Escuchar canciones melancólicas, ver una película reconfortante y dejarse llevar por la nostalgia son acciones comunes cuando hemos tenido un conflicto con un ser querido.
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Ya sea un familiar, pareja, amigo o alguien cercano, las peleas pueden dejarnos con una sensación profunda de dolor. El vacío que se siente al no tener a esa persona cerca nos puede hacer pensar que el sufrimiento es insuperable. Pero, ¿cómo podemos remediar esta situación? La respuesta está en pedir disculpas y seguir ciertos pasos que pueden ayudarnos a sanar la relación.
La importancia de una disculpa sincera
Pedir perdón es una habilidad esencial en cualquier relación. Es un gesto clave que ayuda a reparar y fortalecer los lazos cuando hemos cometido un error. A través de una disculpa honesta, no solo reconocemos el daño causado, sino que también mostramos un arrepentimiento genuino. Este acto puede ser el primer paso para restaurar la confianza y volver a crear una conexión con la otra persona.
A pesar de lo crucial que es saber pedir perdón, no siempre tenemos claro cómo hacerlo de manera efectiva. No se trata simplemente de decir "lo siento". Para que una disculpa sea verdaderamente significativa, es necesario comprender el impacto de nuestras acciones y estar dispuestos a enmendar el daño. Si no sabes cómo comenzar este proceso, estos cinco consejos te ayudarán.
¿Por qué es tan relevante aprender a pedir disculpas?
De acuerdo con Ecofin, una disculpa efectiva debe tener dos componentes esenciales: primero, demostrar un remordimiento sincero por nuestras acciones, y segundo, reconocer el daño que hemos causado. Pedir perdón es difícil porque la persona que lo hace está aceptando la culpa, algo que muchas veces puede afectar nuestro ego. Cuando este es especialmente sensible, puede sentirse amenazado, haciendo que el acto de disculparse se perciba como un ataque al propio orgullo.
Las Naciones Unidas también señalan que una disculpa honesta no solo restaura la dignidad de quien la recibe, sino que también puede reducir el miedo a posibles represalias o deseos de venganza. Para quien se disculpa, es el primer paso hacia la reconciliación y una oportunidad para reconstruir la confianza perdida.
Por su parte, el hospital Children’s Minnesota explica que pedir perdón es la manera natural de tratar de enmendar una situación cuando sentimos que alguien está enojado o herido por nuestras acciones. Ya sea porque rompimos algo, incumplimos una promesa o simplemente actuamos mal, una disculpa puede ser la solución para reparar la relación.
Cinco pasos para pedir disculpas de forma efectiva
- Sea sincero en su expresión emocional: lo más importante al pedir disculpas es que las emociones sean genuinas y se perciban sin filtros. La otra persona debe sentir que realmente se lamenta lo sucedido.
- Explique con claridad lo que ocurrió y de qué se arrepiente: no basta con decir "lo siento". Es necesario ser claro y directo sobre lo que pasó y qué es lo que lamenta. De esta manera, la otra persona entenderá que reconoce su error y esta comprometido a repararlo.
- Asuma su responsabilidad: es fundamental mostrar madurez al aceptar la culpa. Demuestre valentía, madurez y sensibilidad para entender que usted y solo usted es el desencadenante del sufrimiento de ese ser cercano. No busque excusas; asuma que el problema es consecuencia de sus acciones.
- No use la disculpa como una herramienta para obtener algo a cambio: evite convertir la disculpa en un medio para conseguir algo. Decir "si me perdonas por esto, ¿me dejarás hacer aquello?" no es sincero. El objetivo de la disculpa debe ser sanar la relación, no obtener beneficios.
- Aplique la empatía: escuche y sienta al otro: ninguna disculpa será efectiva si no muestra empatía. Escuche, sienta y mire con empatía, pues es vital que se ponga en el lugar de la otra persona. Al hacerlo, demuestra que no solo entiende su dolor, sino que esta comprometido a no repetir el error.
SARAI M. GUTIERREZ
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.