Una locura: migrantes deportados y agentes del ICE estaban atrapados juntos en un contenedor en África

La respuesta a la pregunta del título es tan alarmante como inusual: migrantes deportados y agentes del ICE se encuentran atrapados en un contenedor metálico en Yibuti, África oriental, en medio de un clima abrasador, sin acceso adecuado a medicinas, bajo amenazas de ataques terroristas y con una orden judicial estadounidense que fue ignorada. 

Esta situación se generó tras la suspensión, por parte de un juez federal en Boston, de un vuelo de deportación que llevaba a 8 inmigrantes a Sudán del Sur, país del que no son ciudadanos y que atraviesa una grave crisis humanitaria.

De acuerdo con The Guardian, en lugar de devolverlos a Estados Unidos, los funcionarios optaron por llevar a los detenidos —de origen mexicano, cubano, vietnamita, birmano y laosiano— a Camp Lemonnier, la base militar estadounidense en Yibuti, donde fueron alojados en un contenedor adaptado sin condiciones dignas.

Condiciones de detención entre calor extremo, enfermedades y grilletes

Los informes judiciales detallaron que tanto los agentes como los deportados presentan síntomas de infecciones respiratorias. Las temperaturas diurnas superan los 38 °C, mientras que por las noches una nube de humo tóxico invade el cielo, producto de la quema de basura y excrementos en las cercanías.

A pesar de estar en una base con infraestructura, los detenidos no accedieron a servicios básicos como medicación o atención médica constante.

Los agentes del ICE duermen en remolques improvisados, algunos usando mascarillas N95 debido a la contaminación. Los migrantes, por su parte, están esposados de pies y manos, en un espacio reducido y sin garantías procesales.

El juez Brian Murphy había prohibido expresamente la deportación de estas personas sin una evaluación previa conforme a la Convención contra la Tortura. 

El organismo ignoró la orden y los envió a un tercer país no seguro. Esta acción está siendo revisada por la Corte Suprema, donde la administración Trump argumenta que tiene autoridad para deportar a individuos a terceros países si sus naciones de origen los rechazan, incluso cuando existen antecedentes de violencia o tortura.

En tanto, los abogados de los detenidos acusan al gobierno de crear deliberadamente esta crisis y de usar Yibuti como un limbo legal. Sostienen que el traslado fue una maniobra para ganar tiempo hasta que la Corte Suprema se pronuncie.