Hoy en día, muchas personas dedican su vida a ser ‘influencer’ y a vivir de su contenido en redes sociales, pero no a todas las personas les suele ir bien, ya que esto requiere de tiempo y dedicación y en algunas ocasiones de dinero.
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Lissette Calveiro es una joven que quería lograr fama y una rentabilidad considerable por medio de las publicaciones que hacía en sus cuentas, pero esto no resultó como ella pensaba, pues hizo un préstamo de 10.000 dólares y casi la deja en bancarrota.
Todo lo que le tocó invertir para su imagen personal y para poder visitar lugares estéticos que le ayudaran a ver aún mejor de lo que estaba, hizo que ese dinero se le esfumara rápidamente.
En ese entonces esta joven contaba con unos 10 mil seguidores cuando se dio cuenta de que tenía que hacer algo no solo para mantenerlos, sino para no perder ese flujo de usuarios que solían ver sus publicaciones.
Ella pasó de vivir en Miami a Nueva York donde una amiga que el arriendo le costaba aproximadamente 700 dólares mensuales y aunque en un comienzo le estaba yendo bien con su vida de ‘influencer’, los gastos en exceso hicieron que no ahorrara nada de lo que estaba ganando.
“Tuve muchas oportunidades de ahorrar, podría haber invertido ese dinero en algo”, comentó la joven.
Al ver que sus tarjetas de crédito se estaban saturando y se estaba quedando sin dinero, Calveiro tuvo que combinar su vida de creadora de contenido con un trabajo de medio tiempo para seguir con el estilo de vida que tenía.
“Una vez gasté 700 dólares en un viaje de ida y vuelta a Texas para asistir a un concierto de Sia”, contó Calvario en una entrevista al ‘New York Post’.
Al darse cuenta que ya no podía seguir costeando la vida que quería tuvo que hacer un alto y ponerle fin a todo y regresar a la casa de sus padres en la ciudad de Miami, en la que tuvo que comenzar a trabajar como publicista para poder pagar todas las deudas que tenía.
“Vivía una mentira, invertí mucho dinero en comprar bolsos de marca y cuando regresé a Miami tenía una deuda de más de 10 mil dólares en mis tarjetas de crédito”, explicó.
Después de un tiempo regresó a la ciudad de Nueva York luego de conseguir un trabajo fijo como relacionista pública, para poder sobrevivir en esta ciudad y seguir siendo famosa en Instagram, pero ahora es más consciente y no lleva una vida en exceso.
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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