Colombia quiso ensayar una nueva fórmula en El Alto, en los ya tan cacareados 4.150 metros de altitud, y el laboratorio estalló. La derrota contra Bolivia trajo como única consecuencia, hasta ahora, perder el invicto en la eliminatoria para el Mundial de Norteamérica 2026.
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Por fortuna para Néstor Lorenzo y sus dirigidos, el daño fue menor en la tabla de posiciones: Uruguay también perdió, sorpresivamente, con Perú, que hasta el viernes era el último de las clasificatorias, y Ecuador no pasó del empate en casa contra Paraguay en Quito. Así que Colombia sigue de segunda.
Listos
“Dadas las circunstancias, sí. Hubo jugadores que llegaron ayer (miércoles) y no tuvieron entrenamiento. La programación se hizo teniendo en cuenta muchas cosas, una sede del equipo, los jugadores que tuvieron más adaptación en Cochabamba, fue buena porque el equipo respondió”, dijo Lorenzo sobre la nómina que puso en El Alto.
Desde que terminó el partido contra Bolivia, el DT argentino puso la cabeza en el próximo duelo, contra el que ahora es el último de las eliminatorias, el necesitado Chile de Ricardo Gareca. Y para ese partido, seguramente, Lorenzo volverá a contar con su equipo de gala, la base con la que llegó a la final de la Copa América y con la que ha obtenido sus mejores resultados en las clasificatorias.
Lorenzo mantuvo una columna vertebral en Bolivia, con algunas sorpresas: Camilo Vargas, Jhon Lucumí y el tridente de ataque conformado por Jhon Arias, James Rodríguez y Luis Díaz hicieron parte de la titular. Movió, por obligación, al lateral derecho, pues Daniel Muñoz se lesionó antes de la convocatoria, y se la jugó por lo conocido, Santiago Arias, que tuvo un aceptable juego.
En cambio, Lorenzo sí hizo cambios puntuales pensando en la altura: Willer Ditta, que solo tenía un puñado de minutos con la Selección, apareció como titular por primera vez. Cristian Borja, hoy en el América de México, actuó como lateral zurdo, y la pareja de recuperación fue nueva, con el sorpresivo descarte de Jefferson Lerma y la llegada de Mateus Uribe y Kevin Castaño. Y arriba se la jugó por Roger Martínez, que se lesionó.
Seguramente, Lorenzo volverá al equipo base de la Copa. Arias seguirá como lateral; Dávinson Sánchez, de brillante labor en Estados Unidos y ausente de los partidos de eliminatoria contra Perú y Argentina por lesión, jugará seguramente al lado de Lucumí y, como tiene que jugar en casa y necesita ataque, seguramente contará otra vez con Johan Mojica.
La pareja Jefferson Lerma-Richard Ríos, de tan buenos momentos en la Copa y que acabó jugando la última media hora en Bolivia, está lista para hacer respetar de nuevo la mitad de la cancha. Y, seguramente, Arias, James y Díaz no se moverán de la titular.
La duda para Lorenzo está en el ataque. Córdoba, hombre de confianza del técnico, tuvo una tarde para el olvido en El Alto, donde se perdió cuatro opciones claras de gol, y atrás viene empujando con todo Jhon Jáder Durán, que anda en un espectacular momento con el Aston Villa y no pudo jugar en Bolivia por suspensión.
Habrá que ver si Lorenzo le mantiene la confianza a Córdoba y deja a Durán para el remate, como suele hacerlo, o si le apuesta a la frescura de este último, que solamente ha sido titular en dos de los 12 juegos que lleva con la Selección, uno de ellos, en eliminatoria.
José Orlando Ascencio
Subeditor de deportes de EL TIEMPO
@josasc