Con el rostro descompuesto, la voz débil y la mirada triste, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de 53 años, se presentó el jueves 12 de junio ante los periodistas en la sede del PSOE -partido que lidera desde 2017-, en el momento más bajo de sus siete años al frente del Ejecutivo.
“Lo hago, en primer lugar y ante todo, para pedir perdón a la ciudadanía”, dijo al explicar su comparecencia. Ofreció disculpas siete veces más, tras agravarse un escándalo de comisiones, amaño de contratos y financiación ilegal del PSOE, protagonizado por quienes fueran, durante los últimos diez años, sus dos hombres de mayor confianza.
Pedro Sánchez en rueda de prensa tras las reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE Foto:EFE
Acababa de reunirse en el palacio de la Moncloa con Santos Cerdán León, un dirigente navarro de 56 años, su operador político más eficaz, a quien le pidió que renunciara a su cargo de secretario de organización del PSOE y dejara su escaño en el Congreso de los Diputados.
Según habían divulgado los medios horas antes, Cerdán es protagonista central de una trama de corrupción al lado del exministro de Fomento y luego de Transportes, José Luis Ábalos -otrora gran aliado de Sánchez-, y del asesor de éste, Koldo García, caídos en desgracia en febrero de 2024, cuando García y su esposa fueron detenidos por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, por el cobro de comisiones en una importante compra de mascarillas en tiempos de la pandemia.
Santos Cerdán León. Foto:AFP
En noviembre, el Tribunal Supremo decidió procesar al exministro Ábalos por cohecho, malversación, tráfico de influencias y organización criminal. Había sido un hombre clave en el ascenso de Sánchez a la secretaría general del partido y mereció por ello un puesto en el gabinete de ministros, en el que estuvo de 2018 a 2021.
También ejercía como secretario de organización del PSOE, designado por Sánchez en junio de 2017, en agradecimiento al papel que jugó al conseguirle el respaldo de la mayoría de los líderes socialistas, para ganar las elecciones internas de ese año y recuperar la secretaria general de la que había sido removido nueve meses antes.
Pedro Sánchez en rueda de prensa tras las reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE Foto:EFE
Cuando comenzaron los problemas para Ábalos en 2021, Sánchez lo remplazó con Cerdán en la secretaría de la organización. Pero ahora, gracias a las investigaciones de la UCO, está claro que Cerdán estaba involucrado en la misma red de corrupción. En noviembre de 2024, el comisionista Víctor de Aldama, detenido semanas antes y convertido en colaborador de la Justicia, contó al juez instructor que no sólo había untado a Ábalos y a Koldo García por las mascarillas, sino que también había pagado comisiones a Cerdán por otros contratos.
Con Sánchez, los socialistas nunca han alcanzado la mayoría absoluta del Congreso, pero él siempre tuvo a Ábalos y a Cerdán para garantizarle el apoyo de los nacionalistas del País Vasco y Cataluña, y por eso su enorme deuda con ellos
De modo que, desde hace meses, las sospechas sobre Cerdán venían en aumento. Pero Sánchez siempre lo defendió, mientras desde el gobierno y el partido, activaban una operación para desprestigiar a la UCO. Sánchez le debía mucho a Cerdán, en especial por su manejo de las negociaciones que permitieron que los nacionalistas vascos del PNV y los independentistas catalanes de Junts, sumaran sus votos a los socialistas -que no contaban con mayoría absoluta- para conseguir que Sánchez ganara la presidencia del gobierno en 2018.
Protestas contra Pedro Sánchez en España. Foto:AFP
Cerdán también fue definitivo para que Sánchez se quedara en el cargo tras las elecciones de 2023. El opositor Partido Popular, del dirigente de centro-derecha Alberto Núñez Feijóo, ganó esas votaciones, pero no pudo construir una mayoría absoluta en el Congreso, mientras Sánchez, gracias a las negociaciones de Cerdán con los nacionalistas vascos y catalanes, reunió suficientes diputados para ser investido presidente del gobierno.
“Con Sánchez, los socialistas nunca han alcanzado la mayoría absoluta del Congreso, pero él siempre tuvo a Ábalos y a Cerdán para garantizarle el apoyo de los nacionalistas del País Vasco y Cataluña, y por eso su enorme deuda con ellos”, le dijo a EL TIEMPO, este lunes, un diplomático español.
De ahí que el jefe de gobierno no tuviese más remedio, el jueves 12 ante los medios, que asumir “toda la responsabilidad política”, tras expresar que lo ocurrido “me provoca una profunda indignación y una profunda tristeza”. Según el entorno de Sánchez, fue engañado por Cerdán y confió siempre en su palabra, hasta que, la semana pasada, el informe de la UCO dejó en claro, con amplia carga probatoria, que el secretario de organización del PSOE estaba metido en la trama corrupta desde hace años.
Protestas contra Pedro Sánchez en España. Foto:AFP
Las grabaciones y chats que revelan el entramado de corrupción y sepultan a las fichas de Pedro Sánchez
Además de la cooperación judicial del detenido comisionista Víctor de Aldama, el explosivo informe de la UCO se basa, entre otras fuentes documentales, en los dispositivos electrónicos incautados a Koldo García, que guardaban numerosas grabaciones y chats, desde 2019. Esos registros dan cuenta de manipulación de contratos a cambio de jugosas comisiones destinadas a Ábalos y García, en una conspiración a la que no era ajeno Cerdán. Hasta este lunes, los investigadores habían sumado 620 mil euros en coimas y más de 720 millones de euros en adjudicaciones amañadas.
