'Viajamos a Canadá con mis hijos cuando eran pequeños; me arrepiento de hacerlo por una razón'

Algunos padres no suelen comprender la manera en que sus vidas cambiaron con el nacimiento de sus hijos hasta que se van de vacaciones en familia. Un ejemplo de esto es Melissa Noble, quien viajó a Canadá con su marido y sus dos hijos de cuatro años y ocho meses, aunque se arrepintió de esa decisión a los pocos días de arribar al país norteamericano. 

En un artículo para Business Insider, la madre contó su experiencia viajando por primera vez al extranjero con sus dos hijos pequeños. Si bien no pudo disfrutar del viaje como hubiese querido, aprendió la lección y ahora espera a que todos sean más grandes para volver. 

De acuerdo con su relato, Melissa y su esposo vivían en Banff, un pueblo turístico en la provincia de Alberta, Canadá, a sus 20 años. Se mudaron a Australia tiempo después, pero siempre estuvo en sus planes visitar su ciudad de origen para reencontrarse con familiares y la cultura canadiense. 

Una década después lograron concretar ese tan esperado viaje, esta vez en familia. Cuando llegaron a Vancouver después de 17 horas de vuelo, comenzaron a explorar el Parque Nacional Banff en una autocaravana, realizaron viajes por carretera por Hope y pasearon en otras partes de Canadá. En sus planes también estaban visitar a su hermano por su cumpleaños 50 y viajar por carretera a través de la Columbia Británica y Alberta.

A pesar de contar con ese extenso itinerario de actividades, los planes de la pareja cambiaron abruptamente. "Me di cuenta muy rápidamente de que tener niños pequeños nos impedía hacer algunas de las cosas que antes nos encantaban en esa zona", comentó la mujer. 

Por ejemplo, al llegar a Banff tenía la ilusión de poder realizar caminatas con los pequeños atados a sus espaldas. Sin embargo, pronto descubrió que los chicos no querían escalar ninguna montaña. En su lugar, tuvieron que hacer caminatas cortas con muchas paradas de por medio. 

Otra noche, sus compañeros de casa se ofrecieron a cuidar a sus hijos para que la pareja pudiera ir a un bar a tomar algo. Sin embargo, apenas alcanzaron a dar dos sorbos cuando tuvieron que volver porque la bebé de ocho meses no paraba de llorar. 

La experiencia en el viaje a Canadá no fue la esperada, aunque quieren volver cuando sus hijos sean mayores

El viaje del matrimonio a Banff no fue lo esperado y, aunque ellos recuerden cada detalle, sus hijos no tienen noción de su visita a Canadá. De hecho, el pequeño de cuatro años, que ahora tiene nueve, no recuerda nada de su visita al extranjero. Por ese motivo, Noble prefiere esperar a que los pequeños sean mayores para volver.

"Era demasiado joven para apreciar el privilegio, y el gasto, de viajar a otro país. Estoy segura de que si lo lleváramos al extranjero hoy, lo recordaría mucho mejor, ya que todavía recuerdo los viajes que hice al extranjero con mi familia cuando tenía más o menos su edad", concluyó la mujer.