicional ha sido un desafío recurrente para propuestas de reformas sociales en Florida.
Según los expertos consultados por EL TIEMPO, los resultados en noviembre presentan varios posibles desenlaces para ambas enmiendas.
Por un lado, si la enmienda del aborto obtiene el 60 por ciento o más, la Florida adoptaría un cambio significativo en su Constitución, aunque es probable que los opositores intenten invalidarla a través de litigios, alegando el supuesto fraude en las firmas recolectadas.
Del otro, si la enmienda del aborto no alcanza el 60 por ciento, la restricción de seis semanas para el aborto seguiría vigente, y los defensores de los derechos reproductivos tendrían que explorar nuevas estrategias en futuros ciclos electorales.
En cuanto al caso de la marihuana, si esta enmienda obtiene el 60 por ciento o más de los votos, la Florida se uniría a otros estados con mercados regulados de cannabis, lo que podría significar ingresos fiscales significativos y la necesidad de un nuevo marco de regulación estatal para supervisar el uso recreativo.
De no conseguir el umbral necesario, seguiría siendo ilegal, aunque los defensores podrían retomar el esfuerzo en futuros ciclos, dado el cambio en la percepción pública a nivel nacional.
Unas elecciones que podría redefinir el rumbo floridano
Unas elecciones que podría redefinir el rumbo floridano
Lo cierto es que las decisiones sobre el aborto y la marihuana recreativa en Florida este año no solo reflejan tensiones entre derechos individuales y control estatal, sino que también podrían anticipar cómo se alinearán con el escenario federal, según los resultados presidenciales.
Si la enmienda del aborto se aprueba y una figura progresista como Kamala Harris llega a la presidencia, Florida podría ver reforzadas sus protecciones a nivel estatal, en sintonía con políticas federales orientadas a los derechos reproductivos.
Sin embargo, si Donald Trump regresa a la presidencia y la enmienda del aborto también se aprueba, el estado podría enfrentar desafíos judiciales y presión para alinear sus políticas con una postura federal restrictiva, lo que abriría un debate sobre los límites de la autonomía estatal.
No cabe duda de que las votaciones en la Florida este año representan una señal muy importante sobre el rumbo que los ciudadanos desean para su estado y su rol en la conversación nacional. En un contexto de posibles transiciones políticas, los resultados enviarán un mensaje claro sobre los valores actuales del “estado del sol”, reflejando si sus votantes están dispuestos a apoyar cambios progresistas o si van a preferir fortalecer su recién estrenado perfil conservador.
ANA MARÍA JARAMILLO – Especial para EL TIEMPO - MIAMI