¿Quién va a gobernar la Franja de Gaza tras la guerra que libra Israel y qué pasará con la solución de los dos Estados con Palestina?

hace 1 mes 65

Cuando se cumple un año del ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza, ni la presión de la Naciones Unidas, ni de Estados Unidos, ni la Unión Europea o de los países árabes ha logrado un acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás que traiga algo de calma en Oriente Próximo que, según el secretario general de la ONU, “está al borde del abismo”.

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Sin embargo, pese a que la guerra no parece que vaya a tener una resolución en los próximos días o meses hay varios asuntos ineludibles para una región convulsionada por el conflicto entre palestinos e israelíes desde hace 75 años.

El primero pasa por establecer quién va a gobernar el enclave palestino en la posguerra, un territorio en el que malviven 2.2 millones de personas en un espacio de apenas 365 kilómetros cuadrados. Y es que, desde el inicio del conflicto, las bombas y ataques israelíes han acabo con la vida de más de 40.000 palestinos y destruido cerca del 58,7 por ciento de los edificios de la Franja.

Washington ha preparado un plan, pero el gobierno de Israel tendría que aceptarlo y apoyarlo y los gobiernos árabes tendrían que proporcionar una sustancial asistencia financiera

Quién se ocupará de su reparación, gobierno y administración es clave para ese periodo de posguerra.

Para los palestinos es importante que sea una entidad representativa de sus intereses y que no se repita la ocupación israelí que se dio entre 1967 y 2005. Mientras que los israelíes quieren evitar a toda costa que sea Hamás -que controla el enclave desde 2007- quien siga gobernando a los gazatíes para evitar ataques como el del 7 de octubre de 2023, en el que segaron la vida de 1.200 personas y secuestraron a 250 más.

Sin embargo, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también se opone a que sea la Autoridad Palestina (AP), que ejerce control sobre Cisjordania, sobre la que recaiga la responsabilidad.

“El futuro de la gobernanza en la Franja de Gaza sigue siendo muy incierto. Israel ha enfatizado que no permitirá que la AP la gobierne. Estados Unidos, por su parte, cree que la Franja podría quedar bajo la autoridad de una Autoridad Palestina ‘revitalizada’. Mientras tanto, los Estados árabes, que muchos actores externos perciben como posibles facilitadores de una transición para salir del conflicto en Gaza, ven pocos beneficios en asumir la responsabilidad de mantener la estabilidad en la Franja en lo que seguirá siendo un entorno extremadamente tenso en los años venideros”, le explicó a este diario Victor Tricaud, analista sénior de la firma Control Risks.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu

Foto:EFE

El futuro de la gobernanza en la Franja de Gaza sigue siendo muy incierto. Israel ha enfatizado que no permitirá que la AP la gobierne. Estados Unidos, por su parte, cree que la Franja podría quedar bajo la autoridad de una Autoridad Palestina ‘revitalizada’

Tricaud, al hablar sobre una Autoridad Palestina “revitalizada”, se refiere específicamente a que la comunidad internacional vuelva a impulsar los compromisos que surgieron de los acuerdos de Oslo de 1993 entre ambas partes. En ese año se pactó la creación de una entidad palestina de transición que luego fuera reemplazada por un gobierno que controlara un Estado independiente en Cisjordania, la Franja de Gaza y con una capital en Jerusalén Oriental.

Sin embargo, aquello nunca ocurrió.

“La realidad de la vida de los palestinos es una ocupación militar agobiante. No importa qué camino elijan para salir de Ramala, se encontrarán con puestos de control israelíes, soldados y asentamientos. En el momento en que se firmaron los acuerdos en 1993, había poco más de 110.000 colonos judíos viviendo en Cisjordania. Hoy, la cifra supera los 700.000. Los asentamientos son considerados ilegales bajo la ley internacional, pero Israel siempre ha puesto esto en disputa”, explica un artículo de la cadena británica BBC al ahondar sobre por qué los acuerdos de Oslo -firmados hace 30 años- no llegaron a un buen puerto.

Mientras que, del otro lado, la AP -dominada mayoritariamente por el partido Fatah- es vista por los palestinos como una entidad corrupta y débil que carece de dientes para evitar que los colonos israelíes sigan extendiéndose en el territorio ocupado.

Mahmoud Abbas, persidete de Palestina.

Mahmoud Abbas, líder de la Autoridad Nacional Palestina.

Foto:EFE

“Hay un gran resentimiento por la forma en que las fuerzas de seguridad de la AP se coordinan con el ejército israelí para arrestar a palestinos que presuntamente planean realizar ataques contra los israelíes. Miembros del público también ven que funcionarios de alto rango de la AP disfrutan de salarios elevados. De hecho, alrededor de un 60 % del público palestino ve ahora a la Autoridad Palestina como una carga, según los sondeos del encuestador palestino Khalil Shikaki”, agrega la cadena británica.

Fue precisamente esta noción de corrupción y de falta de margen la maniobra la que terminó impulsando el discurso radical de Hamás a la gobernanza de Gaza en 2007.

Sin embargo, para Linda Robinson, investigadora del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por su sigla en inglés) y experta en experta en asuntos de Oriente Próximo, no hay otra salida que no sea un apoyo amplio de la comunidad internacional a la AP y evitar, nuevamente, una ocupación israelí en el futuro.

“Estados Unidos y un equipo multinacional han estado apoyado los preparativos de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina para brindar seguridad en Gaza una vez se alcance un alto al fuego. Es posible que necesiten un apoyo adicional, pero es imperativo evitar una ocupación israelí, ya que ese camino probablemente garantice una insurgencia a largo plazo y altos niveles continuos de conflicto. Washington ha preparado un plan, pero el gobierno de Israel tendría que aceptarlo y apoyarlo y los gobiernos árabes tendrían que proporcionar una sustancial asistencia financiera”, le explicó Robinson a este diario.

