¿Por qué siempre deberíamos comer queso, según Harvard?

Según aclara el portal de salud Harvard Health, los probióticos son microorganismos que, al ser consumidos en cantidades adecuadas, ofrecen beneficios para la salud, incluyendo la mejora del equilibrio bacteriano en el intestino. Este equilibrio es esencial, ya que el intestino alberga aproximadamente 100 billones de bacterias, algunas de las cuales son beneficiosas y otras potencialmente dañinas. 

Cuando este equilibrio se altera, puede contribuir a una serie de problemas de salud, como alergias, trastornos del estado de ánimo y enfermedades autoinmunitarias. El queso, especialmente aquellos que fueron añejados y no calentados posteriormente, como el suizo, el provolone, el gouda, el cheddar, el edam, el gruyère y el requesón, es una excelente fuente de estos probióticos. 

Incorporar queso en su dieta diaria

Consumir alimentos ricos en probióticos, como el queso, puede ayudar a fomentar el crecimiento de las bacterias buenas en su intestino, lo cual es fundamental para una digestión saludable, argumenta el citado portal.

Los estudios demostraron que una flora intestinal equilibrada puede mejorar la absorción de nutrientes y fortalecer el sistema inmunológico. Además, algunos probióticos se relacionaron con la reducción de la inflamación y el alivio de síntomas relacionados con trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable.

Es importante tener en cuenta que, aunque el queso tiene sus beneficios, debe ser consumido con moderación. Muchos son altos en calorías, grasas saturadas y sodio, lo que significa que un consumo excesivo podría contrarrestar sus efectos positivos. Por lo tanto, se recomienda elegir porciones adecuadas y optar por variedades de queso más bajas en grasa cuando sea posible.