La reforma laboral entra a reglamentar por primera vez el trabajo de los repartidores a través de las plataformas digitales. Es considerado uno de los grandes logros y uno de los puntos que ha recogido apoyos de distintos sectores. En diálogo con EL TIEMPO, José Daniel López, representante de Alianza In –gremio de las aplicaciones de domicilios-, explicó el alcance de los acuerdos logrados entre el Ejecutivo y las empresas para lograr este articulado.
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¿Qué fue lo que se acordó con el Ministerio de Trabajo que permitió por primera vez regularizar el trabajo por plataformas digitales?
La discusión sobre el trabajo de los domiciliarios que operan por plataformas es un tema global. Colombia es el primer país en el mundo en el que un gobierno de izquierda y las plataformas de reparto, representadas por Alianza In, llegan a un acuerdo sobre la forma de regular y proteger el trabajo de los domiciliarios. Esto es histórico y es un buen ejemplo de un acuerdo nacional que se puede lograr en Colombia.
Pero, ¿cuál es el logro puntual para que digan que es algo histórico?
Más de 120.000 domiciliarios van a quedar protegidos con seguridad social. El acuerdo en concreto dice que la relación entre las plataformas y los domiciliarios puede ser de independencia -como ocurre en todos los casos- o de dependencia, que implican todas las formalidades tradicionales de un contrato de trabajo con subordinación. Esa definición de cada individuo será un acuerdo entre las partes. Lo distinto en este acuerdo es que, cuando los domiciliarios sean independientes, hay una protección reforzada de seguridad social. Se les calcula el ingreso base por horas trabajadas -ya que estos tienen otras actividades- y se hace un pago conjunto, a pesar de que son independientes. Las empresas y los domiciliarios se encargarán del pago. Las primeras pagarán el 100 por ciento de los riesgos laborales de los domiciliarios, el 60 por ciento de los aportes en salud y el 60 por ciento de los aportes pensionales. Estamos rompiendo la inflexibilidad de un modelo base de cotización para un trabajo sui generis del siglo XXI pero logrando la plena cobertura de seguridad social.
¿Cómo van a funcionar estos temas cuando hay domiciliarios vinculados a múltiples empresas?
Algo muy común es que un domiciliario que opera en una plataforma lo haga con otras más. Lo que debe hacer cada empresa es registrar y reportar la información de los servicios que haya hecho un domiciliarios en la plataforma correspondiente. Si un domiciliario trabaja con más de un plataforma pues estos hacen los respectivos reportes correspondientes.
¿Cómo lograron a esa fórmula cuando ambas partes eran muy férreas en sus posiciones antagónicas?
Como lo señalan, fue un diálogo de posiciones extremadamente contrarias. El Ministerio de Trabajo comenzó con la posición de que los domiciliarios sí o sí debían ser empleados. Pero las empresas han insistido en el mundo que son independientes, como cualquier otro trabajador. Fue un diálogo con mucha paciencia entre las posiciones distintas. En los momentos de mayor dificultad no se renunció sino que se tuvo como meta llegar a un acuerdo. Gobierno y empresas estuvieron dispuestos a salir de sus posiciones para entregar más de lo que inicialmente habrían dado. Es valioso que un gobierno de izquierda se tome el trabajo de no solo exigir una pretensión de un contrato de trabajo forzoso, que le era la posición más fácil, y a nosotros nos era más fácil reiterar la independencia de los domiciliarios. Lo que hicimos fue un cambio interno, hicimos una autocrítica sobre la situación de los domiciliarios y las oportunidades de mejora que había. Así llegamos a una propuesta en la que se mantiene la independencia pero con una protección social soportada por las empresas en gran parte.
¿Cómo se definirá quién es vinculado a la empresa y quién es independiente?
Lo que dice la reforma laboral en este capítulo es que en cada relación entre domiciliario y empresa se puede aplicar cualquiera de las dos figuras. Sabemos que una parte importante de los domiciliarios en Colombia valoran su soberanía de tiempo, como demuestran estudios de Fededesarrollo. Debemos mantener esa realidad pero garantizando la protección social. Entonces, serán las partes las que conviene la vinculación.
¿No hay cuotas en cada categoría?
No, eso es decisión de las partes enteramente. Pero el gran cambio de la reforma es que se obliga a las empresas paguen una parte importante de la seguridad social.
Hay dudas sobre las condiciones de los repartidores y su relación con el algoritmo de las aplicaciones, ¿qué pasa en ese tema?
Una de las inquietudes frecuentes de los domiciliarios es entender las razones por las que se les asigna cierto tipo de cosas en las plataformas, o sus reclamos y desacuerdos. En ese sentido, el acuerdo en la reforma tiene una obligación de lenguaje claro en los términos y condiciones de la plataforma y al mismo tiempo les garantiza una interlocución y revisión humana ante controversias o sanciones de la plataforma.
¿Esto implicará más costos al cliente?
Siempre que hay mayores cargas, las empresas son las que deciden cómo costean esas cargas. Eso sí, creemos que los beneficios de este acuerdo superan los costos.
¿Cómo ve las demoras en el trámite a pesar de los acuerdos como el suyo?
La reforma laboral, como todas las reformas, tiene una gran controversia pero este punto no es de controversia, como se ha visto en los debates. Todas las fuerzas políticas votaron positivo estos artículos. Este es uno de los ejemplos de encontrar puntos en común en las decisiones de país para resolver problemas materiales.