"Son venenosas": las autoridades de Nueva York advierten de la presencia de esta peligrosa especie

hace 1 semana 15

Quienes disfrutan de pasar el día en lagos o parques de Nueva York deberían estar atentos: las autoridades han emitido una advertencia por el avistamiento de una especie peligrosa en varios entornos naturales del estado. El mensaje es claro: cuidado donde pisa.

En distintas regiones se ha confirmado la presencia de serpientes venenosas, que habitan tanto en tierra como en zonas cercanas al agua. Aunque forman parte del ecosistema local, representan un riesgo si se las molesta o se invade su territorio. Ya se identificaron cuerpos de agua con actividad recurrente.

El llamado no es para alarmarse, sino para tomar precauciones. Conocer el entorno, seguir la señalización y evitar el contacto directo son medidas clave para disfrutar de la naturaleza sin sobresaltos.

¿En qué zonas se advierte la presencia de esta peligrosa especie?

El Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York (DEC, por su sigla en inglés) identificó tres especies de serpientes venenosas entre las 17 que habitan en el estado. Estas se distribuyen en diversos entornos, desde montañas hasta humedales, y su presencia ha sido confirmada en varios lagos y reservas naturales.

Entre los lugares señalados, figura el Lago Erie, donde habita una subespecie de culebra de agua conocida como Nerodia sipedon insularum, cuya población supera los 12.000 ejemplares, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés). 

También se reportaron culebras en lago Echo, en las Catskills, y en el lago Canopus, en el condado de Putnam, donde se avistaron tanto serpientes de agua como serpientes rata negras, de acuerdo con el sistema de parques estatales de la ciudad.

¿Cuáles son las tres serpientes venenosas identificadas en Nueva York?

Una de ellas es la serpiente de cascabel de los bosques, que habita en zonas montañosas del sureste y ha sido vista en áreas cercanas al Lago George. Está protegida por ley debido a su situación vulnerable.

Otra es la Massasauga oriental, más pequeña y considerada en peligro de extinción. Por último, la cabeza de cobre del norte se encuentra principalmente en el valle del río Hudson, y se adapta con facilidad a entornos húmedos.

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