Esta es una historia que resalta los buenos resultados que puede generar el cambio de carrera, así le sucedió a Sarah Fiacco, quien en diálogo con Business Insider, contó su historia de vida y por qué no se arrepiente de haber rechazado un trabajo como maestra para servir el almuerzo en una escuela.
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Según su relato, encontró una profunda realización personal al optar por un puesto como asociada de servicios de alimentos en lugar de aceptar una oferta para como maestra. Esta decisión, tomada en medio de un cambio significativo en su vida familiar y profesional, le demostró ser una elección correcta y enriquecedora para ella.
A mediados de 2023, después de mudarse a Prattville, Alabama, debido al trabajo de su esposo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, comenzó a enseñar como sustituta en la escuela de sus hijos. Aunque su situación económica le permitía no trabajar, decidió involucrarse en la comunidad escolar como una forma de mantenerse ocupada. A pesar de su experiencia en el aula, no tardó en darse cuenta de que la enseñanza no era su vocación real.
Durante el último año escolar, la escuela le ofreció un puesto permanente como maestra. Sin embargo, optó por rechazar la oferta. A pesar de disfrutar su tiempo en el aula y la apreciación de los estudiantes, sentía que el trabajo implicaba una carga emocional y disciplinaria que no estaba dispuesta a asumir.
En lugar de seguir una carrera docente, la mujer aceptó un nuevo rol en la cafetería de la misma escuela. Pese a que inicialmente este cambio parecía un retroceso en comparación con su carrera anterior, donde había gestionado con éxito una empresa de macarons, pronto descubrió que trabajar en la cafetería le era muy gratificante.
Sus nuevas responsabilidades incluyen la preparación de alimentos, la limpieza y el servicio en la línea de comida. Aunque el trabajo es físicamente exigente, el contacto diario con los estudiantes y la oportunidad de contribuir de una manera menos formal y más personal es lo que realmente le gusta.
El gesto de una alumna que reafirmó su decisión de rechazar un puesto como maestra para servir el almuerzo
Según contó Sarah Fiacco en Business Insider, un momento particularmente significativo ocurrió cuando una estudiante de primer grado, Olivia, le entregó una nota que decía “Gracias por el almuerzo”. Este pequeño gesto reafirmó su decisión de haber tomado su nuevo rumbo. La nota de Olivia se convirtió en un símbolo de la satisfacción y la validación que la mujer había buscado al tomar esta decisión.
A pesar de las dudas iniciales y el temor al juicio por haber dejado su carrera anterior, encontró en este nuevo rol una forma valiosa de conectar con la comunidad y contribuir al bienestar de los estudiantes. Su familia también la apoya, y sus hijos están contentos de verla involucrada en su entorno escolar.