¿Quién ganó el debate vicepresidencial entre Tim Walz y J. D. Vance? Análisis sobre lo que indican las encuestas en Estados Unidos

El debate entre los candidatos a la vicepresidencia en Estados Unidos, Tim Walz (demócrata) y J. D. Vance (republicano), brilló por dos aspectos que han estado ausentes desde hace mucho tiempo en la política de este país: sustancia y civilidad.

En eso, al menos, coincidían este miércoles los principales medios de comunicación y expertos al hacer sus evaluaciones sobre el primer y único intercambio pactado en entre estos dos contrincantes cuando faltan menos de cinco semanas para las elecciones presidenciales.

Si bien hubo algunos momentos álgidos, Walz y Vance evitaron los ataques personales que han caracterizado esta era de Donald Trump y se concentraron, más bien, en marcar las profundas diferencias que existen entre ambas candidaturas y las visiones de país que defienden.

Qué tanto impacto tendrá el debate en una carrera que sigue muy apretada y donde la mayoría de los votantes ya parece haber tomado una decisión es algo que nadie sabe. Sin embargo, y al menos por los 90 minutos que duró el intercambio en Nueva York, quedó la sensación de que un diálogo es todavía posible pese a lo agudas que sean las diferencias.

Como lo calificaron cadenas como CNN o el Washington Post: fue un debate que se destacó por su “normalidad” en medio de un campaña tóxica y caótica plagada de mentiras y exageraciones.

Vance, documentaron los medios, repitió muchas de las mismas falsedades que ha venido ventilado Trump – en total unas 21, según el conteo del Post-. Pero al hacerlo moderó muchos de los planteamientos de su jefe y trató de justificar otros de manera articulada.

Qué tanto impacto tendrá el debate en una carrera que sigue muy apretada y donde la mayoría de los votantes ya parece haber tomado una decisión es algo que nadie sabe. Sin embargo, y al menos por los 90 minutos que duró el intercambio en Nueva York, quedó la sensación de que un diálogo es todavía posible pese a lo agudas que sean las diferencias.

Por supuesto sin olvidar que tanto Vance como Walz son “platos de segunda mesa” y que el tono y la atención están sobre Trump y Kamala Harris. Prueba de ello es que mientras Vance hacía esfuerzos por mantener la cortesía, el expresidente se despachaba en redes sociales contra sus rivales, llamando a Harris una “discapacitada mental” y llamando a Walz “tampón Tim”.

Lo que dicen las encuestas

Aunque la encuestas que han surgido hasta ahora son solo pequeñas muestras de personas que vieron el debate, en general apuntan a un buen desempeño de Vance sin demeritar el papel del gobernador de Minnesota que por momentos lució nervioso, pero fue recuperando la compostura.

En el sondeo realizado por CNN con votantes registrados, un 51 por ciento vio al republicano como ganador frente a un 49 por ciento que dijo lo mismo sobre Walz.

Pero antes de iniciar el debate el mismo grupo anticipaba que el demócrata saldría victorioso (54 por ciento frente al 45 por ciento).

En otras palabras, Vance superó las expectativas y en contraste con el desempeño de su jefe que fue visto como el perdedor por más del 65 por ciento de personas que vieron su debate con Harris hace un mes.

Vance, uno de los candidatos a la vicepresidencia más impopulares de la historia, también mejoró sus índices de favorabilidad entre quienes vieron el debate. De un 30 por ciento que lo veía de manera favorable y un 52 desfavorable pasó a 41 por ciento favorable y 44 por ciento desfavorable cuando se les preguntó nuevamente su opinión. Si bien sigue en déficit, sus números -entre este grupo de encuestados- mejoró de manera notable.

Trump volvió a insistir este martes que no piensa participar en un nuevo intercambio con Harris, con lo cual el de Walz-Vance podría ser el último encuentro entre las campañas antes de las elecciones.

Algunos expertos sostienen, no obstante, que el expresidente podría estar tentado a aceptar uno adicional pues detesta que sus inferiores (en este caso Vance) lo superen.

A Walz tampoco le fue nada mal. Tras el encuentro, un 59 por ciento expresaron una opinión favorable sobre el gobernador frente a un 22 por ciento de críticos, una mejora considerable con respecto a sus cifras previas (46 por ciento favorable y 32 por ciento desfavorable).

Adicionalmente una gran mayoría de los observadores, el 65 por ciento, dijo sentir que Walz estaba preparado para gobernar en caso de ser necesario frente al 58 por ciento que dijo lo mismo de Vance.

Así mismo, un 48 por ciento afirmó que sintieron al gobernador como una persona más sintonizada con los problemas que los aquejan (frente a un 35 por ciento de Vance) mientras que el 48 por ciento dijo compartir su visión sobre lo que debería ser Estados Unidos (39 por ciento para Vance).

En otra muestra de CBS entre independientes e indecisos -cadena que realizó el debate- el 42 por ciento vio como ganador a Vance versus el 41 por ciento de Walz.

Aunque muchos lo calificaron como un empate técnico, también hubo coincidencia en que el senador de Ohio salió mejor librado por superar las expectativas.

El lado flaco del debate fue que compitió en términos noticiosos con dos grandes eventos que lo opacaron: los desastres que dejó el huracán Helene en varios estados del país y la escalada de conflicto en Oriente Medio tras los ataques de Israel en el Líbano y la respuesta de Irán, que lanzó 181 misiles contra este país el martes en la noche.

Así mismo, muchas menos personas se sintonizaron para verlo en comparación con la audiencia que vio el encuentro entre Harris y Trump (67 millones contra menos de 40, según datos preliminares).

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington