El Gobierno anunció hoy que el Presupuesto General de la Nación de este año tendría un recorte de 28,4 billones de pesos. Sin embargo, ¿qué pasará para el próximo año si no se aprueba la reforma tributaria?
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Como en el Presupuesto del 2025, que saldrá vía decreto debido a que el Congreso lo negó, están desfinanciados 12 billones de pesos el Gobierno necesita aprobar una ley de financiamiento, o mejor conocida como tributaria, para recaudar ese valor.
El problema es que como no hay ambiente para aprobar dicha ley en el Congreso antes de que se acabe el año, incluso, la oposición radicará una ponencia negativa, lo más probable es que al Gobierno le sea difícil sacar adelante una tributaria. Esto, según el propio ministro Bonilla, haría que se tomen medidas inmediatas.
"Si no hay decisión sobre la ley de financiamiento, el 2 de enero habría que hacer un aplazamiento de presupuesto y ya el Gobierno decidiría de dónde", sentenció en una entrevista con EL TIEMPO.
El decreto que saque adelante el Gobierno deberá ser igual a la propuesta radicada inicialmente ante el Congreso. Eso significa que sería de 523 billones de pesos, lo que representa un leve aumento de 3,9 por ciento frente a los 503 billones de pesos de este año.
De ese total, 327,9 billones de pesos irían para gastos de funcionamiento, un 6 por ciento más que lo reportado en este 2024; 112,6 billones se destinarían para el servicio a la deuda, un 19 por ciento más; y la inversión sería de 82,4 billones de pesos, lo que implica una caída de 17 por ciento frente a los 99 billones de pesos de este año.
“La plata que se puede dar para subsidios depende de que tengamos mayores recursos de inversión. Hoy están limitados y en el Congreso hay un trámite de un proyecto de ley de financiamiento para completarlos”, ha asegurado en varias ocasiones Bonilla.
De hecho, ya hay varios sectores en alerta por los posibles recortes que se podrían dar. Por ejemplo, Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, le dijo a este medio que el próximo año contarían con apenas 5,3 billones de pesos, es decir, casi un 50 por ciento menos. “Nos pegarán una recortada violenta. Se van a disminuir enormemente las transferencias. Estamos haciendo los cálculos para ver cómo distribuimos los recursos”, dijo.
Algo similar ocurre con los subsidios de vivienda del programa Mi Casa Ya, que para el 2025 bajarían de 50.000 a alrededor de 20.500, una situación que ha venido alertando la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). “En el borrador del Presupuesto General de la Nación hay una disminución de 39 por ciento en la inversión del Fondo Nacional de Vivienda, lo que claramente va a afectar la disponibilidad de subsidios de Mi Casa Ya para acceder a compra nueva”, señaló su líder Guillermo Herrera.
Igualmente, el ministro de Educación, Daniel Rojas, también condicionó los recursos de los créditos del Icetex del 2025 a que se apruebe la reforma tributaria. “Si la ley de financiamiento no se aprueba, no solamente los créditos estarán en riesgo, también habría preocupaciones presupuestales para las universidades públicas. Esa es la realidad”, advirtió hace unos días.
Según un informe de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, 125 de 183 entidades analizadas sufrirían un recorte en el 2025 por un monto agregado de 24 billones de pesos. Los que tendrían mayores caídas para el próximo año serían el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), donde los recursos disminuirán 5,1 billones de pesos; la Agencia Nacional de Tierras (ANT), que perdería 3,4 billones de pesos; y el Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), con 1,7 billones de pesos menos.
Después aparecen el Ministerio de Hacienda (-1,5 billones de pesos), el Fondo de las TICs (-1,4 billones de pesos), el Ministerio de Deporte (-0,9 billones de pesos), el Instituto Nacional de Vías (Invías) (-0,9 billones de pesos), el Ministerio de Minas y Energía (-0,5 billones de pesos) y el Ministerio de Educación (-0,5 billones de pesos).
¿Solucionan los 12 billones de pesos de la tributaria los riesgos de financiamiento?
Algunos analistas consideran que ni la reforma tributaria que quiere sacar adelante el Congreso solucionaría los problemas de financiamiento que tiene el país.
Para Luis Fernando Mejía, director del centro de pensamiento Fedesarrollo, los riesgos del Presupuesto persistirían para el próximo año pues el faltante, según sus cálculos, llegaría a 36,6 billones de pesos.
Estos recursos son producto de los 12 billones de pesos de una ley de financiamiento “inconveniente e inoportuna” en el contexto de una economía que continúa con un crecimiento muy débil en este momento, del faltante de recaudo de la Dian de 9 billones de pesos y de 14,6 billones de pesos de ingresos adicionales que se incorporaron y no tienen sustento.
“Los elementos que generan mayor preocupación de la reforma son la idea de poder generar un espacio adicional de gasto a través de la modificación de la regla fiscal y los cambios que tendría el impuesto al patrimonio, pues no solo se aumentaría la tarifa marginal a pagar por el tramo más alto (del 1,5 al 2 por ciento), sino que también se incluirían como sujetos pasivos a las empresas”, considera Mejía.
En la misma línea, la senadora Angélica Lozano considera que el faltante del próximo año llegaría a 56 billones de pesos o el senador Miguel Uribe habla de un hueco de 34,6 billones de pesos.
En lo corrido del 2024 a septiembre, el recaudo tributario alcanzó 206 billones de pesos, lo que representa una caída de 8,2 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.