En plena Semana Santa, Aura Rincón, una madre de cuatro hijos residente en el municipio de Candelaria, en el sur del Atlántico, enfrenta un calvario particular: una factura de agua que asciende a casi dos millones de pesos, a pesar de que su hogar carece de acceso al servicio de agua potable y alcantarillado.
"No tengo tuberías, ni baño, y dependo de la buena voluntad de mis vecinos para obtener el líquido", contó la mujer.
Aura, quien subsiste vendiendo mangos para mantener a su familia, aseguró que "es una injusticia".
"Me llegan facturas elevadas, sin tener ni una gota de agua", afirmó.
La mujer es madre cabeza de familia. Foto:Cortesía
La situación se torna aún más absurda al considerar que Aura figura como morosa ante la empresa Aqualia, responsable del servicio en la región.
Ante la falta de respuesta y soluciones por parte de la empresa, Aura ha recurrido a acciones legales, pero hasta el momento no ha obtenido resultados favorables.
"He buscado ayuda en Aqualia, pero solo he recibido trabas. Una vez, mientras yo trabajaba, enviaron personal a mi casa, tomaron fotos de mis hijos y de mi vivienda, y luego alegaron que mis hijos les impidieron el acceso", denunció la mujer.
Asimismo, hizo un llamado a la Alcaldía de Candelaria para que intervenga y evalúe su caso, pues la situación está afectando gravemente su vida y la de sus hijos.
"Pido a la administración municipal que tome cartas en el asunto. Hay muchas irregularidades. Es injusto que me cobren por un servicio que no tengo. Soy madre soltera y lucho cada día para darles de comer a mis hijos", sentenció.
Hasta el momento, la empresa de servicios Aqualia no se ha referido a este tema.