Vivió de forma ilegal en Estados Unidos y por medidas de Trump se ‘autodeportó’ a Colombia: este es su testimonio

hace 4 horas 31

La vida de Diego de la Vega, un activista ecuatoriano que pasó la mayor parte de su vida en Nueva York, no fue nada fácil, ya que por su estatus de ilegal tuvo que luchar y defender los derechos de las personas que estaban igual que él.

En un diálogo con ‘Migrant Insider' no solo contó acerca de cómo llegó a los Estados Unidos, sino lo duro que fue salir de allí después de 23 años y aunque no fue sencillo, en Colombia encontró la libertad y la estabilidad que siempre estuvo buscando.

Emigró con sus padres cuando tenía siete años de vida, fue de visitante y se quedó allí, enfrentándose a ser un latino más indocumentado, pues su familia buscaba un futuro mejor.

Hoy en día, tiene 31 años y recuerda que su experiencia no fue nada fácil y aunque fue beneficiario del programa Acción Diferida para los Llegados de la Infancia (Daca), en muchas de las ocasiones de su vida estuvo marcada por la incertidumbre y las limitaciones legales.

Así fue su estancia en los Estados Unidos y su lucha por los derechos de los inmigrantes ilegales

“Desde el principio me quedó muy claro que nuestro estatus era diferente. Incluso de niño entendía lo que significaba ser ilegal. Sabíamos que teníamos que protegernos. Vivíamos con miedo porque no teníamos el estatus adecuado, pero tuve una infancia bastante buena en Nueva York. Trabajamos duro, comenzamos en un apartamento en el sótano. Pero fuimos a la escuela y conseguimos trabajo”, comentó de la Vega.

Durante su estancia en los Estados Unidos se volvió políticamente activo, luego de haber presenciado el fracaso de la Ley Dream en el 2010, la cual era una propuesta que buscaba regular la situación migratoria de los jóvenes que llegaban al país siendo menores de edad, pero fracasó, ya que solo tuvo cinco votos de aprobación en el Senado.

Después de esta decepción que tuvo, comenzó a trabajar por los derechos de los inmigrantes y tuvo la oportunidad de hacer parte del equipo de las comunicaciones en la Asamblea de Estado de Nueva York, luego para el ‘Make the road NY’, una organización que protege a los inmigrantes.

Aunque gran parte de su vida estuvo luchando por defender a todos los inmigrantes ilegales, su gran victoria llegó en 2021 cuando era organizador digital de ‘Make the road’ ayudó a asegurar un fondo de 2.100 millones de dólares, aproximadamente 8 billones de pesos colombianos, que proporcionó cheques de ayuda de15.000 dólares, es decir, aproximadamente 62 millones de pesos colombianos, a trabajadores indocumentados excluidos de la ayuda federal por la pandemia.

Este triunfo no pasó desapercibido y en menos de un año fue contratado por la campaña de reelección de la representante Alexandria Ocasio- Cortéz, en la que se convirtió en el subdirector de comunicaciones.

“Alexandria tiene experiencia en organización, por lo que le gusta contratar a personas que compartan esa experiencia. Es una excelente comunicadora y el equipo que formó es de primera categoría”, argumentó.

A pesar de que tenía un buen futuro en este puesto, todo se vio frustrado por las reglas que tiene la Cámara de Representante en la que prohíben que los beneficios de Daca sirvan como asistentes en el congreso.

Así fue su llegada a Bogotá

Después de varios años de lucha, comenzó a considerar salir de los Estados Unidos, no solo porque no veía claro su futuro allí, sino que estaba pensando en tener hijo y no quería darle esa misma vida que le tocó a él.

“Cuando tenía veintitantos años, comencé a considerar seriamente lo precario que era mi futuro en Estados Unidos. Pensé en lo que sucedería si simplemente me iba, si iba a América Latina, si aceptaba mi identidad como latino en lugar de tratar de encajar en la imagen de un inmigrante perfecto”, dijo de la Vega.

Para Diego no era fácil dejar los Estados Unidos, luego de casi toda una vida allí y sabía que aunque Kamala Harris ganara, tenía que seguir luchando por su ciudadanía y no era tan sencillo.

“No poder salir de Estados Unidos ni visitar mi país fue duro. Independientemente del resultado de las elecciones de 2024, la probabilidad de una amnistía, la ciudadanía o una reforma migratoria integral parecía escasa. Incluso si Kamala Harris ganara, podríamos tener que esperar otros cuatro años, y luego otros cuatro más”, afirmó.

En diciembre de 2024, tomó la decisión con su esposa de dejar los Estados Unidos, no solo porque querían un futuro mejor para ellos, sino por los hijos que están planeando tener. Al ver las nuevas medidas del Gobierno del presidente Donald Trump, eligieron salir y radicarse en Bogotá.

“Yo quería estar en un lugar donde no me consideren ilegal, donde no me persiguiera el Estado, donde fuera bienvenido. Así que en diciembre, mi esposa y yo nos mudamos a Bogotá. Ella también era indocumentada, pero sin Daca, así que era mucho más vulnerable. En Colombia, conseguí fácilmente una visa.

Tenemos un futuro aquí. Tenemos derechos. Estas eran cosas que habíamos estado buscando durante 23 años”, explicó.

Para ellos no fue sencillo tomar la decisión de dejar los Estados Unidos, luego de haber vivido por más de 23 años, pero sabe que es la mejor decisión y que en Colombia no se estarán escondiendo y que tendrán una vida mejor.

“Es agridulce. No había salido del país en 23 años, desde los siete hasta los treinta. Ahora, no puedo regresar a los EE. UU. Se siente como un exilio. Es una mudanza muy permanente. Pero mi esposa y yo estamos seguros de que tomamos la decisión correcta. Y después de un tiempo, ha sido un verdadero placer estar aquí”, dijo.

Aunque todavía le parece algo raro no estar en la sombra de la ilegalidad, ya no tiene de qué preocuparse y aunque sabe que no puede volver a los Estados Unidos por muchos años, se siente feliz en Colombia.

“Es surrealista no estar ilegalizado nunca más. No tengo que vivir en la sombra ni preocuparme constantemente por el papeleo. Esa libertad de movimiento es increíblemente satisfactoria. Es posible que no pueda regresar a los Estados Unidos durante muchos años, no sé cuánto tiempo. Pero me siento satisfecho de estar en casa”, concluyó.