Con las probables salidas de Dagoberto Quiroga, de la Superintendencia de Servicios Públicos, y de Carlos Fernando García, de Migración Colombia, el presidente Gustavo Petro pierde a dos de sus alfiles en el Gobierno y a dos personajes que representaban lo que algunos denominan la línea dura del 'petrismo purasangre'. Además, a dos funcionarios que, pese a los cuestionamientos, manejaban dos temas clave para el país: la crisis energética y de gas y la difícil situación migratoria en el tapón del Darién.
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El funcionario, además, saldrá pocos días antes de que asista a la Comisión de Acusaciones de la Cámara para dar su testimonio en el marco de las investigaciones sobre la supuesta financiación irregular de la campaña presidencial de Petro, en las que ha tenido que dar explicaciones sobre 500 millones de pesos que fueron donados por Fecode, pero que no fueron reportados.
Su salida ocurre en medio de críticas a su manejo del flujo migratorio de venezolanos y el tránsito irregular en la región del Darién, fundamental en lo que tiene que ver con el abandono de la atención humanitaria inmediata y la integración socioeconómica, asuntos que no tienen doliente desde que fue asumido por la Dirección para la Población Migrante del Ministerio de la Igualdad.
Las salidas de estos funcionarios se suman a otros golpes recientes para el denominado 'petrismo purasangre' y confirman la erosión del círculo cercano del primer mandatario, entorno que se había conformado con personas cercanas desde los días del M-19 y que compartían su visión sobre el país.
Para Carlos Arias, profesor de Comunicación Política de la Universidad Javeriana y analista político, estos dos casos solo denotan algo que ha venido sucediendo desde hace meses y que es el resultado de la falta de coherencia en el proyecto político.
“Más allá de los motivos de su salida, lo que se confirma es que el petrismo, a pesar de que se ha radicalizado y de que hay una clara intención de gobernar para ellos, se está desmembrando. ¿Por qué se está desmembrando el 'petrismo purasangre'? Porque las razones y los argumentos para sostener su gestión no están siendo coherentes con la promesa. Pese al activismo, la gestión del Gobierno hoy no se conduele con la propuesta”, señaló el analista político.
El académico vaticina que, con el paso de los meses, y a medida que se acerquen los balances sobre la gestión de esta administración, más figuras cercanas al jefe de Estado irán saliendo. “A medida que avancen los meses más figuras del progresismo, que han demostrado que no pueden gestionar y que no han podido avanzar en el cambio, caerán. No basta con ser del círculo cercano si no hay resultados. Lo que esto demuestra es que durante años el petrismo fue muy bueno para hacer oposición y generar indignación, pero no aprendieron a gobernar”, agregó.
Entre los nombres destacados que recientemente han dejado el gobierno se encuentra Carlos Ramón González, quien salió de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) tras ser mencionado en la audiencia de imputación de cargos en contra de Olmedo López y Sneyder Pinilla por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD).
Aunque González era una de las figuras más cercanas al presidente Petro, las graves denuncias que pesan en su contra -López y Pinilla lo señalan de ser el responsable de dar la orden de entregar dineros y contratos a los presidentes del Congreso para pavimentar el trámite de las reformas sociales- hizo su presencia en el gobierno insostenible.
Retrocediendo un poco más, es posible encontrar otras figuras cercanas al presidente -que hoy siguen siendo fieles defensores de su proyecto político- que han dejado el Gobierno como Carolina Corcho, exministra de Salud, e Irene Vélez Torres, exjefa de la cartera de Minas y Energía. A pesar de estas salidas, aún permanecen varios aliados de confianza en esa primera línea de defensa del mandatario.
Augusto Rodríguez, al frente de la UNP; Gustavo Bolívar, en Prosperidad Social y uno de los que acuñó el término 'petrismo purasangre'; y Guillermo Alfonso Jaramillo, en el Ministerio de Salud, son solo algunos de esos nombres.
Pese a esto, Arias ve una consecuencia adicional en lo que califica como el desmembramiento del ‘petrismo purasangre’ dentro del Gobierno y tiene que ver con las elecciones de 2026. Para el analista, el Gobierno tiene dos salidas de cara a llegar con capital político de cara a los comicios.
“Lo que le queda al presidente Petro es, o elegir personas de su entera confianza, por ejemplo el caso del ministro de Educación, Daniel Rojas, que tiene mucho conocimiento de las bases estructurales y del movimiento estudiantil, pero no sabe de políticas educativa; o hacer lo que está haciendo con la elección del nuevo procurador, es decir, optar personas o aliadas estratégicos que les permitan mostrar gestión y generar un puente de gobernabilidad con sectores de la centro-izquierda o no tan cercanos a su proyecto”, señaló el analista, quien sostiene que esto último puede tener un fuerte impacto en las bases.
“Creo que esta última es la única salida para poder cohesionar una estructura política que le permita una apabullante derrota en las elecciones de Congreso”, concluyó Arias.
Para el analista, la salida de Quiroga y García no solo complica la ya cuestionada gestión de este Gobierno en áreas clave, sino que también expone fisuras dentro del petrismo, lo que para muchos podría afectar la cohesión de su base política de cara a 2026 y su capacidad para implementar su agenda.
CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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