196 años después de su fusilamiento, Colombia rinde homenaje al Almirante José Prudencio Padilla

El 2 de octubre de 1828, en la Plaza de la Constitución, el Gran Almirante José Padilla, héroe naval de la independencia de Colombia, fue fusilado injustamente. 

Hoy, 196 años después, el país honra su memoria en una jornada de luto nacional, rememorando su legado y reconociendo el valor de un hombre que fue borrado de la historia tras su trágico final.

José Padilla, originario de Riohacha y considerado el libertador de los mares hispanoamericanos, jugó un papel decisivo en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, asegurando la victoria para las fuerzas patriotas y sellando la independencia de Venezuela. Sin embargo, a pesar de sus méritos, fue condenado y ejecutado injustamente, acusado de participar en una conspiración contra el Libertador Simón Bolívar. Su muerte marcó uno de los episodios más oscuros de la historia de Colombia.

El legado de un hombre de mar

Desde los 14 años fue Mozo de Cámara en la Marina Española del Nuevo Reino; como tal combatió en Trafalgar el 22 de octubre de 1805; cayó prisionero de los Ingleses, hasta que celebrada la paz, volvió a España en 1808, reseña la Armada Nacional.

Con destino de Contramaestre del Arsenal del Apostadero de Cartagena, regresó por ese tiempo a su patria y fue uno de los que el 11 de noviembre de 1811 pidieron al Gobierno del Estado la independencia absoluta de la metrópoli. En 1814 apresó una Corbeta realista y cayeron en su poder 16 prisioneros; por esa acción el Gobierno de Cartagena lo nombró Alférez de Fragata.

En 1815 defendió a Cartagena; después emigró a Jamaica, se incorporó a la expedición de los Cayos en 1816 y luego se distinguió en Venezuela al lado de Brión. Combatió junto a Montilla en la campaña de Riohacha, por lo cual su anciano padre fue aprehendido y enviado por el Gobierno Español a Cartagena donde estuvo preso hasta 1820.

En el marco de la Ley 2334 del 2 de octubre de 2023, que designa esta fecha como un día de luto nacional, Colombia ha realizado una serie de actividades conmemorativas a lo largo y ancho del país. 

Desde el Caribe hasta el Pacífico, y en la Amazonía y la Orinoquía, la Armada de Colombia y los Infantes de Marina rindieron tributo al Almirante Padilla con ofrendas florales frente a sus monumentos, y a las 11:00 de la mañana, en el preciso momento de su fusilamiento hace casi dos siglos, se guardó un minuto de silencio en su honor. El pabellón nacional ondeó a media asta en señal de duelo.

En Riohacha, su tierra natal, la jornada fue especialmente solemne. La Armada llevó a cabo una eucaristía en la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, seguida de una ceremonia en el mausoleo que guarda los restos del Gran Almirante. Este acto contó con la presencia de autoridades civiles y militares que recordaron la grandeza de su legado.

Aporte de las comunidades afrodescendientes, 
indígenas y otros grupos étnicos del país

Simultáneamente, en Bogotá, se realizó una ofrenda floral ante el monumento del Almirante Padilla ubicado en el Park Way, en la localidad de Teusaquillo, donde se desarrolló una ceremonia conmemorativa en reconocimiento a sus logros y sacrificios por la patria.

Este homenaje no solo destaca la importancia del Almirante Padilla en la historia naval de Colombia, sino que también pone en valor el aporte de las comunidades afrodescendientes, indígenas y otros grupos étnicos del país, a quienes Padilla representó en su lucha por la libertad.

Además, la jornada se enfocó en la prevención de la discriminación racial y étnica, promoviendo actos educativos y el fomento del respeto por los derechos de estas comunidades, en sintonía con el legado de Padilla, quien en vida fue un firme defensor de la igualdad y la justicia.

Con estos homenajes, Colombia rescata del olvido a uno de sus héroes más importantes, reafirmando la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que, como José Padilla, lucharon por la libertad y la soberanía del país.

Cartagena