Una increíble batalla judicial se desató entre Disney y un supermercado de Paraguay por la copia de la imagen de Mickey Mouse. Una empresa familiar fue demandada por la gigantesca compañía, pero aun el Mickey latino no se da por vencido y sigue en pie. Esta es la curiosa historia de una inédita pelea por los derechos de imagen.
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Esta historia se remonta a 1935, cuando abrieron una pequeña de tienda de frutas y helados caseros llamada Mickey. Años más tarde, Pascual abrió la heladería, cafetería y confitería con el mismo nombre, pero con un ratón muy parecido al de Walt Disney, que al igual que el original fue creciendo en popularidad.
Hasta que en 1991, Disney presentó una demanda por violación de la marca registrada ante el Ministerio de Industria y Comercio de Paraguay, pero fue rechazada. En 1995, insistieron, pero un tribunal de marcas fallo en favor de la empresa paraguaya. Pero la compañía estadounidense apeló una vez más.
No fue hasta 1998 que la Corte Suprema de Paraguay emitió su fallo definitivo: producto del uso ininterrumpido, Mickey paraguayo había adquirido del derecho a ser Mickey. Sin embargo, la empresa tenía límites, ya que no podía vender sus productos en el extranjero, pero eso no les quita el sueño.
La palabra del Mickey latino
Tras ganar la batalla judicial, los responsables de la empresa festejaron y, en diálogo con New York Times, Mickey tomó la palabra: “Ver la sonrisa de los niños no tiene precio”, dijo la mascota. “¡Mickey!”, gritan al verme por los pasillos del supermercado, “¡Mickey!”.
Por otro lado, Viviana Blasco, una de las dueñas de la empresa, explicó: “No es que le quitamos. Se construyó una marca durante muchos años, que paralelamente a lo que hoy es Walt Disney, también Mickey fue creciendo”. Hoy por hoy la empresa vende todo tipo de productos comestibles con la cara del personaje de Disney y es cada vez más popular en Paraguay.