En una sociedad cada vez más digitalizada, los pagos alternativos dejaron de ser una opción secundaria para convertirse en una práctica cotidiana.
Estos mecanismos, que incluyen billeteras digitales, transferencias por WhatsApp y pagos mediante códigos QR, están desplazando progresivamente a las tarjetas tradicionales y están ampliando el alcance de la inclusión financiera en Colombia.
De acuerdo con cifras de la Superintendencia Financiera, entre 2020 y 2024 el uso de billeteras digitales aumentó un 120 %.
Uno de los métodos que más gana terreno es el de los pagos mediante códigos QR. En 2024, su adopción creció un 85 %, y plataformas como Mercado Pago reportaron que las compras a través de este sistema se triplicaron en el último año.
Los cambios en los métodos de pago. Foto:iStock.
Empresas del sector fintech, como DRUO, son fundamentales en este proceso de cambio. Esta compañía desarrolló un sistema de débito directo que permite realizar transferencias automáticas desde cuentas bancarias, sin necesidad de ingresar a plataformas bancarias ni utilizar tarjetas físicas.
“Los pagos alternativos, cuya adopción explotó durante la pandemia, se han consolidado como una opción confiable, fácil y segura para millones de personas”, explicó Alejandro Pinzón, CEO de DRUO. Según datos de Asobancaria citados por el directivo, las transacciones con métodos alternativos han crecido un 30 % anual en los últimos cinco años.
Además de su facilidad de uso, estos mecanismos también permiten reducir costos.
Seguridad: una prioridad para la confianza del usuario
El crecimiento de los pagos alternativos está acompañado de mayores esfuerzos en seguridad. Tecnologías como la autenticación biométrica, la verificación de identidad y el monitoreo en tiempo real han sido adoptadas para minimizar los riesgos de fraude.
“Se están implementando sistemas de detección de fraude basados en inteligencia artificial que analizan millones de patrones en fracciones de segundo para identificar comportamientos sospechosos con una precisión sin precedentes”, afirmó Pinzón.
Tres retos para el futuro digital de Colombia
Pese al avance, aún existen desafíos importantes para consolidar esta transformación. El primero es mejorar la infraestructura para transferencias interbancarias, ya que solo el 40 % de las operaciones digitales utilizan este modelo.
El segundo reto es la expansión en zonas rurales, donde el acceso a las tecnologías digitales es limitado y los costos pueden dificultar su adopción.
El uso de plataformas digitales para pagar es mayor. Foto:iStock.
El tercer desafío es fortalecer la educación financiera. Este aspecto es clave para aumentar la confianza de los usuarios y fomentar un uso masivo de estos métodos de pago.
“Si superamos estos desafíos, Colombia no solo consolidará su liderazgo regional en pagos digitales, sino que también avanzará hacia una economía más moderna, inclusiva y conectada”, concluyó Pinzón.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de DRUO, y contó con la revisión de un periodista y un editor.