Periodismo bajo fuego: así es la lucha de los reporteros para informar en medio de la guerra y la censura en Gaza

hace 3 horas 13

Ismail al-Ghoul era un periodista palestino de la cadena Al Jazeera en Gaza conocido por su habilidad para capturar las historias humanas detrás del conflicto. El 8 de octubre de 2023, mientras informaba sobre la muerte del líder político del grupo Hamás, Ismail Haniyeh, al-Ghoul fue asesinado en un bombardeo.

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Las autoridades israelíes lo señalaron de ser un miembro de Hamás, una acusación que su familia y colegas niegan rotundamente. Para ellos, era simplemente un periodista, y otro nombre en la larga lista de reporteros que han muerto cubriendo la guerra.

Ismail llevaba su chaleco de prensa y Rami llevaba el equipo que utilizaba para documentar y filmar los acontecimientos. En el asiento trasero del vehículo había otras herramientas necesarias para la cobertura.

Ismail llevaba su chaleco de prensa y Rami llevaba el equipo que utilizaba para documentar y filmar los acontecimientos. En el asiento trasero del vehículo había otras herramientas necesarias para la cobertura.

Foto:AFP

De hecho, los territorios palestinos se han convertido en uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF),con 140 periodistas asesinados desde el inicio del conflicto. 

La violencia contra los profesionales de los medios se agrava por el bloqueo que limita el acceso de la prensa internacional, dificultando la cobertura y documentación de los hechos en el territorio, según dice RSF.

Desde que Hamás lanzó la incursión terrestre contra Israel el 7 de octubre de 2023, en la que masacraron a 1.200 personas -la mayoría de ellos civiles- y secuestraron a otras 251, el conflicto ha devastado la Franja de Gaza. En respuesta a ese ataque, Israel inició una ofensiva militar que ha sumido al enclave palestino en el caos.

Hasta la fecha, el Ministerio de Salud de Gaza ha reportado la muerte de 43,736 palestinos, de los cuales casi el 70 % son mujeres y niños

Hasta la fecha, el Ministerio de Salud de Gaza ha reportado la muerte de 43,736 palestinos, de los cuales casi el 70 % son mujeres y niños. Según un comunicado de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, estas cifras reflejan "una violación sistemática de los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, incluidas la distinción y la proporcionalidad".

En este escenario, los periodistas locales, como Ismail, han quedado atrapados en medio de la violencia, enfrentando no solo las bombas, sino también la censura y el aislamiento.

Periodistas trabajando en una calle de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 11 de diciembre de 2023, en medio de los continuos combates entre Israel y Hamás

Periodistas trabajando en una calle de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 11 de diciembre de 2023, en medio de los continuos combates entre Israel y Hamás

Foto:AFP

La cobertura de la guerra en Gaza es prácticamente imposible para los periodistas internacionales. El acceso al territorio está restringido, y solo se puede ingresar acompañado por el ejército israelí, lo que limita la independencia y objetividad de los informes. Así, la carga de documentar lo que ocurre recae en la prensa local, que opera bajo condiciones extremas.

A esto se suma que los bombardeos que han destruido la infraestructura de telecomunicaciones y causado cortes eléctricos, lo que dificulta el envío de información por vía retoma. Según cifras de los investigadores estadounidenses Corey Scher y Jamon Van Den Hoek revelan que, al 13 de septiembre de 2024, un 58,7 % de los edificios de Gaza estaban dañados o destruidos, es decir casi 169.000 inmuebles.

Pero no solo los bombardeos hacen parte del “apagón mediático” ya que también se encuentran las restricciones impuestas por Israel, que ha bloqueado el acceso a la prensa internacional y ha establecido un estricto control sobre la información que sale del enclave.

“Las autoridades israelíes siguen bloqueando el acceso a Gaza a los periodistas extranjeros. Los pocos reporteros a los que se ha permitido entrar en Gaza desde el exterior sólo han podido hacerlo bajo la estricta vigilancia del ejército israelí”, dice RSF en un informe.

Cubrir la guerra en Gaza: un reto que siendo imposible de cumplir

Resulta muy difícil informar sobre un territorio del mundo donde se impide el acceso a la prensa internacional.

Resulta muy difícil informar sobre un territorio del mundo donde se impide el acceso a la prensa internacional.

Foto:AFP

Según el Índice de Libertad de Prensa de RSF de 2024, los territorios palestinos ocupan el puesto 157 de 180 países, mientras que Israel se sitúa en el puesto 101. Este desbalance refleja no solo las difíciles condiciones para los periodistas palestinos, sino también la situación de represión que enfrentan los medios en ambos lados del conflicto.

