Correr es uno de los ejercicios más comunes alrededor del mundo, gracias a la facilidad que ofrece al practicarlo. Encontrar un lugar que se adapte a las necesidades personales para poder recorrerlo es una tarea casi siempre sencilla, debido a las zonas verdes y parques que existen.
Conforme a los criterios de
Este hábito se ha convertido en algo que va más allá de la actividad física y actualmente es una práctica que representa la unión con otras personas que comparten este gusto o tal vez que tienen un mismo objetivo en común.
De esta manera, personas de todas las edades han comenzado a practicar el ‘running’ y adaptarlo a cada una de sus rutinas diarias. Es así que diferentes técnicas se han popularizado y le han permitido a cada individuo apropiarse del ejercicio a su manera.
Contribuyendo a un enfoque más inclusivo para todas las personas, se han creado diferentes alternativas, como el ‘slow running’, que invita a cualquiera que lo desee a disfrutar de este deporte.
¿Qué es el ‘slow running’?
Esta alternativa para correr se centra en hacerlo en una velocidad baja y así poder alcanzar distancias más largas. Este ritmo depende de cada persona y debe definirse de acuerdo a la capacidad individual y el esfuerzo que se esté dispuesto a asumir al practicar este ejercicio.
En un punto de vista técnico, esto implica mantener la frecuencia cardíaca en un nivel que se encuentre aproximadamente en un 70 por ciento debajo de la máxima.
Además, mientras se encuentra corriendo usted debe tener la capacidad de mantener una conversación sin ningún inconveniente. Esto le indica que usted no se está sobreexigiendo con la práctica.
El ‘slow running’ es una actividad que se ajusta a las necesidades y el disfrute personal, así usted mismo se encarga de establecer una rutina sana que vaya acorde a sus necesidades y le permita recorrer largas distancias sin agotarse rápidamente.
Beneficios del ‘slow running’
Uno de los beneficios principales de esta alternativa al correr, es su capacidad de inclusión. Para muchas personas lograr adaptarse a las velocidades que suelen tener otros al correr, resulta complicado y muchas veces desmotivante.
Es por esto que al implementar un ritmo más pausado y tranquilo, se le permite a cualquiera unirse a la comunidad de corredores sin sentirse lentos o atrasados a los demás.
Implementar el ‘slow running’ como parte de su rutina de actividad física también le permite realizar este ejercicio acompañado de otras personas y así puede convertirse con facilidad en un hábito placentero en su vida.
Al correr más despacio y a una frecuencia más pausada, le está permitiendo a su cuerpo adaptarse a la actividad física, sus pulmones mejoran la capacidad de recibir oxígeno y esto a su vez fortalece la salud del corazón.
Además, forzarse a correr rápido puede traer consigo un desgaste físico y llevar al cuerpo a tener más probabilidades de lesionarse, por lo que ir a un ritmo más pausado le permite a usted mismo ir incrementando la distancia y la velocidad poco a poco hasta llegar a un ritmo más rápido.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
Más noticias en EL TIEMPO
Se filtra nueva camiseta de la Selección Colombia, en homenaje a los 100 años de la Federación Colombiana de Fútbol