Una mujer descubrió un cáncer de mama mientras estaba embarazada, enfrentando un dilema desgarrador: su vida y la de su hija estaban en peligro, pero decidió luchar por ambas.
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El inicio de un sueño y un diagnóstico aterrador
Esta madre, que siempre soñó con tener una hija, ya tenía dos hijos, Matheus de 10 años y Daniel de 7 meses. Estaba atravesando un momento difícil tras salir de una relación abusiva y justo cuando pensaba retomar su vida profesional como banquera, recibió la noticia de que estaba nuevamente embarazada.
“Fue un shock, estaba dejando una relación abusiva y pensé que era momento de volver a trabajar, al gimnasio, a todo”, comentó. Pocos días después, descubrió que esperaba una niña, lo que le dio fuerzas para seguir adelante: “Voy a cerrar la fábrica con una niña”, pensó con alegría.
Sin embargo, al poco tiempo de enterarse del embarazo, Daniel dejó de amamantar debido a cambios hormonales en su cuerpo. Fue entonces cuando, al bañarse, notó dos pequeñas bolitas junto a su pezón derecho.
Esta situación la preocupó, ya que en su familia había antecedentes de cáncer, incluyendo la muerte de su abuela a los 40 años debido a esta enfermedad. Aunque durante su infancia había creído que el cáncer saltaba generaciones, como le aseguraban su madre y su tía, el temor siempre estuvo presente.
La lucha por su vida y la de su hija
En cuanto descubrió los nódulos, de inmediato contactó a su obstetra, quien le pidió realizarse una ecografía mamaria. El médico le sugirió que visitara a un mastólogo de inmediato, algo que la preocupó.
Aunque aún no se había confirmado el diagnóstico, el mastólogo ya sospechaba que se trataba de cáncer de mama. Fue entonces cuando recibió una sugerencia que la marcó: interrumpir el embarazo.
Según el especialista, las hormonas del embarazo podrían estar alimentando el tumor, y la ley brasileña permite la interrupción del embarazo cuando la salud de la madre está en riesgo. Sin embargo, para ella, esta opción nunca fue una posibilidad: “Si yo insistiera, ambos lo intentaríamos”, expresó con firmeza.
A pesar del miedo, tomó la decisión de seguir adelante con su embarazo y el tratamiento contra el cáncer. Se sometió a una biopsia dolorosa y el 3 de julio recibió el diagnóstico oficial: carcinoma ductal infiltrante. Los médicos le dijeron que sería necesario realizar una mastectomía. En ese momento, la incertidumbre la invadió, pero estaba decidida a luchar por su vida y la de su hija.
El tratamiento y el nacimiento de Louise
Después de la mastectomía, que resultó exitosa, comenzó con sesiones de quimioterapia durante su quinto mes de embarazo. Aunque los efectos secundarios no fueron tan graves como esperaba, sufrió la caída de su cabello.
“Tenía un tumor creciendo dentro de mí, al cual iba a matar, tenía una vida creciendo dentro de mí, queriendo sobrevivir”, expresó sobre este periodo tan difícil. Su hija, Louise, nació el 24 de enero de 2018, en un parto que llegó hasta las 41 semanas de gestación. Pesando 3,7 kilos, la niña nació sana y pudo ser amamantada, aunque solo por un corto periodo, ya que la madre tuvo que retomar su tratamiento poco después.
Los médicos le advirtieron que tendría que continuar vigilando su salud, ya que tiene mutaciones genéticas que aumentan las probabilidades de que vuelva a desarrollar tumores.
A pesar de todo lo que enfrentó, hoy es una sobreviviente. Ahora dedica su tiempo a hablar abiertamente sobre su experiencia, con la esperanza de inspirar a otras mujeres que puedan enfrentar situaciones similares: “Hice un trato con Dios, le dije que si me curaba hablaría abiertamente del tema y cuando otra mujer pasara por lo mismo vería mi historia, la de los que sobrevivieron”, concluyó.
MARIANA ROSÁRIO
O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O G lobo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.