'Tener varios trabajos de tiempo parcial en lugar de uno a tiempo completo me funciona mejor como madre'

Ashley Archambault fue madre y regresó al trabajo recién cuando su hijo tenía seis meses, pero evitó los empleos de tiempo completo hasta que el pequeño cumplió cinco años y contó que ese modelo le funcionó mejor como madre.

Durante esos primeros años, Archambault combinó múltiples trabajos parciales: limpiaba casas y oficinas, daba clases de yoga, cuidaba niños en un preescolar y trabajaba en una biblioteca, de acuerdo a lo que relató en un ensayo de Business Insider. 

En algún momento, incluso añadió el cuidado de mascotas. Sumando todas estas actividades, cumplía 40 horas semanales, pero la flexibilidad le permitió priorizar tiempo con su hijo.

"No quería un trabajo de 9 a 5 antes de que mi hijo empezara el jardín de infantes. Quería estar presente en sus primeros años", dijo Archambault, quien explicó que gracias a la variedad de empleos, podía organizar su horario y, en su mayoría, trabajar cuando el niño estaba con su padre.

Diseñar su propia rutina, sentirse como su propia jefa y desempeñarse en distintos roles le resultó gratificante. "Disfrutaba dar clases de yoga algunas veces a la semana y también trabajar en la biblioteca", dijo.

Las desventajas de ser madre de un niño y tener un trabajo a tiempo completo

Sin embargo, cuando su hijo estaba por entrar al jardín de infantes, Archambault consiguió un puesto fijo como maestra. Aunque inicialmente sintió alivio por tener un solo empleo, pronto descubrió las desventajas, las cuales detalló en Business Insider.

A pesar de que su hijo pasaba gran parte del día en la escuela, tuvo que inscribirlo en aftercare: su jornada terminaba a las 2 P. M., pero la de ella a las 4 P. M. "Extrañaba poder buscarlo al finalizar su día, como antes", admitió Archambault.

Además, tras descontar el seguro médico y el costo del aftercare, su salario neto era igual al que obtenía con sus trabajos parciales. Eso le generó frustración y comenzó a perder la batalla contra el estrés, según relató.

Después de seis años como maestra, Ashley decidió volver a los empleos flexibles. "No me sentía tan realizada como antes. A veces, hasta me aburría y recordaba con nostalgia mi vida anterior", dijo. Aunque disfrutaba algunos aspectos de la enseñanza, concluyó que el formato tradicional no se adaptaba a su maternidad y decidió volver al antiguo esquema.

Hoy, con el seguro médico de su nuevo esposo, Ashley retomó la libertad de antes. "Ahora gano menos, pero recuperé energía para mi hijo, y eso no tiene precio", aseguró.