Un niño palestino camina en medio de vehículos quemados y calles destruidas en Gaza.

Un niño palestino camina en medio de vehículos quemados y calles destruidas en Gaza.

Foto:EFE

La solución de dos Estados

Aunque después de tantos años siga pareciendo una utopía, y no parece que haya voluntad en ninguno de los bandos por impulsar un solución, para políticos, expertos y académicos, la solución de dos Estados es la única vía hacia la paz pese a sus complejidades. Es una idea sobre la que se vuelve siempre en tiempos de conflicto. En marzo de este año, el mismo presidente estadounidense Joe Biden trajo durante una conferencia de prensa en consideración la propuesta.

Sin embargo, ni Washington ni las principales potencias europeas reconocen aún a Palestina como un Estado soberano e independiente.

“En última instancia, sólo la solución de dos Estados puede poner fin al conflicto haciendo realidad el derecho legítimo tanto de palestinos como de israelíes a la autodeterminación. Sin embargo, ambas opciones no son realistas a corto plazo debido a la debilidad y división del lado palestino y al entorno político del lado israelí”, le dijo a EL TIEMPO Ghaith Al-Omari, miembro del Washington Institute y experto en Política de Oriente Próximo y relaciones árabe-israelíes.

En última instancia, sólo la solución de dos Estados puede poner fin al conflicto haciendo realidad el derecho legítimo tanto de palestinos como de israelíes a la autodeterminación. Sin embargo, ambas opciones no son realistas a corto plazo debido a la debilidad y división del lado palestino y al entorno político del lado israelí

No obstante, la guerra en Gaza empujó a que una serie de países oficializara su reconocimiento del Estado palestino, algo que despertó malestar en Israel. Se trata de España, Irlanda y Noruega, quien a mediados de mayo de este año hicieron el anuncio.

Así las cosas, ya son tres cuartas partes de los países del mundo reconocen al Estado palestino que fue proclamado por dirigentes en el exilio hace más de 35 años. En total son 142 países de los 193 que tienen asiento en Naciones Unidas.

“Si bien esto puede ser emocionalmente satisfactorio, no producirá un Estado en la realidad. Sólo un acuerdo puede hacerlo. Mientras tanto, debemos centrarnos en objetivos alcanzables como poner fin a la guerra en Gaza, asegurarnos de que la situación en Cisjordania no se deteriore aún más y reformar y fortalecer la Autoridad Palestina para que pueda apoderarse de Gaza y tener la capacidad de gobernar con éxito un futuro Estado palestino”, dijo Al-Omari.

Sin embargo, para Elliott Abrams, exasesor de Seguridad Nacional en la Administración de George W. Bush para Oriente Próximo y actual investigador del CFR, existen tres grandes puntos que impiden eso: “una AP totalmente incompetente y odiada, la existencia de grupos terroristas como Hamás y la Yihad Islámica y la determinación de Hezbolá e Irán de infiltrarse y subvertir Cisjordania para convertirla en una base de guerra contra Israel”.

Palestinos evalúan los daños de la operación militar de Israel en Jenin, en Cisjordania.

Palestinos evalúan los daños de la operación militar de Israel en Jenin, en Cisjordania.

Foto:EFE

“En realidad, no hay ninguna posibilidad (sobre la creación del Estado palestino). Pueden ‘reconocer’ este Estado imaginario, y muchos países lo reconocen, pero no existe. Una Palestina independiente y soberana sería inmediatamente el objetivo de la subversión iraní y sería un peligro tanto para Jordania como para Israel. No sucederá ni a corto ni a medio plazo”, comentó para este diario Abrams, quien cree que para los “palestinos están decididos no a construir su propio Estado sino a destruir el Estado judío”.

Y esa tesis es, precisamente, la que circula en muchos círculos nacionalistas en Israel.

Sin embargo, la cuestión es mucho más compleja. Los israelíes han abogado en los últimos años por normalizar las relaciones con sus vecinos árabes. De hecho, ya lo consiguió en el pasado con Egipto y Jordania. Más recientemente avanzó en esa misma senda con Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, todo un logro para la diplomacia hebrea que históricamente ha estado aislada en su propia región. Incluso, poco antes de los ataques del 7 octubre, circulaban versiones de una normalización con Arabia Saudí, considerado el guardián del mundo árabe. La guerra, sin embargo, trastocó esos planes y ahora Riad se opone a cualquier tipo de acercamiento si no se termina la guerra y se reconoce a un Estado palestino.

Y países como Emiratos, siguen presionando también por un reconocimiento palestino. Es decir, es una situación que vaya mucho más allá y que a priori condiciona la resolución de cualquier tipo de conflicto en la región.

“Los gobiernos están reconociendo a Palestina como una forma de presionar a Israel, pero se necesita un proceso de paz para convertirlo en un Estado palestino en una realidad. Eso requerirá un gobierno israelí diferente, y sólo los israelíes pueden crear un nuevo gobierno con una visión más amplia de la seguridad de Israel”, acotó Robinson.

Por su parte Al-Omari, al ser preguntado por este diario sobre cómo lograr que finalmente israelíes y palestinos vivan en paz dice: “No hay alternativa a la paz. Esto es cierto por motivos morales, pero también geoestratégicos. Como demostró la guerra de Gaza, este conflicto puede desestabilizar todo Oriente Próximo. La pregunta es cuándo conseguiremos la paz y cuántas personas sufrirán hasta que alcancemos ese resultado. Cualquier solución futura de dos Estados tendrá que basarse en la separación, no en la cooperación. Parecerá más un divorcio que una sociedad. Pero eso sigue siendo mejor que el conflicto”, dijo.

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