En los últimos días, el nombre de Rafael Quero Silva ha estado en la palestra. Se trata de un teniente coronel venezolano que ahora está preso en Estados Unidos, acusado de reprimir las protestas durante los años 2013 y 2014 en el estado de Lara, una zona ubicada al oeste del país, a cuatro horas de Caracas.
Son muchos los testimonios en su contra, que van desde ordenar detenciones arbitrarias hasta torturas a los detenidos por manifestarse.
Una de esas víctimas es Andrés Colmenárez, un defensor de derechos humanos y miembro de la ONG Funpaz, quien conversó con EL TIEMPO. Colmenárez es, además, uno de los 20 testigos que declaró en contra del militar ante el FBI.
Quero Silva huyó a Estados Unidos y, en 2018, fue identificado por una de sus víctimas al aparecer en televisión como un extra de telenovela. Ahora está preso en una cárcel de Krome North, Florida.
Quero Silva Foto:Internacional
¿Quién es Rafael Quero Silva y de qué se le acusa?
El teniente coronel Rafael Quero Silva es el esbirro mayor del estado de Lara, en Barquisimeto. Durante los años 2013 y 2014, fue quien dirigió personalmente las detenciones arbitrarias y los allanamientos a viviendas de civiles inocentes. Es el ‘comandante del terror’ en Venezuela, como lo bautizamos en su momento.
Son más de veinte testimonios que recogió esa investigación por parte de agentes del FBI y un fiscal federal.
¿Qué pasó con él después de 2014?
Quero Silva se mantuvo a partir del año 2016 en un muy bajo perfil, a pesar de que nosotros, como víctimas, ya habíamos realizado y entregado nuestras denuncias ante el Ministerio Público en Venezuela y la Defensoría del Pueblo. También lo hicimos ante las diversas organizaciones de derechos humanos en el país.
¿Cómo dieron con su paradero?
Este personaje nefasto para la historia contemporánea del país se mantuvo muy calmado a partir del 2016 hasta que le seguimos la pista en el 2018, cuando nos enteramos de que se encontraba en Estados Unidos a través de una visa de inversionista que había solicitado su suegro. Y era así como Quero Silva y su familia pretendían hacer una vida normal en Miami, Florida.
¿Y cómo llega a convertirse en un extra de televisión?
No sabemos exactamente cuál pudo haber sido la razón por la que decide participar como extra en una telenovela en Estados Unidos. Pero es en ese momento que una de las víctimas lo reconoce en un programa. Se comunica con una periodista, que también ha llevado adelante investigaciones, y esta víctima decide poner una denuncia al reconocer a este militar represor acusado por delitos de lesa humanidad.
Una investigación informó que nada más en la Florida se encuentran 250 personas ligadas a la dictadura chavista. Ellos están comprometidos con la dictadura por lo económico, no lo ideológico.
Andrés ColmenárezDefensor de DD. HH.
¿Cómo se da el proceso de investigación en los Estados Unidos?
En el año 2018 comienza un proceso de investigación por parte de agentes del FBI y por eso se comunican nuevamente conmigo. Yo estaba en el exilio y en 2019 declaro como testigo en la embajada de Estados Unidos en Madrid. Son más de veinte testimonios que recogió esa investigación por parte de agentes del FBI y un fiscal federal. Ahí comienza un proceso lento de investigación. Entendemos que la justicia tiene su tiempo, y más cuando se trata de temas tan delicados como es la violación de derechos humanos. Pueden pasar muchos años, pero a pesar de los años que han pasado, que ya se van a cumplir 12, hay que resaltar la importancia de la recopilación y de la denuncia de tantas víctimas, entre las cuales me incluyo.
¿Qué se sabe de la situación actual de Quero Silva?
Este militar está detenido en una cárcel migratoria en Estados Unidos. Cuando los agentes de migración lo detienen, introducen en el sistema su identificación y se dan cuenta de que es un personaje que está siendo investigado por agentes federales. Ahí retomamos nuevamente la visibilidad del caso y varios miembros, incluso denunciantes y colaboradores en el caso contra Rafael Quero Silva, estamos solicitando a diferentes autoridades americanas la no deportación, sino que continúe el proceso de investigación que se desarrolla en Estados Unidos.
Hablan víctimas del exmilitar venezolano Rafael Quero Silva Foto:
Si Quero Silva era un aliado del régimen de Venezuela, ¿cómo es que llega a Estados Unidos?
Una investigación reciente informó que, nada más en el estado de Florida, se encuentran 250 personas ligadas a la dictadura chavista, entre ellos empresarios y altos mandos militares que hacen su vida allá. Entonces, la manera en que entran evidentemente está ligada al poder económico que tienen estos sectores del alto mando militar. Hay que aclarar algo muy importante: una parte del alto mando militar en Venezuela está comprometida con la dictadura, pero por lo económico, no por lo ideológico. No sería nada descabellado pensar que ese proceso de infiltración de militares venezolanos en Estados Unidos forme parte de lo que entendemos como una campaña del cartel de los Soles.
