Está en una edad en la que todavía tiene que obtener el permiso de sus padres para salir del país, pero lo hecho por Luisa Agudelo en su carrera es enorme. Ya ayudó a Colombia a llegar a la final de un Mundial Sub-17, en 2022, y ahora, a los 17 años, buscará, con el equipo que dirige Carlos Paniagua, alcanzar las semifinales de la Copa Mundial Femenina Sub-20, en su ciudad y con el público a su favor. Al frente, este domingo, estará Países Bajos (4:30 de la tarde).
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“Muy contenta, muy feliz por estar en casa con mi familia y con mi gente. Es un trabajo de todo el equipo, sin mis compañeras adelante yo creo que no podría defender el arco. Creo que todas hemos luchado mucho y hemos trabajado”, dijo, tras la victoria 1-0 contra Corea del Sur, también en el Pascual Guerrero, el miércoles pasado.
El sueño de Luisa
En esas canchas del Valle del Cauca comenzó una carrera que muchos envidiarían a una edad mayor. Pero no ha sido fácil para Luisa, que hace apenas siete años se trazó la meta de cumplir el sueño de jugar al fútbol.
A los 10, ingresó a la escuela Balón de Oro, de Cali, que quedaba al lado de su casa y en donde tenía que entrenar dos horas diarias, de 4 a 6 de la tarde. Era la única niña. Quería ser delantera, pero su técnico allí, Juan José Yepes, no le vio condiciones.
“Comenzamos a retrasarla un poco, la pusimos en el mediocampo, pero tampoco tenía la calidad necesaria para repartir el juego y pasar el balón hacia adelante. Entonces, la pusimos en la defensa, y aunque era valiente y muy fuerte, su fuerza la llevaba a cometer muchos penales, ya que era bastante brusca”, le dijo a Gol Caracol.
El entusiasmo de Luisa por el fútbol pudo más y fue su padre, Elkin, quien, desprevenidamente, le dijo: “¿Y si la ponemos en el arco?”. Así comenzó esta historia que, sin embargo, estuvo a punto de quedar truncada en dos ocasiones.
La primera fue cuando aún estaba en Balón de Oro. Los rivales, todos niños, con los que compartía cancha le hacían mucho bullying y Luisa, un día, se cansó y no quería volver. Yepes tuvo que convencerla porque, además, era la única arquera que tenía y los otros niños de la escuela pagaban su mensualidad. Entre todos la hicieron respetar y así se convenció de volver.
Con Luisa en la portería, Balón de Oro comenzó a ganar cosas y a la arquera la llamaron a la selección del Valle, donde, además, se destacó haciendo goles de arco a arco. El último que hizo fue hace muy poco, representando a su departamento en la final de los Juegos Nacionales, en noviembre del año pasado, cuando le ganaron 4-0 a Risaralda para quedarse con la medalla de oro.
Hubo una segunda ocasión en la que su carrera se pudo acabar. La propia Luisa lo contó en un video en el canal oficial de la Federación Colombiana de Fútbol. “Recuerdo esa vez que me lesioné y pensé que no iba a seguir en el fútbol: tuve una contusión ósea en la cadera, duré año y medio sin jugar. En ese momento vino la pandemia, así que tampoco fue mucho lo que me perdí”, dijo.
El debut
De Balón de Oro pasó al Sportings Club de Cali, donde, ahora sí, competía contra niñas. Y en 2022, cuando apenas tenía 15 años, debutó en la Liga Femenina, en el arco de Cortuluá, en un partido de visitante contra el Medellín, que por ese entonces tenía convenio con Formas Íntimas. Ganaron 0-1 y a Luisa le fue muy bien, contra un rival que tenía a algunas que hoy son sus compañeras en la Sub-20, como su suplente, Valeria Candanoza; además de Yunaira López y Yésica Muñoz.
Ese 2022 fue un gran año para Luisa. Carlos Paniagua la convocó para una Selección sub-17 que hizo historia al convertirse en el primer equipo colombiano en llegar a una final de un torneo Fifa.
Ya se había destacado en el Suramericano de Uruguay, en el que fue titular apenas días antes de debutar como profesional y sin haber cumplido los 15 años. Y en el Mundial también brilló, especialmente en la semifinal contra Nigeria, donde sacó a flote otra de sus virtudes, la de atajar penaltis: le detuvo el cobro definitivo a Comfort Folorunsho.
Nelson Abadía ya la tuvo en cuenta también para convocatorias a la Selección de mayores, aunque aún no ha debutado oficialmente. Y este año, con buena parte de la base del equipo subcampeón mundial, dio el salto a la Sub-20.
Mientras tanto, Luisa siguió avanzando en la Liga local y en 2023 pasó al Deportivo Cali, con el que, este año, tuvo un papel fundamental para que ese equipo consiguiera su segundo título de Liga, venciendo en la final a Santa Fe. No estará, seguramente, en la Copa Libertadores, porque por esos días se alistará para un nuevo mundial, el Sub-17, en República Dominicana.
Además de su juego, Luisa también es sensación en redes sociales, en especial en TikTok, donde, a punta de fútbol, pero también de videos en los que canta y baila, tiene 1,4 millones de seguidores. Y allí se ha mostrado también con su pareja, el también futbolista Camilo Nieva, quien hasta el año pasado hacía parte de Orsomarso.
Apenas tiene 17 años y es la menor de esta selección. Pero mide 1,73 metros, es muy segura jugando con los pies y también ha mostrado enormes progresos en el juego aéreo. “Es una cosa que siempre he tenido desde chiquita. Es un paso a paso, cada día se trabaja para seguir mejorando”, declaró. Luisa Agudelo tiene un gran futuro.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de DEPORTES
@Josasc