En Estados Unidos hay muchas aerolíneas de primer nivel que compiten para llevarse la mayor cantidad de pasajeros dando una buena imagen, lo que implica que cada una lleve adelante diferentes medidas particulares con el objetivo de seguir manteniendo fieles a sus habituales clientes.
Conforme a los criterios de
En ese sentido, desde Delta Airlines anunciaron en un documento un curioso “requisito de apariencia” que les implementan a sus azafatas: las obligan a llevar ropa interior, y que la misma no sea visible. Esto también sirve como una especie de recordatorio para los y las potenciales asistentes de vuelo.
Esta iniciativa tiene que ver, según dice la empresa en el comunicado, estipulaciones sobre el cuidado personal, el cabello, las joyas y la ropa, e incluye una regla específica respecto de la ropa interior, siendo de utilidad para futuras contrataciones de azafatas y que las mismas no cometan esos errores en las entrevistas.
“Los auxiliares de vuelo de Delta pasan la mayor parte del tiempo con nuestros clientes y son la cara de nuestra aerolínea”, especifican, y agregan: “La experiencia de servicio al cliente comienza en el momento en que un auxiliar de vuelo se pone el uniforme”, alimentando aún más su objetivo.
En cuanto al aspecto del cabello, indican que debe tener un aspecto natural, sin tener reflejos ni "tonos poco naturales", así como también, en caso de que esté largo y por debajo de los hombros, deberá estar recogido “completamente hacia atrás y apartado de los ojos”, en la misma línea que otras cosas de higiene personal.
Por otro lado, indican que los vestidos de las azafatas deben llegar por las rodillas o por debajo de ellas, así como también aseguran que no se puede utilizar calzado o vestimenta de índole deportiva. “No se permiten colores neón, multicolores, adornos, purpurina, diseños pintados a mano ni uñas pintadas con aerógrafo”, dicen.
El mensaje de Delta para las potenciales azafatas contratadas en Estados Unidos
Sabiendo que el documento está dirigido para las futuras azafatas de Delta, les dedicaron a ellas el siguiente mensaje: “Trabajaremos con usted para adaptarnos a una forma específica de vestir o apariencia física que concuerde con las creencias o prácticas religiosas, a menos que cause un riesgo de seguridad u otra carga indebida para la empresa”.