Kahley Schiller, una mujer de 39 años originaria de Kansas y madre de dos hijos, acudió al médico debido a un cansancio persistente que afectaba su día a día.
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Los médicos inicialmente atribuyeron su fatiga a un agotamiento general, causado por el ritmo de vida que llevaba como madre y propietaria de una pequeña empresa. Sin embargo, la intensidad de los síntomas aumentó, y después de cada sesión de pilates, Kahley quedaba exhausta y experimentaba intensas náuseas, lo cual levantó una señal de alerta.
El diagnóstico aterrador y una advertencia de tiempo limitado
Con el tiempo, los ojos de Kahley adquirieron un tono amarillo brillante debido a la ictericia, signo que llevó a los médicos a descubrir que su hígado no funcionaba correctamente. Luego de someterla a una biopsia, se determinó que padecía hepatitis autoinmune, una enfermedad crónica en la que el sistema inmunológico ataca las células hepáticas.
La rapidez con la que la enfermedad avanzaba dejó a los médicos preocupados. "Si no recibía un trasplante de hígado, solo le quedarían 90 días de vida", le advirtieron tras probar sin éxito un tratamiento con esteroides.
"Me sentí muy aturdida. Simplemente estaba aferrándome a la posibilidad de sobrevivir", dijo la mujer al 'Daily Mail'.
¿Qué es la hepatitis autoinmunitaria y cuáles son sus síntomas?
Según la Clínica Mayo, la hepatitis autoinmunitaria es una afección hepática en la que el sistema inmunitario ataca al hígado, causando inflamación y daño. Aunque no se conoce con precisión su causa, se cree que factores genéticos y ambientales podrían contribuir a su aparición.
Si no se trata, esta enfermedad puede llevar a la cirrosis y, eventualmente, a una insuficiencia hepática. No obstante, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, el avance de la enfermedad puede ser controlado con medicamentos que suprimen el sistema inmunológico.
La hepatitis autoinmunitaria presenta síntomas que varían entre los pacientes y pueden incluir:
- Fatiga intensa.
- Dolor en el abdomen.
- Ictericia, o coloración amarillenta de ojos y piel.
- Agrandamiento del hígado.
- Angiomas en araña, es decir, vasos sanguíneos visibles en la piel.
- Erupciones en la piel.
- Dolor en las articulaciones.
- Alteraciones en los ciclos menstruales.
Una nueva oportunidad de vida
Un mes y medio después del diagnóstico, Kahley recibió la llamada que cambiaría su vida: un hígado compatible estaba disponible.
Aunque el proceso de recuperación fue complicado y doloroso, han pasado cinco años desde entonces, y actualmente Kahley lleva una vida cercana a la normalidad. Realiza ejercicio regularmente, mantiene una dieta equilibrada y evita alimentos que podrían ser perjudiciales para su salud, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y superación.
FERNANDO GUEVARA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.