¿Reactivación en el 2025? Estos son los motores y los lastres para la economía el año entrante

hace 4 meses 37

Con casi dos años de la economía de Colombia desacelerada, la llegada del 2025 viene acompañada de la expectativa -que se viene mencionando de tiempo atrás- de una reactivación del país. Durante el 2024, en varias ocasiones se ha contemplado la idea de que la economía comienza a tener un repunte vigoroso, al ver los datos mensuales del Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) que calcula el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

Es así como en abril y luego en julio se presentaron, según el ISE crecimientos de la actividad de 5,9 por ciento y 3,5 por ciento respectivamente, es decir ritmos relativamente buenos. Sin embargo, obedecían en buena parte a que se trataba de meses sesgados por que se comparaban, el uno con un abril de Semana Santa un año antes, y el otro, con un julio también de menos días hábiles por la manera en que cayeron un año atrás los festivos de mitad de año.

Lo anterior queda en evidencia con el hecho de que en marzo del 2024 (con Semana Santa) el ISE mostró una caída de la actividad de 1,7 por ciento, y junio también tuvo un resultado negativo, con contracción de 1,3 por ciento.

Las velocidades del crecimiento

Por eso, en últimas, lo que da una mejor idea de cómo va el desempeño de la economía son los resultados del Producto interno bruto (PIB) que se publican luego de cada trimestre.

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Las actividades agropecuarias completan varios meses destacándose en crecimiento. Foto:Guillermo Ossa, Archivo / EL TIEMPO

De esta manera, el dato más reciente, el del PIB del tercer trimestre, que muestra un crecimiento de 2 por ciento frente a un año atrás, puede ser una referencia más confiable del curso de la economía que los datos de actividad mensuales. Ese incremento de 2 por ciento está lejos del los repuntes de dos dígitos pospandemia, y también por debajo de los ritmos superiores al 3 por ciento previos a la pandemia.

Así mismo, se puede ver que al mirar el desempeño del PIB en años completos, los cuatro trimestres terminados en septiembre muestran un crecimiento a duras penas de 1,3 por ciento en relación con el periodo de cuatro trimestres inmediatamente anterior. Aun así, lo bajo de ese crecimiento ya muestra algo de mejoría en comparación con el avance casi nulo del PIB de 0,2 por ciento para el año completo terminado en marzo de este año.

Los sectores económicos que por ahora son los motores

La posibilidad de que la economía comenzara un repunte significativo luego de que la desaceleración tocara fondo venía de la mano de dos sectores especialmente: el comportamiento de las actividades agropecuarias, y del sector público. Desde el cierre del 2023, el agro viene experimentando expansiones que cada trimestre superan el 5 por ciento y al tercer trimestre del 2024 superan el 10 por ciento anual.

Así, en los últimos 10 trimestres, el sector agropecuario acumuló un incremento de 12,6 por ciento de su volumen de producción, y en el último dato disponible, del tercer trimestre de este año, continuaba esa expansión que estuvo siete puntos porcentuales por encima del crecimiento de 15 por ciento para ese lapso en el PIB total.

Entre tanto, la administración pública también presentó crecimientos altos desde el segundo trimestre del año pasado, al segundo de este año, que en algunos momentos superaron el 10 por ciento. Pero en el tercer trimestre frenó en seco, con un incremento de solo 0,2 por ciento.

En suma, el conjunto de actividades que incluye la administración pública acumuló 6,5 por ciento de avance en el mismo lapso de 10 trimestres, con la interrupción ya mencionada del trimestre más reciente.

Sin embargo, en esos dos años y medio es mucho más notorio el avance del grupo de servicios en el que se incluye el entrentenimiento, que acumuló una expansión de 29 por ciento.

Pero la razón de que se mire con más atención al agro es que aporta mucho más, tiene mayor peso en la totalidad de la economía, por lo tanto, su crecimiento contribuye más al crecimiento general.

Igualmente, el sector de servicios financieros y de seguros acumula en dos años y medio un crecimiento de 29 por cieento, el mayor dentro de toda la economía, pero en los últimos meses no se mencionaba como protagonista, pues había tenido trimestres de contracción, como el primero de este año o el tercero del año pasado. Aún así, con los altibajos, registra ese crecimiento superior al del resto de la economía, en el tiempo que ha transcurrido desde el arranque del 2022.

Los sectores que se mantienen como lastres para el crecimiento

Entre tanto, las mayores presiones que impiden que la economía despegue vienen de los minerales, la construcción, la industria y el comercio.

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El sector minero acumula una caída de varios años. Foto:Carlos Ortega, Archivo / EL TIEMPO

En dos años y medio, la industria ha padecido una caída de 4,2 por ciento, superior incluso a la de los minerales, de 2 por ciento; la del comercio, de 1,6 por ciento, y la de la construcción, de 1,4 por ciento.

Pero si se miran los niveles actuales de producción frente a lo que ocurría antes de la pandemia, la comparación es más dramática para los minerales, pues los niveles del tercer trimestre de este año son 17 por ciento inferiores a lo que se producía a comienzos del 2019, en congruencia con el hecho de que es un sector que ha estado en la mira de las políticas del actual gobierno.

El empleo que aportan los sectores frenados y los que aceleran

Si se junta el empleo que generan las principales actividades que están frenando la economía: minerales, industria y comercio, se llega casi al 30 por ciento de los puestos de trabajo.

Entre tanto, si se acumula el empleo de las principales actividades que han dado impulso a la economía (el agro, las actividades financieras y la administración pública), se llega al 28 por ciento de los empleos.

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El peso en el empleo de los sectores frenados es similar al aporte de los sectores que aceleran. Foto:Mauricio Moreno / EL TIEMPO

El comercio pone el 18 por ciento del empleo; la industria, el 11 por ciento, y los minerales, el 1,5 por ciento.

Por su parte, el agro representa el 14 por ciento; la administración, el 12 por ciento, y las actividades financieras, 1,6 por ciento.

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