Aprobada la reforma de la salud en la Cámara de Representantes, ahora el proyecto se medirá a la verdadera prueba de fuego en la que el nuevo ministro del Interior, Armando Benedetti, deberá demostrar lo que vale: la Comisión VII del Senado.
Estaba cantado que la iniciativa superara su segundo de cuatro debates. Si bien Benedetti tuvo que ajustar algunas tuercas para desentrabar el proyecto, que desde diciembre estaba enredado, no se puede desconocer que el Gobierno ha reinado en la Cámara durante los últimos dos años y medio.
Armando Benedetti, ministro del interior, durante la discusión de la reforma de la salud. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
Pero en el Senado han sido más los tragos amargos. Fue en la célula legislativa que hoy preside la jefa del conservatismo, la senadora Nadia Blel, donde se hundió la primera reforma de la salud del gobierno Petro.
Precisamente, Blel y José Alfredo Marín –fue reemplazado por Esperanza Andrade–, del Partido Conservador; Honorio Henríquez y Alirio Barrera, del Centro Democrático; Berenice Bedoya, de la ASI; Lorena Ríos, de Colombia Justa Libres; Ana Paola Agudelo, del Mira; Norma Hurtado, de ‘la U’, y Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal, fueron quienes hundieron la iniciativa.
Si ese bloque de ocho senadores se mantiene, será imposible para el Gobierno que el proyecto supere su tercer debate, ya que esa comisión está conformada por 13 miembros y los votos pro-gobierno solo podrán llegar a cinco, lo que es insuficiente.
Nadia Blel, presidenta del Partido Conservador Foto:Prensa Senado
Es por eso que el ministro Benedetti, quien conoce bien el Congreso, tiene en la mira esa comisión. En esa tarea lo va a acompañar, seguramente, Antonio Sanguino, exsenador de la Alianza Verde y hoy ministro del Trabajo.
El Partido Conservador mantendrá su decisión de votar ‘no’ a la reforma de la salud liderada por el Gobierno Nacional, en la discusión que inicia en el Senado de la República
Partido ConservadorColectividad
En un principio, todas las miradas apuntan a dos rostros: los de las representantes Agudelo y Ríos. El exministro del Interior Juan Fernando Cristo venía adelantando los acercamientos con ellas, pero para el debate de la reforma laboral, que también está en la VII y que hasta ahora tampoco tiene los votos.
Benedetti, no obstante, deberá comenzar las negociaciones con ellas desde cero, primero para la laboral, que si no está aprobada el 20 de junio se hunde por falta de trámite, y luego para la reforma de la salud.
El ministro de Salud celebra junto a María Eugenia Lopera la aprobación de la reforma. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
También, Benedetti buscaría convencer a Hurtado, quien es del partido en el que militó en los últimos años y al cual el Gobierno le entregó nuevamente el Ministerio de las TIC. De hecho, el designado ministro Julián Molina llegó a esa cartera con el guiño del sector de ‘la U’ de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, quien es la jefa política de Hurtado. Y también se habla de ‘coqueteos’ con Bedoya.
Los dos uribistas, los dos conservadores y el liberal están firmes en su intención de hundir la reforma. “El Partido Conservador mantendrá su decisión de votar ‘no’ a la reforma de la salud liderada por el Gobierno Nacional, en la discusión que inicia en el Senado de la República. Nuestra postura está sustentada en argumentos técnicos y no políticos que advierten su inconveniencia”, se lee en un pronunciamiento oficial de la colectividad.
Pinto, por su parte, está cada vez más alineado con las directrices del expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, quien ha sido fuerte crítico del Gobierno. Fuentes del liberalismo le aseguraron a este diario que el senador votará en contra de la reforma de la salud y también buscará hundir la laboral. El voto negativo del uribismo está garantizado.
El aval fiscal
Una de las principales razones de la reforma que se hundió en abril del 2024, tras un largo año de trámite en la Cámara, fue la falta de aval fiscal, requisito que la nueva ley no cumple todavía.
Es decir, la Cámara aprobó un proyecto sin saber cuánto le va a costar a la Nación el nuevo sistema de salud que les propone el presidente Gustavo Petro a los colombianos.
Cámara aprobó en segundo debate la reforma a la salud Foto:
Y ya están advertidos. Hurtado se comprometió a votar en contra si no está listo ese documento que debe emitir el Ministerio de Hacienda: “No respaldaré la reforma de la salud sin un aval fiscal riguroso y técnicamente sustentado por el Ministerio de Hacienda. Hasta la fecha, no se ha demostrado su viabilidad financiera. Es imprescindible que el ministro de Hacienda esté presente para responder cada inquietud. La salud de 50 millones de colombianos exige responsabilidad y rigor, no improvisación”.
En la misma línea se pronunció Ríos: “Ni la reforma laboral ni la reforma de la salud garantizan sostenibilidad financiera. No respaldaré proyectos que pongan en riesgo el empleo y la vida de los colombianos”.
“Comenzamos con la primera dificultad: ninguno de los dos proyectos viene acompañado de aval fiscal por parte del Ministerio de Hacienda. Brindaremos todas las garantías en la discusión; esperamos el mayor respeto por parte del Gobierno”, opinó, por su parte, Bedoya.
Los mensajes de las senadoras se dieron luego de versiones sobre un eventual cambio de postura. Si las tres se mantienen firmes y el Gobierno no entrega el aval fiscal, la reforma está condenada nuevamente al archivo porque no habría manera de negociar con estas senadoras.
La VII, con todas las miradas
En las próximas semanas, la Comisión VII del Senado se convertirá en el epicentro de la agenda política nacional.
En manos de 13 senadores –Wilson Arias (Pacto), Martha Peralta (Pacto), Ferney Silva (Pacto), Omar Restrepo (Comunes) y Fabián Díaz (Alianza Verde) también la conforman– están dos de las reformas claves para el cumplimiento del programa de gobierno de Gustavo Petro y de la reelección del proyecto político de la izquierda en las elecciones del 2026.
El presidente Gustavo Petro le envió un mensaje a las disidencias. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Ya el presidente Petro lo ha advertido en varias oportunidades: el éxito en las urnas en el 2026 depende de la aprobación de las reformas y su implementación. Para ello, además de la estrategia de negociación con el Congreso, entregar ministerios a partidos –clave para el avance de la reforma en Cámara– el Presidente ha convocado a sus bases para que salgan a las calles.
Y todos los sectores políticos tienen los ojos puestos en la Comisión VII del Senado, donde hoy las fuerzas se inclinarían por hundir las dos iniciativas, pero Benedetti ya se empezó a mover con sus otrora compañeros.
Desde la Cámara han hecho varios llamados a los miembros de esa célula legislativa. Por ejemplo, la representante de Alianza Verde Catherine Juvinao insistió en que sería incoherente si los 8 senadores cambian su postura: “En la primera versión de la reforma hubo un grupo de 9 congresistas de la Comisión VII que, desde el principio, armaron una especie de bloque y votaron por el archivo. La pregunta es si estarán igual de sólidos. No sabría qué responder. Sé que el Gobierno está desplegando todas las formas de lucha; está ejerciendo presión. Si alguno de ellos se volteara, sería un mensaje nefasto para el país, porque la reforma no solo tiene lo mismo que la anterior, sino cosas peores. No habría cómo justificar que hayan votado “no” a la primera y voten “sí” a la segunda”.
Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico, puso buena parte de la responsabilidad en Benedetti: “Ese es el desafío que tiene Benedetti, espero que sí. Benedetti, como los ministros anteriores que han estado en la cartera del Interior, viene de la política tradicional. Benedetti, en 15 días, ha logrado desempantanar una reforma, con el acompañamiento del ministro Jaramillo, que se ha dedicado a generar consensos. Es la responsabilidad que tiene Benedetti seguir avanzando en acuerdos con las distintas facciones políticas del país; no solo para las reformas, sino para un gran proceso de unidad nacional y seguir en el poder en 2026”.
La pelota, entonces, queda en manos del Senado. Se espera que la semana que arranca se radique, de la mano de Pinto, la ponencia negativa de la reforma laboral. Primero, deberán discutir esa y, una vez culmine este proceso, pasarán a discutir salud. Por ahora, la estrategia es hundir la reforma laboral, pero no está claro si se buscará dilatar salud una vez se culmine el trámite de la primera reforma, pues a medida que pasen los meses, la campaña, que cada vez se pondrá más intensa, se comerá la agenda legislativa y no quedará tiempo para discutir proyectos de tal envergadura.
MATEO GARCÍA AGUDELO
Subeditor de Política