Deshacerse de la ropa que ya no utilizamos es una tarea inevitable, ya sea porque ya no nos queda, porque estamos en una nueva etapa de vida o simplemente porque ha cumplido su ciclo de utilidad.
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A menudo, surge la pregunta sobre cuál es la forma más sencilla de liberarnos de esas prendas que ocupan espacio en nuestra habitación o en el armario. Este proceso puede ser visto no solo como una acción física, sino también como una oportunidad para organizar nuestro entorno personal.
Según Angelica Rivera, psicóloga y Asesora de Empleabilidad Laboral en GrowTalent, en un artículo publicado en su cuenta de LinkedIn, el guardarropa refleja más que nuestro estilo.
Es una "proyección inconsciente de la imagen que tenemos de nosotros mismos". Además, señala que este espacio representa los vínculos emocionales con las personas importantes y las experiencias pasadas que nos han marcado.
En este sentido, el acto de deshacerse de ropa que ya no usamos puede ser un paso simbólico hacia dejar atrás ciertas emociones o momentos del pasado.
Rivera también sugiere que el desorden en el armario puede ser un indicio de que es necesario soltar aquellos sentimientos que nos mantienen aferrados a esas prendas. Mientras más desordenado esté el espacio, más urgente será la necesidad de liberarse de esos apegos emocionales, lo cual puede facilitar un mayor bienestar personal.
Algunas de las razones por las cuales nos aferramos a la ropa
- Vínculo con las relaciones, necesidad de apoyo o temor a mostrar la verdadera identidad.
- Intención de conservar la vida, metas, comportamientos y pensamientos sin modificaciones, ya que el cambio puede generar miedo y resulta complicado asumir incertidumbres.
- Sobrecarga de información y dificultades al tomar decisiones.
¿Qué hacer con la ropa que ya no usa?
Al considerar qué hacer con la ropa que ya no usamos, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones que pueden ayudarnos a dejar ir esas prendas de manera más sencilla.
En primer lugar, deshacerse de una prenda no implica deshacerse de un recuerdo. Es fundamental entender que los eventos significativos que asociamos con esas prendas fueron importantes para nuestra formación personal, pero nuevos recuerdos y experiencias están por venir.
- Otro paso útil es separar la ropa que ya no tiene relación con nuestra vida actual. Es un buen momento para reflexionar si esa prenda, como el vestido de graduación o un pantalón que esperamos usar después de una dieta, nos representa en este momento. Preguntas como "¿esto me representa ahora?", "¿es este realmente mi estilo actual?" pueden ayudar a tomar decisiones más conscientes.
- Además, es necesario reconocer que la ropa no tiene múltiples usos a lo largo de los años. Es clave entender que un pantalón no se convertirá en un short para justificar su permanencia en el armario, y un abrigo no se transformará en un chaleco.
- Finalmente, limpiar el closet de ropa que ya no nos queda dejará espacio para nuevas adquisiciones, nuevos planes y nuevas ideas. Esta renovación puede inspirar a explorar diferentes estilos y abrirnos a nuevas posibilidades.
ELIZABETH SANTANA.
EL UNIVERSAL MÉXICO / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de El Universal México (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.