Ya van cerca de cuatro meses desde que sacudió al país la noticia de que la Unidad de Información y Análisis Financiero de Colombia (UIAF) fue suspendida temporalmente del grupo Egmont que agremia a las oficinas de inteligencia financiera del mundo.
La decisión del grupo se dio 13 días después de que el presidente Gustavo Petro leyera en una alocución, el 4 de septiembre de 2024, una carta enviada por IMPA, la entidad oficial del gobierno de Israel para lavado de activos, a la Uiaf en donde se conoció la presunta compra del software espía Pegasus.
De acuerdo con el mandatario, el informe entregado a la Uiaf el 27 de agosto de 2024 da cuenta de un supuesto movimiento irregular de dineros en efectivo que habría sido para la compra de 'Pegasus', un cuestionado software fabricado por la empresa israelí NSO Group y usado para la interceptación de comunicaciones.
El director de la Uiaf, Luis Eduardo Llinás, dio explicaciones tras el anuncio de la suspensión por parte del grupo Egmont y aseguró que durante la alocución el presidente cometió una imprecisión por nombrar a Suiza.
El funcionario además dijo que actuaron conforme a la ley colombiana y que no han violado ningún estatuto del grupo Egmont.
La confirmación de la sanción
El 23 de septiembre pasado la presidenta del Grupo Egmont de Unidades de Inteligencia Financiera, Elżbieta Franków-Jaśkiewicz, confirmó la suspensión a la Uiaf.
En el comunicado la presidenta inicia asegurando: "La cooperación internacional eficaz es fundamental para el éxito de la lucha contra el blanqueo de capitales, los delitos subyacentes asociados y la financiación del terrorismo. El compromiso del Grupo Egmont con la cooperación internacional es fundamental. Se basa en una sólida base de confianza mutua que garantiza que las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) miembros cumplan con altos estándares de responsabilidad en lo que respecta a la protección y confidencialidad de la inteligencia financiera que se intercambia".
Además: "Para garantizar que se cumplan esos altos estándares, la Carta del Grupo Egmont exige que las UIF miembros mantengan su autonomía y su independencia operativa. Deben mantenerse libres de cualquier influencia o interferencia indebida de carácter político, gubernamental o industrial que pueda comprometer su independencia operativa y poner a las demás UIF miembros en riesgo de exposición a violaciones de datos sensibles o de confidencialidad".
Además, señalaron que la medida de emergencia permanecerá vigente mientras el Grupo Egmont evalúa más a fondo la situación de acuerdo con sus procedimientos internos.
A pesar de que no ha trascendido más información desde que se conoció la sanción, EL TIEMPO estableció que aún sigue en análisis por parte del Grupo Egmont.
“Posiblemente se pueda decidir algo en la reunión de febrero”, le dijo una fuente de la Uiaf a este diario. Al parecer, la reunión se dará a mediados de ese mes.
¿Se afectan investigaciones contra narcos y grupos ilegales?
La suspensión de la Uiaf implica que Colombia pierda información de al menos 150 unidades financieras. Las investigaciones no son de alcance penal, sin embargo, los insumos son entregados a la Fiscalía para que desarrolle los procesos penales por lavado de activos, financiación del terrorismo y otros delitos.
Fabio Humar, abogado penalista con experiencia en temas de lavado de activos dijo que la suspensión es un fracaso diplomático y en la lucha contra el crimen organizado “porque nos retira la posibilidad de acceder a información a través del canal secreto del Grupo Egmont, lo que sucede es lamentable para la comunidad de inteligencia financiera colombiana porque nos impide tener información de más de 170 unidades financieras que alimentan bases de datos de la UIAF con la cual luego se pueden iniciar investigaciones”.
Y agregó : “Se pueden afectar investigaciones que no se hayan iniciado, porque la inteligencia financiera es un insumo penal. Por citar un ejemplo, digamos que la UIAF estaba analizando los movimientos financieros de unos extranjeros que están en Colombia y antes pasaron por otros países en Europa o América, estos países le podían dar información financiera a la UIAF sobre esas personas, pero ya no pueden hacerlo”.
EL TIEMPO también les preguntó a los expertos si la UIAF podría ser eliminada del grupo Egmont.
Farid Rondón, miembro del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa de la Universidad Nacional, afirmó: “hay que ser prudentes al momento de enunciarla, teniendo en cuenta la historia de contribución que tiene la inteligencia colombiana en la lucha contra la ilegalidad y su importancia en la materia; así como las consideraciones que se hayan dado por parte de la institucionalidad ante el Grupo Egmont. Se es optimista bajo este escenario, dependiendo de la posición que adopte Colombia frente a lo ocurrido. No obstante, existe la posibilidad de sanciones que deben ser determinadas dependiendo de si se considera la violación o no de la confidencialidad, así como su alcance”.
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MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Redacción Política