Pero conocedores de las indagaciones asumen que estas cifras van a aumentar cuando sean consolidadas otras líneas de investigación. Y agregan que serios indicios apuntan a que parte del dinero de las comisiones terminó en las arcas del PSOE, siendo usada para pagar, por fuera de la contabilidad del partido, gastos de diversa índole.
Según informó este lunes el diario español El Mundo, que lleva meses liderando el seguimiento periodístico del caso, en el Tribunal Supremo esos indicios “abren la vía a la imputación del partido socialista como persona jurídica por financiación ilegal”. Además, algunas de las conversaciones sugieren que los implicados ayudaron a comprar -al parecer con dinero de las coimas- votos de militantes socialistas en las elecciones internas que Sánchez ganó para hacerse con la secretaría general.
Protestas contra Pedro Sánchez en España. Foto:AFP
Pero hay más. Una de las conversaciones halladas por la UCO data del 23 de septiembre de 2020, en momentos en que España enfrentaba la segunda ola del covid-19. Según El Mundo, ese día los socialistas habían impulsado en el Congreso una iniciativa que condenaba la prostitución, lo que no impidió a Ábalos, entonces ministro de Transportes, acordar con Koldo García, en una cruda charla, cómo repartirse entre ellos y un invitado cuyo nombre no revelan, meretrices de un burdel que solían frecuentar, entre ellas una que llamaban “la colombiana”.
El informe de la UCO resulta devastador para Sánchez, quien ya estaba siendo acosado por otros casos que, si bien no implican delitos tan descarados como los de la trama de Cerdán, Ábalos y Koldo García, han ido lesionando la imagen del jefe del gobierno español. Begoña Gómez, esposa de Sánchez, fue imputada por un juez por tráfico de influencias y apropiación indebida, por la forma como pudo favorecerse con la asignación de una cátedra en la Universidad Complutense de Madrid, y con el señalamiento adicional de adueñarse de un software académico.
También por tráfico de influencias ha sido imputado David Sánchez, hermano del jefe de gobierno y músico de profesión, por una jueza de Extremadura que encontró evidencia suficiente para procesarlo, en un caso que apunta a que un cargo en la dirección de conservatorios musicales de la Diputación de Badajoz, fue creado única y exclusivamente para nombrar allí a quien ya muchos medios llaman “el hermanísimo”. Funcionarios de la Moncloa, sede del presidente del gobierno, aparecen apoyando la creación del cargo por medio de decenas de correos electrónicos.
Pedro Sánchez en rueda de prensa tras las reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE Foto:AFP
Sánchez, en modo supervivencia tras el escándalo
Sánchez ha asumido “toda la responsabilidad política” por el escándalo de Cerdán, pero lo ha hecho sin que eso derive en consecuencias para él, pues ha negado categóricamente cualquier posibilidad de anticipar las elecciones generales, previstas para 2027. De ahí que muchos analistas y columnistas se preguntasen durante el fin de semana sobre el significado concreto de esa “responsabilidad política”.
Los medios de comunicación han sido especialmente severos con Sánchez en estas horas, un escenario agravado porque el diario El País de Madrid, identificado hasta hace poco como muy cercano al gobierno, acaba de cambiar de director.
“El problema para Sánchez -explicó el diplomático español consultado por EL TIEMPO- es que aunque el nuevo director, Jan Martínez Ahrens, es un hombre de izquierdas, no es cercano a La Moncloa, como sí lo era su antecesora, Pepa Bueno, y esa independencia se ha notado en el cubrimiento noticioso de estos últimos días”.
Tanto El País como El Mundo publicaron duras notas editoriales este fin de semana. El Mundo aseguró que “La continuidad de Pedro Sánchez es insostenible” y agregó: “España no puede permitirse a un presidente sometido a la sacudida diaria de revelaciones que retratan la catadura moral y la hipocresía de quienes iban a limpiar la corrupción y lo que hicieron fue instalarla en la cúspide del poder”.
En cuanto a El País, en una nota titulada ‘Credibilidad rota’, dijo que: “Sánchez es el responsable de nombrar primero a José Luis Ábalos y después a Santos Cerdán para el puesto orgánico más poderoso del PSOE…” y recordó que “ambos habían sido colaboradores íntimos” suyos.
Pedro Sánchez en rueda de prensa tras las reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE Foto:EFE
El jefe del gobierno español teme, con razón, que si anticipa las elecciones, perdería por un margen significativo con el opositor PP. Los sondeos de inicios de junio no eran muy alentadores. Según la encuesta Sigma Dos para El Mundo, el PP obtendría 149 bancas, contra apenas 118 del PSOE, y aún con el apoyo de sus actuales aliados, Sánchez quedaría lejos de la mayoría absoluta.
Y si eso fue antes del estallido de lo peor del escándalo, tras lo ocurrido la semana pasada el pronóstico para los socialistas es bastante más oscuro. El problema -y es lo que piensan varios dirigentes socialistas- es que nada garantiza que las cosas vayan a mejorar en los meses venideros y, por el contrario, si las revelaciones continúan, el PSOE y Sánchez pueden hundirse aún más.