Una familia de Australia se sintió emocionada al encontrar una oferta que parecía imperdible para viajar en primera clase a Estados Unidos. Sin embargo, pronto todo se tornó en decepción al darse cuenta que, en realidad, tenían una deuda por más de US$100.000.
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Aji Paul, un hombre de Brisbane, una ciudad en Australia, reservó cuatro boletos de primera clase para viajar hasta Dallas, Texas y visitar a su familia y amigos.
Dijo que encontró la oportunidad el pasado 23 de agosto, para, por cuatro vuelos de ida y vuelta en primera clase, únicamente pagar alrededor de US$17.500. No obstante, utilizó la opción de "Reservar ahora y pagar después", y abonó US$100 para mantener la oferta.
No obstante, días después, la aerolínea Qantas le hizo saber que el precio era incorrecto y, aunque le prometió una promoción, al final, la suma de su factura resultó muy alta.
Según relató a un medio local, información que retomó The New York Post, la compañía aclaró que había vendido cientos de vuelos en primera clase alrededor de 85 por ciento más baratos debido a un error.
No obstante, como un acto de "buena voluntad", la aerolínea se comprometió a dar a los clientes un asiento en clase ejecutiva sin costo adicional, incluso, teniendo el derecho a cancelar la compra hecha por los usuarios con la tarifa errónea, de acuerdo con sus términos y condiciones.
Con base en el mensaje de Qantas, quienes habían tenido acceso a los precios erróneos, todavía estaban disfrutando de alrededor de un 65 por ciento de descuento sin tener que hacer un cambio de fecha o algún tipo de trámite.
Considerando lo anterior, Paul y su familia siguieron planificando sus vacaciones a Estados Unidos. Pero se decepcionaron al darse cuenta de que la aerolínea en realidad no pensaba cumplir lo prometido.
Y es que, de pronto descubrió que el pago que adeudaba había aumentado de US$17.465 a US$100.121. Inicialmente, compartió el consumidor, pensó que se trataba de otro error, así que se puso en contacto con la compañía para iniciar, lo que describió como una semana frustrante llena de múltiples intentos de comunicación con diferentes representantes de servicio al cliente.
Paul se encontró con que cada persona con la que hablaba le daba una versión diferente de lo que iba a suceder con su cuenta. Mientras algunos le prometían una solución para mantener el precio, otros ni siquiera estaban familiarizados con la situación.
El cliente se sintió muy frustrado pues, dijo, habría aceptado simplemente el reembolso de sus US$100 y la eliminación de la oferta si, desde un inicio, la aerolínea le hubiera dicho que se trataba de un error, en lugar de ofrecerle una nueva promoción.
Al final, lo que le propusieron fue presentar un formulario de queja cuya respuesta fue que tendría que pagar US$56.000 para mantener sus vuelos en clase ejecutiva.
¿Cuál fue la respuesta de la aerolínea que vendió cientos de boletos en primera clase a un precio erróneo?
No fue sino hasta que los medios de comunicación locales hicieron presión que finalmente la aerolínea Qantas resolvió el caso y brindó una respuesta a Paul y su familia.
Un representante de la compañía pidió disculpas por lo que había sucedido y señaló que ya se habían puesto en contacto con el hombre para respetar lo prometido y ofrecerle los asientos en clase ejecutiva por el precio original de US$4.366 por persona.