El cansancio es una queja recurrente, especialmente en esta etapa del año. Frases como “me siento cansado” o “necesito vacaciones ya” reflejan la necesidad de atender el desgaste físico y mental. Sin embargo, la alimentación puede ser un factor determinante para reducir la fatiga y recuperar energía.
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La relación entre la alimentación y el cansancio
Las jornadas intensas, el estrés y la falta de descanso no son los únicos responsables del agotamiento. Una dieta desequilibrada también puede contribuir a la falta de energía y al cansancio constante. Es fundamental identificar señales que envía el cuerpo y ajustar los hábitos alimenticios para mejorar el bienestar general.
A continuación, se presentan seis estrategias alimenticias que pueden ayudarle a combatir la fatiga y sentirse revitalizado:
1. Manténgase hidratado
La deshidratación es una causa frecuente de cansancio, ya que el cuerpo necesita líquidos para realizar sus funciones correctamente.
Además de consumir suficiente agua (alrededor de dos litros diarios, ajustados según su nivel de actividad y el clima), incluir alimentos ricos en agua como sandía, pepino, naranjas y tomates puede ser beneficioso. Alternativas como aguas saborizadas con hierbas o frutas también resultan útiles para mantenerse hidratado.
2. Elija carbohidratos de calidad
Los carbohidratos son una fuente esencial de energía, pero su calidad es crucial. Optar por carbohidratos complejos, como avena, quinoa, arroz integral y pan integral, puede evitar los altibajos de energía que provocan los azúcares refinados.
Reducir el consumo de productos ultraprocesados como galletas y gaseosas es clave para mantener niveles de energía estables.
3. Incorpore grasas saludables
Las grasas buenas, como las presentes en pescados grasos, aceite de oliva, palta, nueces y semillas de chía, son fundamentales para el funcionamiento del cerebro y la concentración. Consumir pescado al menos dos veces por semana o añadir semillas a licuados y ensaladas son formas prácticas de integrar estas grasas en su dieta.
4. Asegure proteínas en cada comida
Las proteínas son esenciales para la reparación muscular, la regulación del azúcar en sangre y el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Incluirlas en todas las comidas principales, mediante alimentos como carnes magras, huevos, legumbres y frutos secos, ayuda a mantener la energía durante toda la jornada.
5. Priorice los nutrientes esenciales
El magnesio y el hierro son indispensables para combatir la fatiga. El magnesio, presente en espinacas, almendras, semillas y bananas, favorece la relajación muscular.
Por otro lado, el hierro (en fuentes animales como carnes rojas y en vegetales como lentejas y tofu) asegura una correcta oxigenación del cuerpo. Acompañar alimentos ricos en hierro con vitamina C, como los cítricos, mejora su absorción.
6. Vitaminas del complejo B para más energía
Las vitaminas B1 y B6 son esenciales para convertir los alimentos en energía y mantener la concentración. Estas se encuentran en cereales integrales, germen de trigo, pescados y nueces. Su consumo regular contribuye a una función cerebral óptima y previene síntomas como irritabilidad y falta de memoria.
El País (Uruguay) /GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El País, y contó con la revisión de un periodista y un editor.