Una insólita jugada se dio este lunes en un torneo juvenil de Brasil, en donde un futbolista creyó que estaba jugando balón mano y cometió el penalti más surreal de las últimas décadas. Su insólita acción le da la vuelta al mundo.
Sucedió en el duelo entre Corinthians y Atlético Mineiro, en un choque del Brasileirão Sub-20 que se disputó en Sao Paulo y fue victoria para los locales 3-2, gracias, en parte, a la insólita acción.
El partido estaba 1-1 y Corinthians atacaba para busca el gol de la ventaja y remató al arco, pero se encontró la resistencia del arquero rival. La defensa del Mineiro intentó despejar el balón como pudo, pero todo terminó mal.
Un jugador del Galo cabeceó el balón para que su compañero la despejara, pero, sin explicación alguna, este tomó el esférico con las dos manos y lo acomodó para rebolearlo lejos de su área.
Inmediatamente, el árbitro del juego pitó penalti mientras señalaba el manchón blanco. Los jugadores del Mineiro no lo podían creer y se tomaban la cabeza, los del Corinthians protestaban la tarjeta amarilla.
El jugador al que se le cruzaron los cables y se le olvidó que estaba jugando fútbol intentó protestar la decisión con sus compañeros, pero no hubo nada que discutir.
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