El teniente coronel Rafael Quero Silva es acusado de reprimir protestas en 2013 y 2014. Foto:Redes
¿Por qué vivirían en países como Estados Unidos?
Está esa parte de la hipocresía de estos altos jerarcas del chavismo que, por un lado, critican el imperialismo, pero por otro lado les encanta vivir en España, Estados Unidos y países del primer mundo.
Hay que aclarar algo muy importante: una parte del alto mando militar en Venezuela está comprometida con la dictadura, pero por lo económico, no por lo ideológico.
¿Cuáles son los delitos y acusaciones que hay en contra de Quero Silva?
Estos militares están siendo denunciados por detenciones arbitrarias, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Son delitos tipificados en las convenciones interamericanas o en las convenciones mundiales de derechos humanos que han suscrito los diferentes Estados que son parte de la Organización de Naciones Unidas y que, al ser ellos militares, los hace responsables directos porque son funcionarios de un Estado represor.
Háblenos de su caso...
En mi caso particular, fui víctima de una detención arbitraria por alrededor de entre seis y siete horas dentro de un destacamento militar. Ahí sufrí golpes, torturas físicas, verbales y psicológicas. No recibí descargas eléctricas, afortunadamente, pero sí presencié cómo chicos muy jóvenes, de entre 18 y 20 años, eran desnudados, obligados a saltar, a pujar de manera denigrante y recibían incluso descargas eléctricas.
¿Qué pasó después de que lo liberaron?
Logré salir sin ningún tipo de imputación. A las siete horas me liberaron, me dejaron tranquilo. A través del trabajo que comenzamos las víctimas de Funpaz, pudimos documentar casos como, por ejemplo, el de nuestro compañero Carlos Dubrón, que se encuentra en Estados Unidos y es uno de los denunciantes. Él manifiesta que recibió una descarga eléctrica en su cuerpo. Tenemos el caso también de la señora Marilena Uzcátegui, quien fue detenida en el año 2014, que tras una orden de detención personal que llevó a cabo Rafael Quero Silva, estuvo detenida en la cárcel y documentamos las denuncias, los maltratos y los vejámenes que recibió.
Policía antidisturbios utiliza gases lacrimógenos contra manifestantes durante protesta en Caracas. Foto:AFP
¿Cuántos casos documentaron?
Más de 150 casos que están en poder del fiscal y del juez que lleva la causa.
¿Qué se puede esperar en el caso de Quero Silva, ya que fue detenido en primer momento por temas migratorios?
Nosotros nos mantenemos como parte acusadora y parte activa en la investigación que llevan a cabo las autoridades en Estados Unidos. Sabemos que los agentes del FBI van a solicitar ante el juez la no deportación y que se continúe el proceso de investigación de este militar represor. Sin embargo, también entendemos que no está en nuestras manos que lo deporten o no. Estamos procurando utilizar todos los mecanismos posibles para que este personaje no sea deportado, porque sería entregado a Venezuela y seguramente el dictador lo premiaría con alguna embajada o algún consulado en cualquier parte del mundo.
¿Puede haber la posibilidad de que Quero se convierta en colaborador de EE. UU.?
Yo me atrevería a pensar en una tercera opción que se deriva de seguir en el proceso de investigación y que quiera participar como colaborador. Creemos que Quero Silva puede tener mucha información sensible, ya que él recibía órdenes directas de su alto mando militar. No creemos que sea un militar de bajo rango que pueda salir impune tan fácilmente.
Protesta antigubernamental en Venezuela. Foto:EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
¿Han identificado ustedes a otros personajes como él que estén en otros países?
Por supuesto. En la organización, a través de las diferentes víctimas, tenemos identificados a por lo menos cinco o seis casos de responsables del chavismo que se encuentran en España, Francia y Estados Unidos. Lo que pasa es que la justicia tiene un tiempo y una velocidad que no son las que uno quiere, pero hay que entender que este es un proceso largo y lento, que este caso de visibilidad de Quero Silva detenido en Estados Unidos ha incluso animado a muchas víctimas que se han comunicado con nosotros. No sabemos cuánto tiempo puede pasar para que obtengamos justicia. Lo que sí tenemos claro es que tenemos la voluntad firme y garantizada de llevar esto hasta el final.
¿Cómo se siente usted hoy?
Siempre hay temor, siempre hay miedo, hay que decirlo, de lo contrario sería mentir. Sin embargo, recuerdo mucho un graffiti que había en mi ciudad natal, en Barquisimeto, que decía: “Más allá del miedo está la libertad”. Y, a pesar de que nos quitaron la posibilidad de continuar viviendo en nuestro país de origen, no nos han quitado el miedo. Eso es importante. Entendemos que estamos luchando contra un narcoestado, contra un gobierno que no respeta, no valora los derechos humanos. Sin embargo, Donatella Rovera, una activista de derechos humanos de Amnistía Internacional habla de que la primera víctima de la impunidad es la verdad. Y si nosotros dejamos que triunfe el mal sobre nuestros testimonios, estaríamos dejándole la cancha abierta para que estos actos cometidos durante tantos años se repitan en un futuro.
ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN
Corresponsal de EL TIEMPO – Caracas