La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ) lideran las apuestas para el Nobel de la Paz, cuyo ganador anunciará este viernes en Oslo el Comité Nobel noruego.
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Ambas organizaciones ocupan un lugar destacado en los pronósticos del Instituto para la Investigación sobre la Paz (PRIO) de Oslo y el Consejo de la Paz noruego, así como en las casas de apuestas.
Y es que los especialistas intentan vaticinar un laureado en medio de un panorama global turbulento por las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la hambruna en Sudán y el colapso climático.
"Un premio de la paz para la UNRWA será un fuerte reconocimiento para su trabajo de cara a una situación política y económica difícil", indicó el Consejo Noruego de la Paz.
La UNRWA brinda ayuda a millones de palestinos en Gaza, Cisjordania y los países vecinos. Pero recompensar su trabajo podría indignar a las autoridades israelíes, que acusan a la organización de complicidad con Hamás.
De ser laureada, la agencia de la ONU podría recibir el premio junto a su jefe, el suizo-italiano Philippe Lazzarini.
Otra forma de abordar el conflicto de Oriente Medio, así como la ofensiva rusa en Ucrania, podría ser honrar a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), encargada de resolver conflictos entre países para evitar la guerra.
La CIJ, máximo tribunal de la ONU con sede en La Haya, ordenó a Rusia cesar su invasión a Ucrania y, meses atrás, ordenó a Israel detener inmediatamente sus operaciones militares en Rafah, en el sur de Gaza.
Las órdenes fueron ignoradas en el terreno, pero aumentaron la presión sobre los dos países para que respeten el derecho internacional.
"La CIJ ha hecho contribuciones importantes", sostiene Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo.
"Obviamente no es una corte que tenga poder o estructura para darle fuerza a sus decisiones, sino que depende de la comunidad internacional para darle seguimiento a sus fallos", explica.
La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Unesco, el Consejo de Europa, la iniciativa Emergency Response Rooms para Sudán y la activista afgana Mahbouba Seraj son otros de los nombres que estas dos instituciones señalan como aspirantes.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aparece otro año bien situado en las quinielas de las casas de apuestas, pero el hecho de que Ucrania sea parte activa en la guerra y de que el ucraniano Centro por las Libertades Civiles fuese premiado hace ya dos años parecen reducir sus opciones.
El activista ruso Alexéi Navalny es otro de los nombres que destacan en las quinielas, a pesar de que los Nobel no pueden premiar a personas ya fallecidas.
Si el Comité Nobel opta por un premio medioambiental, la activista sueca Greta Thunberg -gran favorita en pasadas ediciones- y el británico David Attenborough son dos de las opciones más sólidas, aunque el Nobel de la Paz ya distinguió en 2007 al ex vicepresidente de EE. UU. Al Gore y el indio Rajendra Pachauri, del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), el activista uigur Ilham Tohti, la Campaña para Detener los Robots Asesinos, la opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, el secretario general de la ONU, António Guterres; y el ecuatoriano Juan Carlos Jintiach, responsable de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), también figuran en las quinielas, que no son más que conjeturas.
Sólo si quienes proponen a una persona u organización lo hacen público se puede conocer la identidad de los candidatos, ya que el Comité Nobel noruego únicamente publica el número total de aspirantes y no confirma nombres hasta 50 años después.
Así se sabe, por ejemplo, que entre los nominados de este año figuran el periodista australiano Julian Assange; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; las organizaciones de derechos humanos B'Tselem (israelí) y al-Haq (palestina) y el filántropo armenio y ex primer ministro de Nagorno Karabaj, Rubén Vartanián.
El Nobel de la Paz 2024 cuenta este año con 285 candidatos, de los que 196 son individuos y 89 son organizaciones, según informó el Comité Nobel, que el año pasado premió a la iraní Narges Mohammadi por su lucha por los derechos de las mujeres.
Según el testamento de Alfred Nobel, el magnate sueco que instituyó los premios que llevan su nombre, pueden designar candidatos al galardón de la Paz catedráticos de universidad en Derecho, Historia y Ciencias Políticas, parlamentarios, antiguos laureados y miembros de tribunales internacionales, entre otros.
El de la Paz es el único de los seis premios que se otorga y se entrega fuera de Suecia, en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel, ya que en su época Noruega formaba parte del vecino país.