Hace cuatro meses, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, visitó a su homólogo de Corea del Norte, Kim Jon Un, en Pyongyang. Entonces, Putin fue recibido entre alfombras, rosas rojas y guardias que hicieron gala de honor mientras ambos líderes se abrazaban, estrechaban sus manos y se sonreían como dos viejos camaradas reencontrándose después de muchos años.
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No era para menos. Se trataba de la primera visita que hacía Putin a la capital norcoreana en un cuarto de siglo. El viaje duró menos de 24 horas, pero la agenda de trabajo estuvo nutrida e incluyó la firma de un “acuerdo de asociación estratégica” que circunscribió un pacto de “defensa mutua en caso de agresión”.
Las imágenes (de satélite) son cosa seria. Si existen esas imágenes, es que algo hay (…). Nunca hemos dudado ni un ápice de la seriedad con la que los dirigentes norcoreanos se toman nuestros acuerdos”
Parecía un acercamiento natural que ambos revitalizaran sus relaciones.
Moscú había quedado aislado del comercio con las potenciales Occidentales después de que lanzó la invasión a Ucrania en 2022 y encontró en su vecino una fábrica de municiones y misiles para utilizar en su campaña militar. Mientras que los norcoreanos, aquejados por la crisis, pudieron acelerar la importación alimentos, combustibles y otros pertrechos rusos.
Sin embargo, el pacto sellado este 2024 era casi idéntico al que firmaron en junio de 1961 el entonces líder soviético, Nikita Jruschov, y el fundador de la República Popular Democrática de Corea, Kim Il-sung.
Hoy, varias semanas después de ese encuentro, los puntos parecen estar conectándose sobre el verdadero sentido de la “asociación estratégica” con el reciente anuncio de que Pyongyang habría empezado a mandar tropas a suelo ruso para la guerra en Ucrania.
Envío de tropas norcoreanas a Rusia, una posible escalada en el conflicto en Ucrania
Esta semana, Estados Unidos, Corea del Sur y la Otán denunciaron el envío de tropas de Corea del Norte a Rusia para luchar en la invasión a Ucrania luego de que los servicios de inteligencia notaron el movimiento de 3.000 uniformados. Incluso, la inteligencia ucraniana cree que esos soldados estarían listos para combatir a partir de este domingo.
Un enigmático Putin, al final de la cumbre de los Brics en Kazán, no confirmó el despliegue de soldados, pero sí defendió el tratado de asistencia mutua que firmó con Kim.
NEW: Russian President Vladimir Putin failed to deny the presence of North Korean military personnel in Russia on October 24, amid official Ukrainian reports that the first North Korean military units arrived in Kursk Oblast on October 23.
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“Las imágenes (de satélite) son cosa seria. Si existen esas imágenes, es que algo hay (…). Nunca hemos dudado ni un ápice de la seriedad con la que los dirigentes norcoreanos se toman nuestros acuerdos”, dijo el líder ruso al destacar el tratado que ratificó la Duma (el Parlamento) que se firmaron ambos países durante la visita que Putin hizo a suelo norcoreano a mitad de este año.
De acuerdo con expertos, el número de soldados podría ascender a unos 10.000 de aquí a finales de año, lo cual supondría una enorme escalada de en el conflicto al que se uniría un tercer país y profundizaría el rompimiento que Putin buscó protagonizar durante la cumbre de los Brics para demostrar que, aunque está aislado de Occidente, aún tiene aliados a quien recurrir.
Este es un cambio radical en la política rusa. Si antes el Kremlin se había posicionado como un socio útil para Occidente a la hora de tratar con naciones problemáticas, ahora se ha convertido en un problema gigante en sí mismo
“Este es un cambio radical en la política rusa. Si antes el Kremlin se había posicionado como un socio útil para Occidente a la hora de tratar con naciones problemáticas, ahora se ha convertido en un problema gigante en sí mismo”, le dijo Alexander Gabuev, experto del Carnegie Rusia Eurasia Center, al diario The New York Times.
Y es que si bien hasta hace una década, Rusia, China y Estados Unidos colaboraban de forma indirecta para disuadir a los norcoreanos de mantener las líneas rojas sobre su programa nuclear, hoy Moscú rompió completamente con esa lógica y ahora Putin cree que Kim Jong Un tiene el “derecho” a tomar las decisiones que considere para mejorar sus capacidades de defensa.
“Corea del Norte ve una oportunidad ahora de construir un nuevo bloque de influencia y de orden multipolar junto a Rusia, una idea de la que Putin hizo eco durante su visita a Pyongyang”, explica Rachel Minyoung Lee, gerente de asuntos regionales y analista sénior de la organización Open Nuclear Network, con sede en Austria.
Pero ante la falta de información oficial y el secretismo que guardan rusos y norcoreanos sobre el envío de tropas, de momento, no está claro, cuál será el impacto del contingente militar que estaría enviando Kim.
“Con el número actual informado, el impacto de las tropas norcoreanas sería limitado. Esto podría cambiar si Kim decide enviar más tropas. Por ahora, mi opinión es que Kim quiere que sus tropas traigan una valiosa experiencia de combate, y también que consoliden más los lazos con Rusia y obtengan bienes y servicios de Rusia a través de este acuerdo”, le explicó a este diario Tianran Xu, analista de Open Nuclear Network.
Corea del Sur podría reaccionar a esto enviando ayuda letal a Ucrania, lo que potencialmente haría que este incidente fuera más favorable para Ucrania
Por su parte, Choe Sang-Hun, el jefe de la oficina del Times en Seúl, asegura que si bien los soldados de Corea del Norte se les exige prestar servicio militar entre ocho y diez años, lo que los convierte en reclutas experimentados que podrían marcar la diferencia, los problemas económicos que atraviesa el país ponen en duda las capacidades, en especial porque los norcoreanos no enfrentan un conflicto desde el armisticio de la Guerra de Corea, hace unos 70 años.
En conversaciones interceptadas a militares rusos que fueron divulgadas este viernes por Kiev se escucha a integrantes de la 810.ª Brigada Separada del distrito militar sur ruso, que combate en Kursk, hablando de la asignación de traductores y de otros preparativos para la recepción y distribución del personal norcoreano, al que se refieren como ‘Batallón K’.
De momento, la inteligencia ucraniana dice que parte de estos soldados ya fueron desplegados en Kursk, una zona rusa que Kiev controla parcialmente como parte de un intento de contraofensiva.
Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca dijo que, si los soldados norcoreanos deciden unirse al conflicto, “se convertirán en objetivos en legítimos”. Habrá que esperar hasta donde escala la guerra con un eventual tercer protagonista directo en el terreno de combate.
Sin embargo, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, advirtió que su país no se quedará "de brazos cruzados" ante el envío de tropas norcoreanas en territorio ruso y se mostró incluso dispuesto a estudiar la posibilidad de suministrar armas a Ucrania, lo cual podría elevar aún más las ya existentes tensiones entre el eje Moscú-Pyongyang y Occidente.
“Corea del Sur podría reaccionar a esto enviando ayuda letal a Ucrania, lo que potencialmente haría que este incidente fuera más favorable para Ucrania”, acotó Xu.
CARLOS JOSÉ REYES - SUBEDITOR INTERNACIONAL - EL TIEMPO