'Solo pedimos una felicitación': Edgar Blanco lamenta la indiferencia del gobierno hacia el equipo de amputadas campeón mundial

hace 1 semana 23

La reciente victoria de la Selección Colombia de Fútbol Femenino para Amputadas en el primer mundial de esta categoría en Barranquilla estuvo marcada por una amarga ausencia: el reconocimiento del gobierno nacional. 

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Edgar Blanco, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol para Amputados, manifestó su descontento con la falta de empatía de las autoridades, al señalar que, pese al triunfo histórico del equipo, ni el presidente Gustavo Petro ni la ministra del Deporte enviaron un mensaje de felicitación a las jugadoras.

“No estamos pidiendo plata, simplemente pedimos que se felicite a estas mujeres que representan la superación,” afirmó Blanco, notablemente dolido.

 Recordó que hace un año entregó personalmente una carta a Verónica Alcocer, primera dama, invitando al gobierno a apoyar la participación de las amputadas en el torneo y, sin embargo, no obtuvieron respuesta. “Están dolidas, ni un saludo de la ministra del Deporte, quien las conoció en un microciclo en Medellín”, agregó Blanco, en referencia a la frustración del equipo.

El torneo, que se realizó en el Estadio Romelio Martínez, culminó en una emocionante final en la que Colombia derrotó a Estados Unidos en penales, luego de empatar a un gol. Este evento, además de ser el primer mundial femenino de fútbol para amputadas, es un testimonio de la resiliencia de sus jugadoras, quienes enfrentan enormes desafíos físicos para competir a nivel internacional. 

Las colombianas se destacaron en la competición, venciendo a equipos de Polonia, Kenia, y Perú antes de alcanzar la final.

Están dolidas, ni un saludo de la ministra del Deporte, quien las conoció en un microciclo en Medellín

En contraste, el alcalde de Barranquilla, Alex Char, fue uno de los pocos líderes en celebrar con el equipo en la cancha. Char, quien recibió una camiseta de la Selección Colombia de manos de Lucho Díaz, compartió con las jugadoras el orgullo por el logro alcanzado, abrazándolas y celebrando cada momento de la histórica victoria.

Este desplante no ha pasado desapercibido en Barranquilla, donde se percibe que la relación del gobierno central con la ciudad ha sido fría. Los barranquilleros ya habían mostrado su descontento ante la falta de apoyo para eventos como la Fórmula 1, la pérdida de los Juegos Panamericanos y el cobro de valorización en la vía Barranquilla-Cartagena.

Con el título en sus manos, las jugadoras colombianas ya miran hacia el próximo mundial en Polonia, donde defenderán su campeonato. 

Sin embargo, esperan que para ese entonces llegue el saludo y el respaldo oficial que hasta ahora les ha sido negado.

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