En la era digital, es común que los usuarios pasen horas navegando por tiendas en línea, explorando productos que saben que jamás comprarán. Desde automóviles de lujo hasta inmuebles inalcanzables, ropa de diseñador, bolsos, entre otros. En ese contexto, se le pidió a la inteligencia artificial que lo analice desde el aspecto psicológico y estas son sus conclusiones.
Según la respuesta de ChatGPT, este fenómeno tiene múltiples interpretaciones dentro del campo de la psicología. Lejos de ser una simple pérdida de tiempo, ver productos inalcanzables puede ofrecer pistas valiosas sobre el estado emocional, aspiraciones, y necesidades no satisfechas de una persona.
Cuando alguien dedica tiempo a observar objetos que están fuera de su alcance económico, está participando en una forma de visualización aspiracional. Se trata de un ejercicio mental que activa el sistema de recompensa del cerebro, el mismo que responde ante la posibilidad de cumplir una meta o deseo.
Desde la perspectiva de la IA, el patrón es claro: los usuarios que más tiempo dedican a este tipo de navegación suelen estar atravesando momentos de frustración, baja autoestima o aburrimiento. Este comportamiento sería una forma de evasión emocional o de autorregulación del estado de ánimo. En otras palabras, ver cosas inalcanzables puede proporcionar una sensación momentánea de control, fantasía o estatus.
Es un hábito mucho más común de lo que parece. Foto:Getty Images/iStockphoto
Acciones que se detonan el mirar cosas en internet que probablemente no comprará, según la IA
Un punto mencionado por ChatGPT fue el aumento en esta conducta tras eventos estresantes como rupturas amorosas, problemas laborales o crisis económicas. En esos momentos, mirar objetos aspiracionales funciona como una válvula de escape emocional.
No obstante, este hábito también puede tener efectos negativos si se vuelve crónico. Cuando se convierte en una rutina diaria, puede generar una sensación de insatisfacción constante con la vida real, alimentando comparaciones poco realistas y afectando el bienestar mental.
De hecho, de acuerdo con los expertos de ITAE Psicología, estos comportamientos, si se desarrollan, pueden derivar en una adicción a las compras compulsivas para calmar emociones negativas. Esto, aunque alivia momentáneamente la ansiedad, a largo plazo generan culpa y problemas económicos, creando un círculo vicioso difícil de romper sin ayuda profesional.