“Al día de hoy, son más de 140 los periodistas asesinados en gaza, entre ellos 34 lo han sido en el ejercicio de sus funciones, según la información que la organización ha podido recopilar. Esto es una masacre de periodistas sin precedentes”, señala en conversación con EL TIEMPO Elena García, integrante de RFS

Al día de hoy, son más de 140 los periodistas asesinados en gaza, entre ellos 34 lo han sido en el ejercicio de sus funciones, según la información que la organización ha podido recopilar. Esto es una masacre de periodistas sin precedentes

El costo de informar en Gaza no se limita a las vidas perdidas. Redacciones enteras han sido destruidas, y el material recopilado por los periodistas ha quedado sepultado bajo los escombros de los bombardeos. En muchos casos, sus lugares de trabajo ya no existen. Según el Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS), alrededor de 70 organizaciones de prensa, incluidas estaciones de radio locales, agencias de noticias, torres de transmisión e institutos de formación de periodistas, han sido destruidas parcial o totalmente desde el comienzo de la guerra. Además, las telecomunicaciones, una herramienta vital para el periodismo, han sido severamente afectadas, dificultando la transmisión de información al exterior.

RSF presentó en noviembre de 2023 una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) acusando a Israel de crímenes de guerra contra periodistas en Gaza. Desde entonces, han seguido otras tres denuncias, la más reciente en septiembre de 2024, que señalan ataques dirigidos contra periodistas. Sin embargo, hasta ahora, no se ha iniciado un proceso judicial formal.

Periodistas, familiares y amigos rezan ante el cuerpo del periodista de la televisión palestina Mohamed Abu Hatab y 11 miembros de su familia el día después de su muerte en Gaza

Periodistas, familiares y amigos rezan ante el cuerpo del periodista de la televisión palestina Mohamed Abu Hatab y 12 miembros de su familia el día después de su muerte en Gaza

Foto:AFP

La organización también ha advertido sobre la impunidad que rodea estos crímenes. “Los gobiernos a nivel nacional e internacional deben solidarizarse con la causa de los periodistas palestinos y hacer algo para que los crímenes que se están cometiendo por el ejército israelí no queden impunes”, comenta García.

A pesar de estas denuncias, la labor periodística en Gaza continúa siendo extremadamente difícil. Los periodistas que aún se encuentran en el enclave han tenido que improvisar formas de mantener el flujo de información, utilizando teléfonos móviles y transmisiones en redes sociales para eludir los cortes de energía y las interrupciones de las comunicaciones.

Un periodismo que resiste en medio de la tragedia

Wael Dahduh, periodista de Al Yazira, durante el entierro de su familia en Gaza.

Wael Dahduh, periodista de Al Yazira, durante el entierro de su familia en Gaza.

Foto:AFP

Historias como la de Ismail al-Ghoul son solo un reflejo del riesgo que corren los periodistas en Gaza. Las imágenes de Wael Al-Dahdouh, jefe de la oficina de Al Jazeera, llorando la pérdida de 12 miembros de su familia en un ataque israelí en octubre de 2023, se han convertido en un símbolo del sufrimiento de los periodistas en la región.

“Cubrimos la guerra porque es nuestro deber", declara Mariam Abu Dagga, fotoperiodista desplazada en Rafah a CNN. Aunque su vida corre peligro todos los días, sigue informando desde el terreno, mientras que su hijo de 12 años fue enviado a vivir a los Emiratos Árabes Unidos por seguridad.

Los periodistas desplazados, como Abu Dagga, han recurrido al centro de libertad de prensa que RSF ha establecido en Beirut, Líbano, para continuar su labor. Este centro ofrece acceso a internet, apoyo psicológico y asistencia legal para los reporteros que siguen documentando los horrores del conflicto.

Primer Ministro de Israel, Netanyahu.

Primer Ministro de Israel, Netanyahu.

Foto:EFE

Durante una conferencia en octubre de 2023, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lanzó una advertencia dirigida al Líbano, asegurando que cualquier incursión de Hezbolá en el conflicto traería "una respuesta devastadora". Esta declaración resonó en Beirut, que ya alberga a periodistas desplazados que buscan refugio.

El periodismo en Gaza no es solo una lucha por la información, sino por la supervivencia. Las voces que aún logran ser escuchadas son un acto de resistencia frente a un apagón informativo impuesto por la violencia y la censura.

Elena García lo resume así: "Esto es el resultado de un apagón mediático ejecutado por Israel, mediante tácticas de intimidación, represión y detenciones. Estas acciones forman parte de una estrategia que obstaculiza el ejercicio de un periodismo libre e independiente en esta región, impidiendo así una cobertura transparente de la situación en Gaza para el público internacional, es una masacre sin precedentes", sentencia al recordar que informar no debería costarle a nadie la vida.

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