Levantarse con dolor en el cuerpo puede ser más que una simple incomodidad. Aunque es común atribuir estos malestares a la rigidez muscular, a una postura inadecuada al dormir o a la falta de movimiento durante la noche, estos dolores matutinos pueden ser señal de algo más grave.
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Loreto Carmona, directora científica del Instituto de Salud Muscoesquelética, señala que la mala postura al dormir es una de las principales causas, pero no la única. Según el doctor Juan Muñoz Ortego, de la Sociedad Española de Reumatología, también podría ser un indicio de afecciones reumáticas.
¿Qué enfermedades pueden estar detrás de estos dolores?
El dolor persistente al despertar no debe pasarse por alto, ya que puede estar relacionado con condiciones crónicas como la fibromialgia. Esta enfermedad afecta el sistema neurológico, impidiendo que el cuerpo se relaje por completo, lo que provoca que incluso el más mínimo roce cause dolor.
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Además, la artrosis y la artritis también pueden manifestarse a través de dolores matutinos, especialmente si la persona mantiene una postura incómoda por más de 20 minutos.
Un estudio de la Universidad de Manchester sugiere que estos dolores e inflamaciones al despertar pueden estar relacionados con una alteración de los ritmos circadianos y los niveles de cortisol. Cuando el cortisol, la hormona encargada de regular el estrés y la inflamación, está desequilibrado, el cuerpo puede experimentar mayor dolor e inflamación al levantarse.
¿Cómo evitar el dolor al levantarse?
Aunque el dolor matutino puede ser un síntoma de otras enfermedades, también puede ser un problema temporal que cualquier persona puede experimentar. Sin embargo, tomar ciertas precauciones puede ayudar a prevenir estos dolores:
- Mejore su postura al dormir: Use almohadas que mantengan la alineación correcta de su columna y cuello. Si duerme de lado, coloque una almohada entre las piernas para evitar la tensión en las caderas.
- Elija un colchón adecuado: Asegúrese de que su colchón ofrezca el soporte necesario para su cuerpo. Un colchón muy blando o demasiado firme puede agravar el dolor.
- Estiramientos antes de dormir: Incluir estiramientos suaves en su rutina nocturna puede reducir la rigidez matutina al relajar los músculos.
- Mantenga una rutina de sueño regular: Dormir y despertar a la misma hora cada día ayuda a mejorar la calidad del descanso.
- Permanezca activo durante el día: La actividad física fortalece los músculos y mejora la flexibilidad, reduciendo así las molestias al despertar.
¿Cómo aliviar el dolor si ya ha aparecido?
Si se despierta con dolor, realizar ejercicios suaves puede ser útil para aliviar las molestias:
- Estiramiento de cuello: Siéntese o párese con la espalda recta. Incline la cabeza hacia un lado, llevando la oreja hacia el hombro, y mantenga la posición durante 15-30 segundos. Repita en el otro lado.
- Rotaciones de hombros: Levante los hombros hacia las orejas y luego gírelos hacia atrás y hacia abajo en un movimiento circular. Repita 10 veces hacia atrás y 10 hacia adelante.
- Flexiones de rodilla: De pie, apoye las manos en una silla o pared para mantener el equilibrio. Levante una rodilla hacia el pecho y sosténgala con las manos durante unos segundos. Repita con la otra pierna.
Prestar atención a estos dolores puede ser crucial, no solo por el malestar que generan, sino por su potencial para señalar condiciones de salud más graves. Mantener hábitos saludables y estar alerta ante la persistencia de estos síntomas le permitirá enfrentar mejor el problema y evitar complicaciones.
Loren Sofia Buitrago / PORTAFOLIO
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de PORTAFOLIO y contó con la revisión de una periodista y un editor.