Hay momentos en los que pareciera que el tiempo se acelerara, en otras ocasiones sucede todo lo contrario y se puede sentir eterno. De acuerdo con investigadores de la Universidad Cornell, esta percepción sobre lo rápido o lento que avanza el presente podría depender del corazón.
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Antes de este estudio, las personas creían que la sensación del tiempo era controlada únicamente por el cerebro. Sin embargo, un estudio encontró que los latidos del corazón tendrían una mayor inferencia en esta noción de temporalidad.
"El tiempo es una dimensión del universo y una base fundamental para nuestra experiencia de uno mismo. Nuestra investigación muestra que la experiencia del tiempo momento a momento se sincroniza y cambia con la duración del latido del corazón", explicó el profesor Ama K. Anderson para el medio de la universidad.
El estudio, liderado por Saeedeh Saeghi, exploró la interacción entre la dinámica cardíaca detallada y la experiencia momentánea de intervalos de menos de un segundo con el fin de encontrar evidencia empírica del papel del corazón en la experiencia del tiempo.
"Los participantes realizaron una tarea de bisección temporal para tonos breves (80–188 ms) sincronizados con el corazón. Desarrollamos un modelo de deriva-difusión cardíaca (cDDM) que incorporó la dinámica contemporánea de la frecuencia cardíaca en el modelo de decisión temporal", indicó el informe sobre la metodología.
A raíz de esto, los investigadores encontraron resultados asociados a la existencia de arrugas temporales en sincronía con la dinámica cardíaca. Adicionalmente, Sadeghi y Anderson informaron que las aglomeraciones hacían que un viaje en tren simulado pareciera pasar más lentamente.
"Estas observaciones demuestran sistemáticamente que la dinámica cardíaca, incluso dentro de unos pocos latidos, está relacionada con el proceso temporal de toma de decisiones", escribieron los autores", anotaron los autores del estudio.
Los expertos también dijeron que la conexión entre la percepción del tiempo y el corazón tiene sus raíces en la bioenergética, que ayuda al cerebro a gestionar el esfuerzo y los recursos en función de los estados corporales cambiantes, incluida la frecuencia cardíaca.
"La investigación muestra que en intervalos de menos de un segundo, demasiado breves para pensamientos o sentimientos conscientes, el corazón regula nuestra experiencia del presente. Incluso en estos intervalos de momento a momento, nuestro sentido del tiempo fluctúa. Una influencia pura del corazón, de latido a latido, ayuda a crear una sensación de tiempo", explicó Anderson.
¿Cuál es la relación entre la percepción del tiempo y el cerebro?
Además del corazón, el estudio indicó que el cerebro también podría estar involucrado en la percepción del tiempo.
En el experimento, después de escuchar los tonos, los participantes de la investigación centraron su atención en los sonidos. Esa respuesta de orientación cambió su ritmo cardíaco, afectando su experiencia del tiempo.
"El latido del corazón es un ritmo que nuestro cerebro utiliza para darnos la sensación del paso del tiempo. Y eso no es lineal: se contrae y se expande constantemente", concluyó Anderson.
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SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO